RIBLIN EN HOMENAJE A TRÚMPELDOR: "TOV LIJIOT BEAD ARZTEINU"
“Es bueno vivir por nuestra tierra”, aseguró el presidente Reubén Riblin en el 95º aniversario del asesinato por parte de una horda árabe de los ocho héroes de Tel Jai, un asentamiento judío en el norte de Israel, en una paráfrasis de las legendarias y últimas palabras de su líder, Iosef Trúmpeldor (“Tov lamut bead artzeinu", es bueno morir por nuestra tierra).
“Crecí en el corazón de Betar, que es (la sigla de) Pacto de Iosef Trúmpeldor, que era la bendición de Tel Jai y sigue siéndolo para nosotros, y les digo: el verdadero testimonio es una visión de la vida y el renacimiento nacional; en su nombre los hombres de Tel Jai salieron a la guerra y dieron sus vidas”, destacó tras depositar una ofrenda floral al pie del monumento al león rugiente dedicado a sus memorias en Kfar Guiladi, donde están enterrados.
“A estos muertos no se los llama guerreros, ni siquiera héroes, sino escudos: ‘los defensores de Tel Jai', y por una buena razón: no construyeron sus casas aquí por una sed de guerra, vinieron a Israel para vivir y defender nuestro país”, resaltó el mandatario israelí.
"Eran hombres y mujeres, inmigrantes y residentes veteranos, personas de educación, libros y formación militar, y les ruego que este eterno legado, que nos ha acompañado durante 95 años, continúe siendo la luz que nos guía y la fuente de nuestra visión de futuro", finalizó.
Al concluir su intervención, el Presidente señaló que "hoy tecontinuó Rivlin.
También asistieron a la ceremonia conmemorativa el vicepresidente de la Knéset, Itzjak Vaknin; el viceministro de Protección Ambiental y nexo entre el Parlamento y el Gobierno, Ofir Akunis; el presidente de la Corte de Magistrados del Distrito Norte, juez George Azulay; el titular del Consejo Regional Galil Elión, Guiora Zaltz; y el alcalde de Kiriat Shmoná, rav Nisim Malca.
“Crecí en el corazón de Betar, que es (la sigla de) Pacto de Iosef Trúmpeldor, que era la bendición de Tel Jai y sigue siéndolo para nosotros, y les digo: el verdadero testimonio es una visión de la vida y el renacimiento nacional; en su nombre los hombres de Tel Jai salieron a la guerra y dieron sus vidas”, destacó tras depositar una ofrenda floral al pie del monumento al león rugiente dedicado a sus memorias en Kfar Guiladi, donde están enterrados.
“A estos muertos no se los llama guerreros, ni siquiera héroes, sino escudos: ‘los defensores de Tel Jai', y por una buena razón: no construyeron sus casas aquí por una sed de guerra, vinieron a Israel para vivir y defender nuestro país”, resaltó el mandatario israelí.
"Eran hombres y mujeres, inmigrantes y residentes veteranos, personas de educación, libros y formación militar, y les ruego que este eterno legado, que nos ha acompañado durante 95 años, continúe siendo la luz que nos guía y la fuente de nuestra visión de futuro", finalizó.
Al concluir su intervención, el Presidente señaló que "hoy tecontinuó Rivlin.
También asistieron a la ceremonia conmemorativa el vicepresidente de la Knéset, Itzjak Vaknin; el viceministro de Protección Ambiental y nexo entre el Parlamento y el Gobierno, Ofir Akunis; el presidente de la Corte de Magistrados del Distrito Norte, juez George Azulay; el titular del Consejo Regional Galil Elión, Guiora Zaltz; y el alcalde de Kiriat Shmoná, rav Nisim Malca.
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