By DAVID BREAKSTONE
'No por la fuerza y no por el poder, sino por Mi espiritu, dice el Señor de los Ejercitos." Ironicamente, fue este versiculos de Zechariah, leido en el Shabat de Januca, que fue cantado en las sinagogas a traves del mundo muchos dias atras, precisamente mientras la Fuerza Aerea Israeli estaba embarcandose en una muestra de fuerza y poder que raramente demuestra. Entonces, creemos en el mensaje de nuestros profetas o no?
Con nuestros reservistas siendo convocados por miles y nuestras tropas estando dentro de Gaza, yo recuerdo asimismo otro canto, un eco del primero y uno que no fue menos sagrado para mi en mis años de formacion: "Pelear por la paz es como c... por la virginidad." Ambas frases continuan resonando dentro mio, juntas dando expresion al apreciado mandamiento de la tradicion judia que nosotros debemos buscar paz.
Como, entonces, reconcilio yo mi desvergonzado apoyo por la actual operacion militar en Gaza con los valores que yo sostengo tan caramente? La respuesta es una compleja, pero en su forma mas simple yo podria ofrecer que nosotros realmente no estamos peleando por paz; nosotros estamos peleando por protegernos a nosotros mismos y por nuestro derecho a cierta normalidad en nuestras vidas. Pocos, si no ninguno, estan bajo la ilusion de que esta campaña militar va a dar como resultado paz. Hamas ha repetidamente afirmado su compromiso con la destruccion del Estado de Israel, y ningun monto de bombas va a alterar eso. El problema es, que tampoco lo hara cualquier monto de diplomacia. El pacto de Hamas explicitamente rechaza las negociaciones como una forma legitima de lucha contra la entidad sionista.
Siendo el pueblo testarudo que nosotros somos, sin embargo, nosotros repetidamente nos hemos rehusado a aceptar esta realidad. Solo hace seis meses atras, nosotros y Hamas acordamos una "tregua" en el uso de la violencia de unos contra otros, con mediacion egipcia. Nuestra esperanza era que nuestro declarado enemigo pudiera usar este periodo de calma para invertir sus recursos y energias en promover la agenda social sobre la que subio al poder, y mientras tanto reconciliarse el mismo- sin jamas tener que decirlo en voz alta- con vivir al lado de su odiado adversario. Nuestro miedo era que Hamas pudiera en cambio tomar ventaja de esta oportunidad para actuar con la impunidad que ha negociado para realzar su poder de fuego. Desafortunadamente, fueron nuestros miedos que se convirtieron en realidad y no nuestras esperanzas.
DURANTE EL pasado medio año de relativa calma, unos completos 538 proyectiles de mortero y cohetes fueron lanzados contra Israel, y el 21 de Diciembre, Hamas unilateralmente declaro un fin para el poco convincente respiro en su guerra santa contra el Estado Judio. Hasta el ultimisimo minuto, nuestros lideres estuvieron apresurandose alrededor de la region, y pidiendo alrededor del globo, en un ansioso esfuerzo por asirse a cualquier paso diplomatico que pueda haber prevenido la renovacion de una violencia total.
Lideres de estados arabes fueron activamente comprensivos de esos esfuerzos. Lo mismo los lideres del mundo libre, particularmente en Europa y los Estados Unidos.
No obstante, Hamas eligio intensificar su aluvion de misiles mucho mas que conversar, su compromiso con nuestra destruccion aparentemente aun mas fuerte que su voluntad de sobrevivir. Mientras el numero de cohetes explotando en los pueblos sureños y asentamientos sobrepaso los 80 diarios la semana pasada, y con las heridas infligidas por mas de 5000 de tales explosiones sobre los pasados ocho años que siguen sin tratar, nuestros lideres militares y politicos, habiendo agotado todas las opciones diplomaticas, determinaron que suficiente es suficiente.
CLARAMENTE ELLOS estuvieron dando expresion a la voluntad publica. Un 90% de la ciudadania del pais apoyo los ataque iniciales contra Gaza. Pero solo unos pocos dias despues, la pregunta habia surgido ya de si nuestra respuesta habia sido o no desproporcionada para la amenaza que estabamos tratando de repeler. Una respuesta perfectamente proporcional, por supuesto, habria sido disparar un misil a Gaza por cada misil disparado desde alli. O quizas la proporcionalidad requiere calcular el numero de misiles per capita lloviendo sobre la poblacion de Sderot y sus alrededores, y enviar un numero equivalente de regreso para aterrorizar a la poblacion civil de Ciudad Gaza. Eso les habria dado un sabor de su propia medicina, no?
Nosotros somos, sin embargo, hemos pasado largamente el punto dodne dispensar medicina puede hacer algun bien. En cambio, estamos interesados en cirugia radical, en eliminar lo mas posible del cancer del terrorismo islamico radical antes que se haga metastasis a traves de la region, y eventualmente del mundo entero. Si alguien, de alguna manera puede ofrecernos un procedimiento no invasivo que nos permita hacer eso, yo confio con cada fibra de mi ser que optaremos por el, aun si en metodo es considerado arriesgado y no comprobado.
Nosotros hemos tomado riesgos muchas veces en el pasado y, a pesar de repetidas desilusiones, estaremos preparados para hacerlo nuevamente. Nosotros realmente somos una nacion amante de la paz;son todos nuestros chicos a los que se ha pedido que crucen la frontera, y en el otro lado de ella hay seres humanos reales, buena gente entre ellos que son no menos merecedores que nosotros de la tranquilidad que Hamas nos ha negado a todos. Nuestra tradicion, sin embargo, demanda no solo que busquemos paz, sino tambien que elijamos la vida. Estoy profundamente apenado acerca del terrible sufrimiento de los inocentes que nosotros estamos perpetuando en Gaza, pero bajo estas circunstancias, no ofrezco disculpas.
El autor es miembro del ejecutivo de la Agencia Judia y la Organizacion Sionista Mundial, donde el es titular del Departamento para Actividades Sionistas.
Fuente: Jerusalem Post
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