By Stephen J. Hadley
Todos los ojos estan ahora sobre Egipto y una administracion Obama luchando por encontrar su equilibrio. La verdad es que una vez que el fervor revolucionario surge y una situacion desciende a la crisis, cualquier administracion es en gran parte rehen de los acontecimientos y los dilemas son agudos. Abandonamos a un aliado de larga data, solo para plantear dudas acerca de nuestra resistencia en las mentes de otros aliados de larga data? Permanecemos leales a un aliado de larga data aun despues que el ha perdido claramente el apoyo publico, solo para alejar a la gente luchando para obtener su libertad? En el medio de una crisis como esta, las opciones son pocas.
Antes de la actual crisis, habia buenas opciones. Ellas fueron urgidas al gobierno egipcio por una parte de gobiernos americanos- incluyendo especialmente al gobierno de George W. Bush, en la cual yo servi. Estados Unidos presiono al Presidente Hosni Mubarak publica y privadamente a alentar el surgimiento de partidos politicos no islamistas. Nuestros pedidos para la accion fueron generalmente ignorados y los partidos no islamistas fueron perseguidos y reprimidos.
El resultado fue un panorama politico que ofrecia al pueblo egipcio solo dos opciones: el partido gobernante (el Partido Nacional Democratico o NDP) y el clandestino islamista Hermandad Musulmana. Este triste resultado fue la propia creacion del Presidente Mubarak. El en parte hizo eso para poder discutir a las sucesivas administraciones norteamericanas y a su propio pueblo que la unica alternativa a su gobierno era un estado islamista. Pero no tenia que ser de esta manera.
Algunos criticos discuten que ningun gobierno norteamericano presiono lo suficiente al Presidente Mubarak—incluidas las administraciones en las cuales yo servi. Tan importante como la "agenda de la libertad" fue para el Presidente Bush, hubo otros temas—terrorismo, proliferacion, el conflicto israeli-palestino, por nombrar unos pocos—que requerian que nosotros tratemos con el gobierno egipcio. Quizas tambien importante, los egipcios son un pueblo orgulloso. Ninguna nacion quiere ser vista como rindiendose a la presion publica de otro estado—ni siquiera un aliado cercano. Al final, la decision fue del Presidente Mubarak. El la tomo, y el esta ahora enfrentando las consecuencias.
En este momento, los dos resultados mas probables de la actual crisis son un gobierno de Mubarak inoperante o una salida de Mubarak del poder en favor de un gobierno de transicion respaldado por el ejercito egipcio.
Bajo el primer resultado, el Presidente Mubarak capea la actual crisis. Las elecciones presidenciales se esperan en septiembre de este año. Parece improbable que el Presidente Mubarak o su hijo Gamal vayan a concluir que bajo las actuales circunstancias ellos pueden candidatearse y ganar. Eso dejara al Presidente Mubarak presidiendo un gobierno condenado al fracaso. El tema sera si el busca transferir el poder a otro caudillo autoritario respaldado por el ejercito o cambia dramaticamente el curso y utiliza la proxima eleccion presidencial para crear una transicion democratica para su pais.
Los precedentes para este ultimo resultado son pocos pero no inexistentes. Es esencialmente el rol que la administracion Bush urgio al Presidente pakistani Pervez Musharraf, el que el actuo exitosamente en el año 2008. El gobierno resultante es admitidamente uno debil que continua causando a EEUU problemas reales en Afganistan. Pero es un gobierno democratico, y a traves de su llegada al poder nosotros evitamos el tipo de gobierno islamista que siguio a la caida del Shah de Iran y que ha provocado tres decadas de seria confrontacion con EEUU y la opresion totalitaria al pueblo irani.
De acuerdo con el segundo resultado, el Presidente Mubarak entrega el poder y es reemplazado por un gobierno de transicion apoyado por el ejercito egipcio. Las elecciones presidenciales entonces se convierten en el vehiculo para transferir el poder a un gobierno cuya legitimidad viene del pueblo.
De cualquier forma, la sociedad egipcia necesita tiempo para prepararse para estas elecciones y comenzar a remediar los efectos de años de opresion gubernamental. El pueblo egipcio no debe tener que elegir solo entre el NDP respaldado por el gobierno y la Hermandad Musulmana islamista. Los partidos no islamistas necesitan una oportunidad para surgir para llenar el espacio politico intermedio. El tiempo es corto aun si las elecciones presidenciales van hacia adelante como es esperado en septiembre. Estados Unidos debe resistir la tentacion de presionar por un programa de eleccion presidencial acelerado. Esperemos que las cabezas sabias en Egipto hagan lo mismo.
El tiempo y una seleccion plena de alternativas politicas son criticos en la proxima eleccion presidencial y las elecciones parlamentarias que indudablemente seguiran. Si se da una seleccion de opciones, yo creo que el pueblo egipcio elegira un futuro democratico de libertad y no un futuro islamista de extremismo impuesto. Aun cuando la Hermandad Musulmana, si es legalizada, seguramente ganaria bancas en un nuevo parlamento, hay todas las probabilidades que el proximo gobierno egipcio no sera un gobierno de la Hermandad Musulmana sino uno no islamista comprometido con construir un Egipto libre y democratico.
Tal gobierno aun representaria desafios reales para la politica norteamericana en muchas areas. Pero con todos los ojos en la region posados sobre Egipto, seria no obstante un buen resultado. Con una gran poblacion y rica herencia cultural, Egipto ha sido siempre un lider en el Medio Oriente. Ahora tiene la oportunidad de convertirse en lo que siempre debio haber sido- el lider de un movimiento hacia la libertad y la democracia en el mundo arabe.
El Sr. Hadley fue consejero de seguridad del Presidente George W. Bush.
Fuente: The Wall Street Journal- Este articulo fue traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba.
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