viernes, 3 de enero de 2014

''En Chile no es delito vender literatura nazi''

30/12/2013 ''En Chile no es delito vender literatura nazi'' JAI- Marcelo Isaacson, director ejecutivo de la comunidad judía de Chile, dialogó en Radio Jai acerca de la venta de libros antisemitas en pleno centro de Santiago. El dirigente explicó que lo novedoso es que los textos están a la vista de cualquiera y denunció que en Chile no está penado ofrecer este tipo de material. Nota Relacionada: Literatura nazi en Buenos Aires Escuche la nota Compartir Seguí Fm Jai en Twitter Compartir La comunidad judía de Chile hallo en pleno centro de Santiago, más precisamente en la esquina de Huérfanos y Ahumada, un puesto en el que se vende literatura nazi. Textos como "Mi Lucha", de Adolf Hitler, o "El Plan Andinia", de W Beveraggi Allende, están a la vista de cualquier persona que pase por allí. Marcelo Isaacson, director ejecutivo de la comunidad judía de Chile, explicó en Radio Jai que en ese país "no es delito vender literatura nazi", y que la reciente ley antidiscriminatoria sancionada en ese país no prevé ninguna pena para este tipo de actos. El dirigente remarcó en Radio Jai que el viernes se comunicaron con la alcaldesa de Santiago, Carolina Toha, a través de una carta: "Lamentablemente no están infringiendo la ley, esperemos que ella apele a su sentido común". Además, Isaacson destacó que tanto el actual presidente de Chile, Sebastián Piñera, como quien lo sucederá, Michelle Bachelet, le prometieron rever la ley antidiscriminatoria para que no deje tantos vacíos legales. La ley antidiscriminatoria en Chile establece que "se entiende por discriminación arbitraria toda distinción, exclusión o restricción que carezca de justificación razonable, efectuada por agentes del Estado o particulares, y que cause privación, perturbación o amenaza en el ejercicio legítimo de derechos fundamentales". La ley contra la discriminación en el país sudamericano prevé sancionar la discriminación que "se funde en motivos de raza o etnia, nacionalidad, situación socioeconómica, idioma, ideología u opinión política, religión o creencia, participación en organizaciones gremiales, sexo, orientación sexual, la identidad de género, estado civil, edad, filiación, apariencia personal y enfermedad o discapacidad". En Argentina, la ley antidiscriminatoria establece: "Quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución nacional, será obligado, a pedido del damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su realización y a reparar el daño moral y material ocasionados". Se considerarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios determinados por motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos. Meses atrás, el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, dijo que el Estado se reserva el derecho de edición de los libros que crea importante, mientras en los kioscos de la Ciudad de Buenos Aires venden Mein Kampf (Mi Lucha), texto escrito por el líder nazi Adolf Hitler. Coscia había declarado que el gobierno argentino tiene una "soberanía cultural" para decidir "qué se edita y qué no". Sin embargo, no existe soberanía cultural alguna del Estado sobre la producción literaria. Ese es el criterio que utilizaron los fascistas y los nazis para prohibir la publicación y justificar la quema de los libros con los cuales el régimen no estuviera de acuerdo.