martes, 4 de mayo de 2010

Irán avanza en programa de energía nuclear


El régimen iraní creará nuevas plantas de enriquecimiento de uranio. EE.UU. prepara sanciones

AFP / EFE
Teherán, Irán


El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, aprobó varios sitios para la instalación de nuevas plantas de enriquecimiento de uranio, pese a las amenazas de nuevas sanciones de la comunidad internacional, preocupada por la política nuclear de Irán, informó ayer Mujtaba Samareh Hashemi, consejero del mandatario.

Sin embargo, Estados Unidos puso en duda las afirmaciones de Samareh. “Como ocurre a menudo, la retórica de Irán y su programa nuclear no siempre coinciden con la realidad de lo que son capaces de hacer”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

El secretario de Defensa estadounidenses, Robert Gates, por su parte, indicó en un memorándum a la Casa Blanca que su país está preparado para tomar diversas acciones y sanciones contra el programa nuclear iraní.

El almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que el gobierno de EE.UU. ha estado muy enfocado en Irán desde hace años y que “la opción para utilizar la fuerza militar ha estado sobre la mesa”. Sin embargo, agregó que “las iniciativas diplomáticas, de diálogo y de sanciones tienen que ser atendidas”.

El funcionario iraní Samareh Hashemi, informó, sin aportar otros detalles, que la edificación de las nuevas plantas de enriquecimiento de uranio se iniciará en el momento en el que el Mandatario lo ordene.

“El presidente ha aprobado la ubicación propuesta para la nueva planta... El lugar para la construcción de otras plantas que el Organismo iraní de la Energía Atómica (OIEA) planea levantar este año también ha sido certificado. Los planes para su edificación se hallan en proceso”, señaló.

La noticia se produjo un día después de que Irán clausurara una conferencia internacional sobre desarme nuclear celebrada en Teherán en la que el presidente iraní acusó a EE.UU. de ser el principal causante de la proliferación de armas atómicas.

Irán dispone actualmente de una sola fábrica de enriquecimiento de uranio en la región de Natanz, con capacidad hasta para 50.000 centrifugadoras, pero que solo alberga 8.000. Además, posee una planta nuclear en la ciudad de Isfahan.

Aunque Teherán no posee armas nucleares, ésta ha sido una fuente de preocupación para los países occidentales, junto al programa de enriquecimiento de uranio, que la comunidad internacional teme que oculta sus ambiciones de una bomba atómica.



Análisis
Julián Schvindlerman

Analista político internacional


El desafío de Teherán

Ciertamente, la era del terror nuclear ya ha arribado como hecho posible. Inicialmente confinada a los libros de ciencia ficción, finalmente se ha instalado como una preocupación cierta en nuestra contemporaneidad. Las agrupaciones terroristas pueden hacerse de material nuclear de diversos modos, pero básicamente mediante el robo o la compra. El avance del programa nuclear de Irán -objeto de condena de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU- emerge en este contexto como la amenaza a la paz y a la seguridad global más acuciante del momento. El presidente Ahmadinejad ha afirmado que su país posee sesenta mil centrifugadoras nuevas de tercera generación para enriquecer uranio; su máxima autoridad nuclear, Alí Akbar Salehi, anunció que Irán pasó de enriquecer uranio del 3.5% al 20%. Días atrás, en testimonio ante el congreso norteamericano, militares de alto rango aseguraron que Irán está a un año de producir suficiente uranio altamente enriquecido para fabricar una bomba nuclear. Evitar que el peligro real e inminente del terror nuclear se convierta en un hecho consumado necesariamente requiere que las aspiraciones nucleares de Teherán sean frustradas.

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