domingo, 16 de mayo de 2010

EL EMBAJADOR DE LA FORTUNA

By WALTER LAQUEUR
Moses Montefiore, una reconocida figura mundial en el siglo XIX, fue virtualmente olvidado para el siglo XX y es recordado hoy, a veces, simplemente por la resonancia de su nombre. Un hospital en el Bronx lleva su nombre, otro en Pittsburgh, y un barrio judio en Jerusalem justo fuera de la Ciudad Vieja. Los logros de algunos de los descendientes de Montefiore—incluyendo un pugnaz obispo anglicano—pueden recordarnos al progenitor reconocido, pero su historia ciertamente debe ser recontada. Es una destacable.
Nacido en Livorno en 1784 de una familia italiana judia con conexiones inglesas, Montefiore se mudo a Londres con su familia cuando era un niño pequeño. El comenzo su vida laboral en el mundo comercial de Londres y luego se volvio un asesor en el mercado de cambio. El tuvo una carrera mayormente espectacular, casandose con alguien de la familia Rothschild y finalmente uniendose a su empresa bancaria. Para una edad temprana el habia adquirido una gran fortuna. El fue aceptado por los mejores clubes sociales e incluso se volvio miembro de la Sociedad Real. El fue nombrado caballero a la edad de 51 años y hecho alguacil de la ciudad de Londres, una posicion en gran parte ceremonial pero de alto prestigio.
Como Abigail Green (ella misma descendiente de la familia) nos cuenta en su minuciosa biografia, Montefiore tenia una reputacion por la maxima probidad. Puede haber habido, es cierto, un lado oscuro en su caracter—el parece haber sido culpable de ser un don juan—pero nosotros no sabemos virtualmente nada de ello, en parte debido a que su correspondencia privada fue quemada a su muerte.
Montefiore era un hombre de probidad en un sentido mas amplio y publico. Tanto como le gustaba hacer dinero, le gustaba aun mas darlo a aquellos que lo necesitaban mas que el. Y asi, en lo que ahora sera considerado una temprana mediana edad, el se retiro de los negocios y dedico el resto de su vida (murio en 1885, a los 101 años) a actuar como una brigada volante de primeros auxilios de una persona, donando su dinero a causas dignas y viajando a lugares donde sus hermanos en la fe eran perseguidos- de Marruecos a Palestina, de Rusia a Rumania. El se volvio un heroe popular de los perseguidos, quienes le atribuyeron poderes extraordinarios. El viajo a todas partas en una epoca en que viajar era a menudo dificil. El fue a Jerusalem por ultima vez a los 91 años, desafiando al colera y los piratas.
Es un poco dificil para nosotros imaginar el rol publico de Montefiore, ya que no hay equivalente hoy. El fue ministro del exterior itinerante y emisario de un pueblo sin estado. En muchos lugares ellos lo llamaban "sar"—una palabre hebrea para ministro, una persona de gran influencia. La gente le atribuia casi poderes magicos.
La creencia en la omnipotencia de Montefiore era por supuesto exagerada. No todas sus misiones fueron exitosas. El podria dificilmente influenciar la dura politica zarista hacia los subditos judios de Rusia, y hubo estrechos limites para lo que pudo lograr en el Imperio Otomano aun en su debilitado estado en el siglo XIX. Pero incluso el simbolismo fue importante. Que Montefiore haya sido recibido para una audiencia por el Zar Nicolas I, no conocido como un filo-semita, importo. El zar habia dado ordenes, en la ocasion de la visita de Montefiore a la capital rusa, que la guardia del frente de su palacio estuviese constituida por soldados judios, a quienes el elogio como siendo tan valientes como los antiguos macabeos.
La intervencion de Montefiore ayudo en la epoca del escandalo de Damasco (1840), cuando los judios locales fueron acusados de libelo de sangre (masacrar a clerigos cristianos para utilizar su sangre para Pesaj) y algunos de ellos fueron torturados y asesinados. Montefiore alivio la miseria en Palestina, Marruecos y otros lugares financiando generosamente iniciativas nuevas destinadas a dar mejores servicios de salud y mejor educacion y recortar los abusos de una burocracia hostil en la Europa Oriental y partes del Imperio Otomano.
A que debio el su exito? El era un hombre de imponente estatura y gran dignidad. Inglaterra en la epoca era una gran potencia, y el era conocido por tener amigos influyentes en los circulos mas altos. Pero debe haber habido en adicion algunas cualidades personales que lo hicieron querible y persuasivo- una persona para no ser ignorada o menospreciada.
Montefiore no habia sido particularmente religioso en sus años jovenes pero se volvio mas observante luego, y Jerusalem estaba cerca de su corazon. En su cama de cuatro postes en Ramsgate, la ciudad inglesa donde vivio por parte de su vida, habia una inscripcion: "Si te olvidare, O Jerusalem" (Salmos 137). Jerusalem era un lugar miserable en esa epoca- y continuo siendolo por años despues. La situacion de los judios alli, existiendo en abyecta pobreza, era ciertamente miserable- la gran mayoria vivian de las limosnas de sus mas afortunados y piadosos correligionarios en Europa. Montefiore intento ayudar en muchas formas. El construyo asilos y, quizas lo mas importante, compro tierra para granjas para alentar a los jovenes judios a comprometerse en el trabajo productivo. En una etapa parece haber habido una posibilidad para obtener de los otomanos algo que se acercaba a la autonomia politica para los judios, dado que los judios europeos vendrian con su dinero y ayudarian en el desarrollo del pais. Pero Montefiore apenadamente admitio que el no conocia a un solo judio en Inglaterra que se asentaria alli.
La Sra. Green escribe habilmente y cuenta la historia de Montefiore con admirable minuciosidad. (Ella es historiadora profesional.) "Moses Montefiore" esta piadosamente libre de la teoria academica. Es exactamente lo que una buena biografia debe ser- justa e iluminadora sin jamas descender a la hagiografia. Pero, esta claro que Montefiore fue un buen hombre genuinamente.

Fuente: The Wall Street Journal

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.