Shimon Peres: “El israelí número uno”
Henrique Cymerman | 22/02/2011
El incombustible Shimon Peres tiene 87 años y como él mismo dice “no tenemos tiempo para perder con el pasado. Hay que mirar hacia el futuro”. Le acompaño en el avión de la compañía nacional El Al, en un viaje oficial a España que el mismo esperaba hace tiempo. “Los presidentes de Israel no necesitamos aviones privados. Mejor viajar con la gente normal”, dice al equipo que le rodea.
Muchas son mujeres jóvenes, que le asesoran, le apoyan y cuidan en su labor como jefe de estado. Yona, Efrat, Ofra, Ayelet, Meital , Shiri , son parte del equipo que le sigue 24 horas al día. Ninguna de ellas esconde su admiración sin límites por Peres y tienen la sensación que son parte de un equipo que acompaña al presidente de más peso, quizás el mas respetado, de 62 anos de historia de Israel. “Los israelíes no acostumbran expresar reverencia por ningún líder y dicen a menudo que los cementerios están llenos de gente irreemplazable, pero todos saben que el caso de Peres es diferente”, comenta una de ellas.
Cuando fue elegido presidente, su esposa Sonia de su misma edad, decidió no acompañarle a la residencia oficial a Jerusalén. Ella se quedó en el modesto apartamento de la familia, en el barrio de Ramat Aviv, al norte de Tel Aviv. Tras 60 años de vida en pareja Shimon y Sonia, que se habían conocido en el colegio interno del kibutz Ben Shemen, se separaron. “El presidente está muy solo”, afirmaban algunas revistas del corazón. Los sábados (shabat) sus hijos y nietos le visitan en Jerusalén, para acompañarle en sus únicos momentos libres.
En sus desplazamientos al extranjero su yerno el médico Rafi Valdan , casado con su hija Tzvia, sigue sus pasos a cada momento. “Tiene una salud de hierro, pero prefiero estar cerca, por si me necesita”, dice. Hace poco más de un mes, Peres recibió una dura noticia: a las 12.30 el guardaespaldas desplegado en la puerta de la casa informó que contrariamente a lo habitual, “la Sra. Sonia no ha recogido el periódico”. Los hijos acudieron y descubrieron que había fallecido mientras dormía. Peres fue inmediatamente informado y en los actos fúnebres no escondió su emoción. Después de la semana ritual judía de luto ( la llamada “shiva”) , Peres a pesar de estar más abatido, volvió al trabajo con toda la fuerza.
El lunes en el avión repasa sus discursos previstos en 3 días de estancia en Madrid, hasta el último momento y saluda a los pasajeros israelíes y españoles. España es un país que despierta en él gran interés personal. En cada entrevista que he tenido con él en los últimos 19 años me pregunta sobre temas políticos, culturales y sobre fútbol español, y muy especialmente sobre el Barça que sigue y admira profundamente. “Las estrellas del Barça pueden contribuir a la paz en Oriente Medio y a la juventud de la región más que muchos políticos”, dice Peres que lleva años apoyando ligas infantiles y juveniles de niños israelíes y palestinos.
A los 26 anos ya era director general del ministerio de Defensa. Su carrera pública empezó cuando un día hacía autostop y el fundador de Israel y su protector David Ben Gurion le llevó en coche. Desde entonces no se separó del primer jefe de gobierno de Israel. Peres puede hablar horas de política mundial, del Nuevo Oriente Próximo, de nanotecnología, pero lo que más le hace brillar los ojos es recordar al estadista e intelectual Ben Gurion. De cómo leía sin parar, de cómo aprendió castellano leyendo a Cervantes, de cómo vivía en una pequeña cabaña en el kibutz de Sde Boker, en pleno desierto del Neguev, dando un ejemplo personal a la población a la que llamaba a poblar las arenas del desierto. Peres le cita y recuerda a menudo, pero sólo duda cuando le hablo de sentimientos. “¿Usted le quería? “. Mueve la cabeza, visiblemente incómodo y responde: “Mire, yo siempre le admiré profundamente, fue mi maestro y mi modelo, pero en esa época no teníamos tiempo para pensar en sentimientos. Era necesario crear y cimentar las bases del único Estado del pueblo judío…” Para él son días significativos.
Al fin goza de gran prestigio no solamente en el mundo, donde se le reconoce como gran estadista, sino entre su propio pueblo. Donde están los días en los que muchos le consideraban el gran conspirador de la política israelí, o en el que corría el (falso) rumor que “la madre de Peres era árabe” y que “su familia tiene acciones en la compañía de electrodomésticos Tadiran”. Él, que fue varias veces primer ministro, ministro de Defensa, de Exteriores y que prácticamente cumplió todos los cargos del Gobierno (hasta ministro de Correos) , siempre fue visto con sospecha.
Aunque Israel le debe su poder nuclear, Peres nunca fue un militar en un país en el que parte de los jefes de gobierno más populares fueron héroes de guerra. Hace 3 años fue finalmente elegido por el Parlamento, presidente de Israel, o sea jefe de Estado, casi sin poderes reales, pero con gran influencia moral en la sociedad israelí. “Nosotros ya no somos solamente el pueblo del libro, sino que somos el pueblo del Facebook”, dice Peres. “Los jóvenes de Israel y de los países árabes, que ven todo lo que ocurre en el mundo, serán los responsables del cambio en nuestra región”. Joven o no, el presidente Peres también se ha sumado a Facebook.
DISCURSO DEL PRESIDENTE DE ISRAEL EN EL ALMUERZO OFRECIDO EN SU HONOR POR SU MAJESTAD EL REY DE ESPAÑA
de Embajada de Israel en España, el miércoles, 23 de febrero de 2011 a las 8:55
DISCURSO DE SU EXCELENCIA EL PRESIDENTE DEL ESTADO DE ISRAEL EN EL ALMUERZO OFRECIDO EN SU HONOR POR SU MAJESTAD EL REY DE ESPAÑA.
Majestades, Don Juan Carlos I y Doña Sofía,
Altezas Reales, Don Felipe y Doña Letizia,
Sr. Presidente del Gobierno,
Sr. Presidente del Senado,
Sres. Ministros,
Autoridades,
Señoras y Señores,
Majestad,
Me conmueve estar aquí en el Palacio Real y quisiera agradecerle la cálida bienvenida que me ha brindado su país.
Durante su visita a Jerusalén en 1993 Su Majestad enumeró en la Knéset los desafíos principales a los que se enfrenta el mundo: “la victoria de la democracia, el respeto de los derechos humanos, la universalización del estado de derecho y la erradicación del racismo.”
En los dieciocho años que han transcurrido desde entonces, el mundo ha cambiado hasta el punto de resultar irreconocible. No obstante, los objetivos que indicó Su Majestad entonces siguen siendo vigentes actualmente.
Los ojos de España y los ojos de Israel miran hacia el futuro. Sin embargo en sus miradas se puede ver reflejada la historia de nuestras naciones.
Es ésta una historia escarpada, con elevadas cumbres y con valles abismales. En los últimos mil años hemos sido testigos de tres épocas contrapuestas.
Permítanme que empiece con la Edad de Oro, que duró unos doscientos años. Fue una era de esplendor de los tres pueblos: español, árabe y judío, y un encuentro beneficioso para las tres religiones: el cristianismo, el islam y el judaísmo.
Fue la cúspide de una amistad y la cumbre de una cultura que suscitó la añoranza hacia el pasado y la esperanza hacia el futuro.
Tras ella llegó una época que extendió una oscura sombra sobre nuestras relaciones: la expulsión de Sefarad. Esta época duró unos cuatrocientos años. Los judíos se vieron obligados a abandonar España o convertirse al cristianismo. Cuatrocientos años estuvieron ausentes los judíos de España.
A diferencia de lo que sucedió en otros países europeos, los españoles no convivieron con los judíos cara a cara y los judíos no residieron en España. Entretanto, en España se crearon estereotipos negativos de los judíos.
En la primera mitad del siglo XX, España estuvo sumida en una guerra civil, una sangrienta guerra ideológica.
Casi al mismo tiempo nos tocó a nosotros vivir el Holocausto. Un tercio de nuestro pueblo fue aniquilado, entre ellos un millón y medio de niños.
La tercera época, la presente, comenzó hace un cuarto de siglo, con el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre España e Israel.
Felipe González y yo mismo firmamos el establecimiento de las relaciones en La Haya. Ambos éramos más jóvenes y estábamos muy emocionados. Cuatro horas duró el vuelo a La Haya, para cruzar cuatrocientos años de tristeza.
Treinta y nueve años antes, la ONU había tomado una decisión sobre la creación de dos estados: uno judío y uno árabe.
Israel aceptó la decisión, a pesar de que el territorio que se le había concedido era exiguo, y contenía más fronteras que tierras.
Los árabes rechazaron la decisión y en su lugar declararon la guerra contra el estado que aún no había nacido.
Estábamos solos. Y luchamos por nuestras vidas en condiciones durísimas.
La población árabe era entonces ochenta veces superior a la nuestra, veinte veces superior el número de países y siete veces el número de ejércitos, antes incluso de que tuviéramos tiempo de crear el nuestro.
Ellos tenían aviones y tanques. Nosotros algunos fusiles y ametralladoras. Perder aquella guerra habría puesto punto final a nuestro renacimiento como nación, y quizá habría significado también el fin de nuestra existencia como seres humanos.
Tuvimos que luchar y construir al mismo tiempo. Fundamos un estado y establecimos una sociedad nueva. Convertimos el desierto en una tierra floreciente. Suplimos la pobreza de la tierra con la creatividad científica.
Nacimos como democracia y actuamos como democracia. Las batallas no detuvieron en ningún momento nuestro proceso democrático.
Aparentemente somos la única democracia que, durante sus 63 años de existencia, se ha visto obligada a repeler siete ataques militares, varias intifadas de terrorismo, una incitación desenfrenada y un boicot económico, todo ello con el objetivo de aniquilarnos.
A pesar de las circunstancias no hemos dejado de esforzarnos por alcanzar la paz. Hemos pagado el precio de la guerra sin dejar nunca de estar dispuestos a pagar el precio de la paz.
Cuando se hizo posible la paz con Egipto y la paz con Jordania, les devolvimos la tierra y el agua que habían quedado en nuestras manos a raíz de la guerra.
Cuando fue posible, abrimos también el proceso de negociación de paz con los palestinos.
Acordamos que el pueblo palestino, que no había sido nunca independiente, tuviera un estado, tuviera una tierra y agua en los territorios que les traspasaríamos.
Iniciamos la retirada por iniciativa propia en la Franja de Gaza y la cedimos a la Autoridad Palestina. Desgraciadamente Hamás se impuso sobre la Autoridad Palestina y acabó controlando la Franja convirtiéndola en base de misiles y terrorismo, disparando contra las poblaciones civiles israelíes.
No entendimos entonces, y cuesta entender incluso ahora por qué abrieron fuego. ¿Cuáles fueron las causas? ¿O cuál era el objetivo? Israel se había retirado de Gaza completamente y había indicado que no tenía intención de volver a entrar.
La falta de lógica del terrorismo de Hamás, respaldada por el apoyo iraní, es una muestra de desprecio hacia la paz y ha dañado enormemente las negociaciones sobre Gaza.
Los ciudadanos israelíes le preguntan a su gobierno cómo se puede garantizar que una retirada de Cisjordania no haga que se repita la historia de Gaza.
Aún a falta de una respuesta satisfactoria a esta pregunta, hemos seguido y seguiremos negociando, hasta que surja un modelo apropiado y nuevo de dos estados que conviven en paz: un estado palestino, independiente, democrático que se apoye en una economía basada en la ciencia y la tecnología, junto a un estado israelí democrático con una economía que ya está apuntalada en la ciencia y la tecnología.
La libertad del pueblo y el crecimiento del mercado responderán a las expectativas que se han despertado últimamente también en nuestra zona. Recordemos que en Oriente Próximo había dos estados no musulmanes: El Líbano, cristiano, e Israel, judío. Ambos han sido convertidos en diana de las flechas lanzadas desde todas direcciones.
El Líbano, desgraciadamente, ha perdido su carácter cristiano. Israel defiende su existencia y conservará su identidad histórica también en el futuro.
Hemos vuelto a nuestra lengua. La lengua de los profetas. Nuestros hijos leen la Biblia en la lengua original.
Hemos rehabilitado la tierra de nuestros ancestros, cubierta a lo largo de dos mil años por capas de ruinas dejadas por las guerras y polvo de generaciones.
Hemos respetado y respetaremos todos los lugares santos: los de los cristianos, los de los musulmanes y los de los judíos.
Majestad,
Bajo Su reinado, España se ha vuelto a encontrar a sí misma y es hoy por hoy un país democrático, ilustrado y amante de la paz.
Bajo Su reinado las relaciones entre España e Israel se han restaurado.
España fue anfitriona de la Conferencia de Madrid, la piedra angular del proceso de paz. Y a ese proceso no renunciaremos hasta que alcancemos una paz íntegra.
Quisiera darle las gracias por haber creado Casa Sefarad-Israel, una casa que alberga las nuevas relaciones.
En nuestra biblioteca guardamos un lugar de honor para la herencia española, desde Cervantes hasta Lorca.
También para los libros de arte que incluyen la impresionante contribución artística de España, a través del pincel, el esmalte, la piedra.
En la misma biblioteca guardamos asimismo la herencia judía que nació en Sefarad, desde Maimónides hasta Ibn Gabirol.
Ahora se está desarrollando la colaboración científica entre nosotros. Esta colaboración nos permitirá acercarnos a aquellos objetivos que Su Majestad enumeró en su discurso en Jerusalén.
Majestad,
Aquel acontecimiento y este evento quizá abran la puerta a una nueva Edad de Oro en las relaciones entre las tres culturas tal y como convivieron en España.
Y seremos lo que siempre quisimos ser: cada pueblo con su bandera, pero colaborando conjuntamente en aras del enaltecimiento de la cultura, el progreso la ciencia, la consolidación de la democracia y la consecución de la paz.
Le doy las gracias por hacer que desde este mediodía podamos vislumbrar el amanecer del mañana.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE ISRAEL, EXCMO. SR. SHIMON PERES, EN EL AYUNTAMIENTO DE MADRID
de Embajada de Israel en España, el miércoles, 23 de febrero de 2011 a las 5:21
Presidente Shimon Peres
Ayuntamiento de Madrid
23 de febrero de 2011
Sr. Alcalde,
Señoras y Señores,
En Israel es fácil deducir la edad de una persona.
Si un israelí oye el nombre de Madrid y piensa en el Real Madrid, está claro que es joven.
Si oye el nombre de Madrid y piensa en la Conferencia de Madrid, es señal de que está empezando a hacerse mayor.
Me gustan las palabras de Ogado de la Serena, que escribió: “En Madrid, uno siente que la paternidad está vinculada a la maternidad. Es el único lugar en el que uno no se siente huérfano.”
Esta bella combinación de ciudad pastoral verde y tormentosa creatividad, explica la ausencia de huérfanos en un Madrid joven que se renueva continuamente.
Rabí Yehuda Halevi describe España como “una tierra de numerosos ríos y manantiales, una tierra de trigo, cereales y aceite, abundantes cosechas y flores, y toda suerte de jardines y huertos.”
Y realmente, Madrid está tapizada de verde y le atrae a uno hacia sus bellos parques y jardines.
Madrid es la ciudad europea con la mayor proporción de zonas verdes por persona: 70 metros cuadrados frente a los 20 que representa la media europea.
Uno puede andar entre árboles sintiéndose privilegiado en la Plaza de España junto al monumento a Cervantes mientras sueña que quizá no sería tan mala idea intentar ser Don Quijote en nuestro mundo plagado de cinismo.
Uno puede ir al Triángulo de Oro y visitar el Prado y otros museos impresionantes.
Y rascarse la cabeza con asombro preguntándose: ¿Será verdad que la sabiduría es lo único que no envejece en nuestras vidas?
Puede uno continuar con la exposición de Goya y ver que todo es transparente, o con la de Salvador Dalí y ver que todo está torcido.
Y por supuesto, visitar el Estadio Bernabéu para caminar por la senda trazada por los campeones que llegan al corazón de nuestros hijos.
Y al volver al hotel cambiar los libros de paisajes por los libros de historia.
Porque la Sierra de Madrid han sido testigos de la historia más emocionante que uno pueda imaginar.
Durante cientos de años, fue el centro de la lucha de España por su independencia.
En los últimos cincuenta años Madrid se ha convertido en la ciudad de la paz. ¿Quién podía haber previsto que la Conferencia de Madrid para la Paz en Oriente Próximo representaría la apertura de negociaciones exhaustivas en nuestra dividida región?
Una vez más, Madrid está a la espera de noticias de paz. Nosotros también.
Vivimos con la expectativa de que al final las buenas noticias llegarán. Y cuanto antes, mejor.
Quizá los temblores que han sacudido a nuestra región nos recuerden a todos que aquí, en esta ciudad, un periodo dorado entre pueblos, entre religiones y entre culturas nació y florece aún hoy, una edad sublime en lugar de una edad de lágrimas.
Quizá sea éste el lugar y el momento de convertir la ardua realidad en un futuro prometedor y creativo.
Sr. Alcalde,
Quisiera darle las gracias por su calidad hospitalidad.
Se dice que nadie es extranjero en Madrid, y así es como yo me siento. Las flores de Madrid son una invitación a la paz.
Muchas Gracias
DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL ESTADO DE ISRAEL, SHIMON PERES, ANTE EL CONGRESO
de Embajada de Israel en España, el Martes, 22 de febrero de 2011 a las 7:03
22 de febrero de 2011
Presidente del Congreso, Señor José Bono,
Señores Diputados,
Señoras y Señores,
Buenos días y Shalom a todos
Traigo conmigo bendiciones desde Jerusalén, desde Tierra Santa, para España, un país de gran riqueza histórica y cultural.
España ha conocido la opresión y el aislamiento, las guerras, una guerra civil, pero a final de cuentas ha sido capaz de unirse, liberarse, construir un impresionante mercado, volver a producir una cultura y un arte sin parangón.
En la historia de todos los pueblos hay altibajos. La historia de España ha vivido una Edad de Oro, doscientos años que iluminaron las relaciones entre españoles, árabes y judíos, doscientos años de diálogo entre las tres culturas: el cristianismo, el islam y el judaísmo. En palabras de Su Majestad el Rey: “España está vinculada históricamente a los judíos y a los árabes por lazos de sangre, cultura y civilización”.
La expulsión de los judíos de España inició una era de ruptura entre los dos pueblos, que duró cuatrocientos años.
Y hoy por hoy, España es una sociedad libre, moderada, igualitaria y abierta.
En mi visita de hoy, en esta ilustre cámara, deseo expresar mi profundo aprecio al Reino de España, por el apogeo de su cultura, la magnificencia de su arte, el esplendor de su creatividad, que ha brindado al mundo entero.
La cultura española ha contribuido al mundo con tres gigantes de las humanidades: Cervantes, Picasso y para nosotros, Maimónides.
Quisiera expresar mi gratitud al pueblo español por haber dado la oportunidad de florecer a los mayores pensadores y filósofos judíos .
No hay nadie en el mundo que no conozca las obras de Goya o de Dalí, los fascinantes edificios de Gaudí, los poemas de Lorca. “Don Quijote” nos acompaña en nuestra vida como alternativa que despierta la imaginación.
Con esta visita quisiera profundizar en nuestra amistad y enriquecer las relaciones entre nosotros.
Resulta difícil imaginar la historia de España sin tener en cuenta su profunda implicación en la historia de Oriente Próximo. Asimismo, no se puede entender la historia de Oriente Próximo sin el papel fundamental desempeñado por España.
Desde que recibí la invitación para esta visita hasta hoy, han cambiado las prioridades de Oriente Próximo.
Estamos siendo testigos oculares de fenómenos que no hemos sido capaces de predecir. Quizá estuvieran allí anteriormente, pero no se veían a simple vista.
Se trata de fenómenos más espontáneos que organizados, sin precedentes. No los ha organizado el ejército. Tampoco la religión. Ni un partido. Han explotado como un geiser de las profundidades de la tierra.
Internet, Twitter y Facebook han abierto unos ojos enormes. Y supongo que no permitirán que se vuelva a cerrar los ojos del pueblo, tapar los oídos del mundo.
Estas nuevas tecnologías llegaron en primer lugar a las manos de los jóvenes en el mundo. Y ahora han llegado también a los jóvenes de Oriente Próximo.
Ahora pueden comparar su situación con la de los jóvenes de otros lugares.
El mundo ha sido expuesto. Se puede ver la riqueza y se puede ver la pobreza en las pantallas.
Los nuevos medios de comunicación se han convertido en una fuerza social. Los jóvenes de la región se han asombrado con la falta de libertad, la falta de empleo, la falta de una visión.
Y ya no se puede responder a las expectativas que se han despertado con una mera sustitución de personalidades o cambiando los gobiernos.
Se exige una verdadera solución para salir de la pobreza, para deshacerse de la opresión.
Si no cambia la situación, la pobreza seguirá creciendo y con ella el sufrimiento y la ignorancia, dando lugar al levantamiento de las masas.
Es difícil ser dictador cuando hay transparencia.
La pobreza se genera cuando el crecimiento demográfico natural no va acompañado de un crecimiento económico.
Las fuentes de agua tampoco crecen a medida que crece la población.
Egipto, por ejemplo, ha pasado de tener una población de dieciocho millones de habitantes a unos ochenta y uno en 2010. Es decir, su población se ha multiplicado por siete en cincuenta años.
Sin embargo, el Nilo, la fuente de ingresos principal de Egipto, no ha visto su caudal aumentar ni en una gota.
La única forma comprobada de responder al reto que representa el crecimiento demográfico natural es el crecimiento procedente de la ciencia y la tecnología, que proporciona rentas mayores que la labranza de la tierra.
La tierra tiene límites
La ciencia no los tiene.
La ciencia y la tecnología han convertido al planeta en un mundo global.
La economía clásica está acabada.
Hoy por hoy hay que optar entre la pobreza nacional y la prosperidad global.
La riqueza no procede actualmente de la acumulación de bienes sino del descubrimiento de nuevas oportunidades.
El número de patentes de un país es más determinante que el número de kilómetros cuadrados.
Si la economía es global, el crecimiento tecnológico es individual.
Dos jóvenes crearon Google. Otro joven creó Microsoft. Y el más joven de todos creó Facebook.
No se aprovecharon de nadie. No engañaron a nadie. No robaron a nadie.
Sencillamente inventaron.
Su iniciativa permitió la creación de empresas gigantes globales cuya riqueza es superior a la de muchos países.
Los ejecutivos de las empresas globales son sensibles a la opinión pública y actúan por iniciativa propia a favor de la sociedad.
Las fundaciones que han creado tienen más recursos que la ayuda a la cooperación oficial de muchos gobiernos.
Probablemente los países en dificultades no tienen la posibilidad de cambiar su situación por sí mismos, sin ayuda del exterior.
La mayor parte de los gobiernos se enfrentan a déficits presupuestarios y brechas sociales. Probablemente no sean capaces de ayudar por sí solas.
L a globalización ha creado una capacidad paralela. Como la que se encuentra en manos de las empresas comerciales.
Las empresas tienen medios. Pueden ayudar y están dispuestas a hacerlo.
Están destinados a las personas enfermas en países enfermos.
Es preferible curar a los países para que éstos a su vez puedan curar a sus enfermos.
Estoy convencido de que hay que hacer un llamamiento a las grandes empresas globales para que contribuyan a esta misión. Pueden crear redes económicas modernas basadas en la ciencia y la tecnología casi en cualquier lugar del mundo. Pueden crear filiales de alta tecnología y dar respuesta a los jóvenes desempleados y esperanza a todo el pueblo.
Hablo apoyándome en la experiencia israelí.
En Israel escasea la tierra y escasea el agua. Y sin embargo tiene una agricultura excelente que comercializa zanahorias en Moscú, aguacates en París y flores en Londres.
El secreto israelí radica en la innovación y el desarrollo tecnológico avanzado. El 95% de la agricultura israelí está construida sobre la base de la alta tecnología.
Estamos más que dispuestos a compartir la experiencia y los conocimientos israelíes con nuestros vecinos. Lo hemos hecho con éxito en China y en la India.
Señores Diputados,
En España se inició el Proceso de Barcelona y hoy podemos adaptarlo a las nuevas circunstancias.
Quizá podamos intentar juntos atraer a empresas españolas, palestinas e israelíes para que convertir esta visión en una realidad.
Israel es un país democrático. Cree en la democracia. La democracia de nuestros vecinos es el mejor garante de la paz. La ciencia y la tecnología abren camino a la democracia. Precisamente ahora es el momento de reanudar las negociaciones entre los palestinos y nosotros.
No debemos limitarnos a la expresión de dos estados para dos pueblos sino hablar explícitamente de dos estados democráticos, basados en la tecnología que representen un nuevo modelo para Oriente Próximo.
Me dirijo a nuestros vecinos palestinos y les digo: volvamos inmediatamente a la mesa de negociaciones. Con un esfuerzo concentrado podremos deshacernos del largo conflicto para dejar en herencia a nuestros hijos lo que nos fue negado a nosotros.
Yo sé que hay escepticismo con respecto a la paz debido a la desconfianza entre las partes. La desconfianza no es inamovible. Hemos visto cómo en el pasado los palestinos desconfiaban de que un gobierno de derechas israelí pudiera aceptar una solución de dos estados. Se equivocaban.
Israel dio por supuesto que los palestinos exigirían el regreso de cinco millones de refugiados. Nos equivocamos.
A pesar del escepticismo, Israel respeta los esfuerzos del liderazgo de la Autoridad Palestina, encabezado por Abbas y Farash y su gobierno para construir una infraestructura para un estado palestino en ciernes.
La situación en Cisjordania ya ha mejorado de forma significativa con un 7% de crecimiento el año pasado.
Si Gaza se calma, también podrá disfrutar de los frutos del crecimiento. Para ello debe liberarse de la dudosa creencia de que con el terrorismo se consigue más que con la negociación. Son los propios habitantes de Gaza los que se beneficiarían de invertir sus esfuerzos en la construcción de casas en lugar de misiles. La paz y la libertad de Gaza están en manos de sus propios habitantes.
Nosotros nos retiramos de Gaza y no tenemos la intención de volver a entrar. Nuestra única aspiración es que las madres, todas las madres, puedan dormir sin el ruido de las explosiones. Para nosotros la promesa de seguridad traerá la paz verdadera.
Las negociaciones se inician con grandes brechas proclamadas, con posiciones de partida maximalistas. Se pueden superar no con martillos ni con tambores sino con creatividad, con inteligencia, con paciencia y con un perfil bajo.
La negociación para la paz es un proceso. Cada parte intenta conseguir inicialmente el máximo. Más adelante ambas partes comprenden que hay que sustituir las posiciones de partida proclamadas por posiciones de conclusión pragmáticas y acordadas.
La paz traerá consigo un impulso del turismo, la apertura de industrias modernas e iniciativas empresariales conjuntas en el campo de la energía, el agua, la conservación de la naturaleza, el libre comercio, en realidad en todos los ámbitos y para todos.
Señoras y señores,
Aspiramos a una paz duradera con todos nuestros vecinos, incluidos Siria y el Líbano.
Me dirijo a nuestros vecinos sirios para que no se conviertan en rehenes de Irán. Irán no persigue la paz. Vengan a la mesa de negociaciones sin condiciones previas para que podamos alcanzar un acuerdo.
Al pueblo libanés le digo: no permitáis que Hizbolá convierta vuestra tierra en un campo de batalla. Líbano está destinada a ser un campo de paz. No hay razón alguna para que estemos enfrentados. Y hay muchas y buenas razones para que haya paz entre nosotros.
Oriente Próximo está hoy dividido entre los países moderados que aspiran a la paz y a la libertad, y los países fanáticos que confían en resolver sus problemas utilizando uranio enriquecido y actos de terrorismo.
El fanatismo es un poder destructivo, no contiene un mensaje de esperanza ni para ella ni para los demás.
El terrorismo puede llegar a todas partes, tal y como se verificó en los atentados de los trenes de viajeros.
Irán alimenta a Hizbolá en el Líbano y a Hamás en Gaza con terrorismo y armas. Está crenado células terroristas visibles y ocultas en otros países.
Irán está desarrollando armas nucleares y es una amenaza para los países moderados. La central nuclear iraní representa un peligro para la paz del mundo entero.
Estoy convencido de que el mundo no se arrodillará antes el odio que emana de un líder extremista y fanático como Hamenei, el mayor líder del fanatismo, la incitación y los actos terroristas.
Estoy convencido de que llegará el día en que los líderes de Irán que amenazan a sus compatriotas descubrirán que ellos mismo están amenazados por su pueblo.
Apreciamos enormemente la posición decidida de España sobre la cuestión iraní.
He vivido lo suficiente, tengo suficiente experiencia como para saber que no hay mayor fuerza que la de la buena voluntad.
Éste es el momento para la buena voluntad.
Éste es el momento para la paz.
Terminaré con una frase de Juan Luis Vives: “la primera condición para la paz es la voluntad de alcanzarla”.
Muchas gracias.
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