martes, 24 de marzo de 2015

**Estés Donde Estés**

La silla vacía, la mesa sin mantel, el florero sin flores, el hogar sin leños,
mis ojos que lloran, mis rezos que no llegan. Sólo el silencio de tumba
que golpea, sin sonido, mi pecho aturdido clamando por ti.
Pero no estás, te has ido, llevándote promesas y besos, tu cuerpo, que daba
vida a mi cama, desapareció en la noche y en su lugar el vacío acompaña
mis desvelos, mis pesadillas, el remordimiento de haberte perdido.
Me pregunto donde estás, que fue de tu vida, si algún momento te acuerdas
de mi; de nuestros planes, promesas, proyectos y juramentos de amor.
Y hoy en la distancia, o quizás no, estés donde estés, quiero que sepas que
siempre te quise bien; que sólo el amor era más intenso deseándote que tu
felicidad sea el futuro de tu vida y que puedas vivir un amor transparente y
no caer en la noche, solitaria y oscura, por miedo de nuestro amor que debía
vivir en el anonimato escondiendo la vergüenza de nuestro nido de amor.
¡ Estés donde estés !
Quiero que lo sepas; que comprendo tu huida buscando el sol de lo honesto
dejando la noche del bochorno al estar enamorado de un hombre casado.
De un hombre casado que cometió el error de volverse a enamorar de una mujer
soltera que no pudo resistir.
¡ Estés donde estés, te comprendo, amada mujer !

Mario Beer-Sheva

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