viernes, 27 de junio de 2008

Rally de la Paz: segunda edición‏


Rally de la Paz: segunda edición
Más de doscientos participantes, profesionales y aficionados, jueces oficiales de la federación internacional del automóvil y equipos de televisión, he aquí todo lo que habrían podido ver si hubieran venido a participar en la segunda edición del Rally de la Paz. Una reunión que se disputaba desde Tiberias a Eilat, de los paisajes verdes del norte de Israel al desierto rocoso y lunar del Negev.
Fundado por la asociación Socorristas sin Fronteras, en colaboración con Guysen, esta reunión nació de un sueño bien preciso: reunir a todos los ciudadanos de la región, unidos para que los valores deportivos y humanos triunfen. Si la primera edición fue una prueba para los organizadores, el segundo estuvo incuestionable, un éxito total. Y con todo, una vez en la reunión en las alturas de Tiberias, era difícil concebir la importancia de tal competición.
Sólo algunos minutos más tarde, los ojos de los organizadores se iluminaron frente al Jeep 4x4 de carreras, motos, buggies, quads, haciendo cantar su motor, y todos preparados para arrancar.
Y hay que reconocer que los competidores se tomaron en serio la carrera.
¿La prueba? Algunos habían solicitado los servicios de un equipo de comunicación encargado de informar a la prensa israelí de sus menores hechos y gestos.
Y para todos los que desconozcan las normas de los deportes de automóviles, aquí tienen un breve resumen de las normas. Un rally se disputa en varias mangas con, para comenzar, un prólogo de algunos minutos antes de volver a entrar en el meollo de la cuestión y disputar largas etapas de centenares de kilómetros.
Si han escuchado hablar de la dificultad de los terrenos arenosos del Rally París-Dakar, el Rally de la Paz posee otras dificultades diferentes, más problemáticas para los coches.
El trazado sólo está constituido por terrenos agrietados, que posee muy poca adherencia para las ruedas de los vehículos, un desierto rocoso y barrancos vertiginosos.
A pesar de esta complejidad, los competidores han sido ejemplares este año, dándolo todo, desde la salida hasta la llegada.
Felices de poder participar en el mayor acontecimiento del automóvil jamás realizado en Israel. Felices de promover la paz. Este rallye respondió a las expectativas de los organizadores que deseaban sobre todo que esta competición fuera una historia de hombres, con una H mayúscula.
Dror Cohen es un perfecto ejemplo. Privado de sus piernas desde un terrible accidente de coche, este antiguo piloto de caza del ejército israelí nunca se ha quejado a lo largo del rally.
Siempre sonriendo, este piloto está dotado con una formidable fuerza de carácter que le impulsó, en particular, a terminar en tercera posición de la clasificación general, y esto, a pesar de grandes problemas técnicos.
Sus adversarios por otra parte no se equivocaron y lo aplaudieron durante largos minutos en la entrega de los trofeos en la costa del Mar Rojo.
Y no hay que olvidar a la tripulación palestina, que, a su ritmo, terminó este rallye, sin olvidar preparar café a algunos privilegiados…
La totalidad de los competidores se han comprometido a volver de nuevo el año que viene, para que la edición 2009 tenga un éxito mayor. ¡Aceptada la cita!. Fuente Matias Inbar para Guysen International

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