martes, 18 de mayo de 2010

HOMBRES DE NINGUNA PARTE DEL ISLAM‏


Fouad Ajami

'Un musulman no tiene nacionalidad excepto su creencia," el padrino intelectual de los islamistas, el egipcio Sayyid Qutb, escribio decadas atras. "Los hijos" de Qutb estan por todas partes ahora; ellos llevan las nacionalidades de tierras extranjeras y complotan contra ellas. El pakistani de nacimiento Faisal Shahzad es un devoto de la doctrina de Sayyid Qutb, y el Mayor Nidal Malik Hasan, el francotirador de Fort Hood, fue otro.
Qutb fue ejecutado por la dictadura laica de Gamal Abdel Nasser en 1966. Pero sus pensamientos y legado continuan. Globalizacion, la mezcla de continentes, la facilidad de viajar, y las puertas para la inmigracion abiertas repentinamente por las sociedades liberales occidentales han dado al punto de vista mundial de Qutb mayor poder y relevancia. Que podemos hacer con un joven como Shahzad trabajando para Elizabeth Arden, recibiendo todos los grados de americano completo, el MBA, trotando en la noche en Bridgeport, luego planeando el caos masivo en Times Square?
Los islamistas estan ahora dentro de las puertas. Ellos abandonaron los fuegos y fracasos del mundo islamico pero trajeron la ruina con ellos. Ellos burlan fronteras e identidades nacionales. Un informe parlamentario emitido por la Camara de los Comunes de Inglaterra sobre los bombardeos al subte de Londres del 7 de julio del 2005 coloca esta amenaza desnuda y el desafio que posa para un sistema de fronteras abiertas y ciudadania moderna.
Los cuatro hombres que dispararon aquellos brutales ataques, destaco el informe, "estaban aparentemente bien integrados en la sociedad inglesa." Tres de ellos eran segunda generacion de britanicos nacidos en West Yorkshire. El mas grande, 30 años y padre de un niño de 14 meses, "parecia para los otros como un modelo a seguir para la gente joven." Uno de los cuatro, de 22 años, era un muchacho con algunos privilegios; el poseia un Mercedes rojo dado a el por su padre y era dado a los cortes de pelo de moda y ropa de diseño. Este joven jugo al cricket en la vispera de los ataques. Al dia siguiente, el dia del terror, una camara de vigilancia lo filmo en una tienda. "El compra aperitivos, charla con el cajero sobre su cambio, mira directamente a la camara y se va." Dos de los cuatro, mas bien como Faisal Shahzad, habian pasado tiempo en Pakistan antes de perpetrar el hecho.
Un año despues del terror en Londres, la hasta el momento tranquila Canada tuvo su propio encuentro con el nuevo islamismo. Un circulo de islamistas radicales fueron acusados de planear atacar objetivos en el sur de Ontario con bombas de fertilizantes. Un conductor de autobus escolar era uno de los lideres de estos potenciales jihadistas. Un informe del Servicio de Inteligencia de Seguridad Canadiense inintencionadamente se hizo eco de las conclusiones de la Camara de los COmunes britanica. "Estos individuos son parte de la sociedad occidental, y su "canadiensidad" hace la deteccion mas dificil. Cada vez mas, nosotros estamos enterandonos de mas y mas extremistas que son nativos. Las consecuencias de este cambio son profundas."
Y de hecho lo son, pero como puede la "canadiensidad" resitir el llamado de la fe y la obligacion de jihad? Yo pienso en un islamista egipcio en Londres, un hombre de nombre Yasser Sirri, que entrego el tema seis años atras: "Todo el mundo arabe era peligroso para mi. Yo fui a Londres", observo.
En Egipto, tres sentencias habian sido emitidas contra el: una lo condeno a 25 años de labores forzadas, la segunda a 15 años, y la tercera a muerte por planear asesinar a un primer ministro. Sirri habia huido de Egipto a Yemen, luego a Sudan. Pero era mas facil y mejor en bilad al-kufar, las tierras del infiel. Hay riqueza en Occidente y estan las libertades concedidas por una sociedad abierta.
En una edad anterior—Yo hablo aqui autobiograficamente, y no de algun mundo desaparecido hace mucho sino de los años 1960s cuando yo hice mi camino a los EEUU—el mundo era diferente. La migracion masiva del mundo islamico no habia comenzado. Los inmigrantes que iban a tierras occidentales eran pocos, y ellos setaban dispuestos a dejar las viejas tierras y disputas y apegos, detras de ellos. El Islam era entonces una religion de Afro-Asia; no tenia aun raices profundas en Europa occidental y el Nuevo Mundo. El viaje aereo era costoso e infrecuente.
Las nuevas tierras tambien, hicieron sus propias afirmaciones, y la ideologia dominante fue una de asimilacion. Las fronteras nacionales eran reales, y reflejaban profundas diferencias civilizacionales. Era facil decir donde terminaba "el Oriente" y comenzaba la tierra occidental. Las ideas posmodernas no habia hecho su aparicion. La culpa occidental no se habia vuelto un articulo de fe en el Occidente mismo.
En nuestros dias la fe islamica es portatil. Es llevada por predicadores itinerantes e imanes que transmiten sus enseñanzas a todos los rincones del mundo, y desde la seguridad y plenitud del Occidente ellos a menudo agitan contra el mismo orden moral y economico que los sostiene. La television satelital cumple su parte en esta nueva agitacion, y el Islam de los telepredicadores es invariablemente uno de maldicion y lucha. Desde lugares tranquilos, banales (Dubai y Qatar), la television satelital ofrece una version incendiaria de la fe de jovenes inmigrantes molestos por una civilizacion moderna que no pueden dominar ni rechazar.
Y el hogar, el Viejo Pais, nunca esta lejos. Las autoridades pakistanies dicen que Faisal Shahzad hizo 13 visitas a Pakistan en los ultimos siete años. Esto hubiese sido impensable tres o cuatro decadas antes. Shahzad vivia en el limite entre el Viejo Pais y el Nuevo. El camino de la ciudadania que tomo le dio el precioso regalo de un pasaporte americano pero no le pidio nada a cambio.
Desde Pakistan llega un perfil del padre de Shahzad, un hombre de alto rango militar, y de propiedad y posicion: El era "un hombre de pensamiento moderno y de la edad moderna", se dijo de el en su pueblo ancestral de Mohib Banda en los ultimos dias. Ese arco de un padre laico a un hijo radicalizado es, en muchas formas, el arco de Pakistan desde su nacimiento como nacion-estado seis decadas atras. Los padres laicos y los hijos radicalizados es tambien una historia del Islam, ese pacto quebrantado con la modernidad, las madres que lucharon para arrojar el velo y las hijas que ahora desean vestir burqa en Paris y Milan.
En sus comienzos, el Pakistan de los padres de Faisal Shahzad estuvo animado por los modernos ideales de su fundador,
Muhammad Ali Jinnah. En esa vision, Pakistan iba a ser un estado para los musulmanes del subcontinente, pero no un estado islamico en la forma que ordeno su vida politica y cultural. Las elites burocraticas y militares que dominaban el estado, y definian su cultura, eran una variedad mundana. El Raj britanico habia sido su cultura formativa.
Pero el mundo de Pakistan fue remodelado en los 1980s bajo un celoso y duro lider militar, Zia ul-Haq. Zia ofrecio la islamizacion y despotismo a Pakistan. El habia llevado la jihad en la vecina Afganistan al poder supremo; el trajo a los mullahs al mundo politico, y ellos, a su turno, trajeron a los militantes con ellos.
***
Este fue el Pakistan en el cual el joven Faisal Shahzad fue formado; el mundo de sus padres era irrecuperable. La maxima que Pakistan es gobernado por una trinidad—Allah, ejercito, America—se presta a esta confusion: El joven que daria lo mejor de si para asegurar una educacion americana antes de sucumbir al llamado de la jihad es un hombre en el cepo de una profunda esquizofrenia. Las superpobladas ciudades del Islam—desde Karachi y Casablanca a Cairo—y aquellas ciudades en Europa y Norteamerica en que la diaspora islamica esta ahora presente en fuerza tienen incontables multitudes de hombres como Faisal Shahzad.
Esta es una larga guerra crepuscular, la lucha contra el islamismo radical. Nosotros no podemos desear que se aleje. Ninguna estrategia de ganar "corazones y mentes", ningun gran acercamiento, llevaran esta lucha a su fin. America no puede conciliar estas furias. Estos hombres de ninguna parte—Faisal Shahzad, Nidal Malik Hasan, el clerigo americano renegado Anwar Awlaki ahora escondido en Yemen y sus amigos—son una variedad letal de combatientes en este nuevo tipo de guerra. La modernidad tanto los atrae como los molesta. America es al mismo tiempo el objeto de sus sueños y el chivo expiatorio sobre el cual ellos proyectan sus mas profundas malignidades.

El Sr. Ajami, profesor en Johns Hopkins School de Estudios Internacionales Avanzados y miembro senior de la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, es el autor de "El regalo del extraño" (Free Press, 2007).
FUente: The Wall Street Journal

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