**Guerrero Descansando**
Y el guerrero al volver de la batalla, con fracasos o con
victorias, que
son fracasos, ya que todo está envuelto en dolor y sangre,
corre con
premura buscando el consuelo, en el regazo, de su amada.
Y estando en sus brazos con su cabeza apoyada en su hombro,
llora por
el tiempo perdido tanto en victorias como en dolores;
mientras espera
recibir el consuelo, en besos y caricias, de la mujer que
ama.
Y está en su castillo, en su hogar, en su tierra, en su
fortaleza, donde irá
renovando sus fuerzas para cargar nuevos bríos para salir,
nuevamente,
al campo de batalla que es la vida.
Y volverá al combate y nuevamente querrá saciar su sed con
la sangre de,
hoy, su enemigo. Quedará satisfecho esperando el nuevo
combate, la nueva
sangre; que será su victoria o la derrota de su enemigo, que
aún no conoce.
Y cuando vuelva la paz, regresará al regazo de su consuelo y
entre besos y
suspiros, cerrará sus ojos buscando el descanso que se niega
a llegar.
Y cuando llega entra en el descanso, su mente manchada de
sangre y espanto
golpea su pecho de guerrero ordenándole volver a la lucha,
volver a la sangre.
¡ Pobre guerrero, no tiene descanso !
Le falta la lanza, le falta la espada, le falta el fusil,
los gritos de los heridos se
confunden con la algarabía de los que hoy ganaron.
¡ Pobre guerrero, son solos gritos ¡ Que no dejan dormir…
Mario Beer-Sheva
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