domingo, 27 de febrero de 2011
LA HERMANDAD MUSULMANA EN JORDANIA
By JONATHAN SCHANZER
El almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército de EEUU, viajó a Jordania este mes para reunirse con el rey Abdullah II, pocos días después que el monarca tomara juramento a un nuevo gobierno y se comprometiera a implementar reformas económicas. El Almirante Mullen parecía estar en la región para reafirmar al nervioso reino que EEUU lo respalda.
Pero si el volátil Medio Oriente de hoy es la nueva normalidad, la presencia del Almirante Mullen puede hacer poco para evitar la inestabilidad en Jordania. Contagiosas protestas políticas han envalentonado a los opositores ya existentes de la monarquía. Por primera vez desde el "Septiembre Negro", cuando los palestinos intentaron secuestrar al país en la década de 1970, un pequeño pero creciente grupo de activistas contra el régimen jordano buscan abiertamente poner fin a la monarquía. Sus nuevos sitios web alegan violaciones a los derechos humanos, corrupción, y cosas peores. Mientras tanto, 36 patriarcas tribales influyentes han advertido de un levantamiento si la esposa del rey, Rania, la Reina, quien es de ascendencia palestina, continúa levantando "centros de poder" que amenazan a los líderes tradicionales hachemitas.
Pero es la Hermandad Musulmana de Jordania, conocida como el Frente de Acción Islámica (FAI), la que puede estar mejor preparada para provocar el descontento popular. En Jordania, como en Egipto, estos islamistas están bien organizados. El rey, tratando de evitar una crisis, se reunió con el FAI a principios de este mes por primera vez en casi una década. El grupo se opone al reciente nombramiento por parte del rey del primer ministro Marouf al-Bakhit, que ellos destacan con razón que no califica como un reformador. Más importante aún, el FAI tiene por objeto modificar las leyes electorales de Jordania. Aquí es donde el rey Abdullah patina sobre hielo delgado.
Si la ley es modificada, el FAI podría recuperar importante poder parlamentario y posiblemente incluso una mayoría. El FAI podría desafiar las leyes laicas de Jordania, los lazos económicos del rey con los EEUU, y la impopular paz de Jordania con Israel.
Por otra parte, si el rey mantiene las leyes electorales del país como estan, el FAI podría intensificar sus protestas y provocar que el rey los reprima con fuerza, debilitando así la credibilidad y prestigio internacional del régimen.
La Hermandad de Jordania, fundada en la misma ideología totalitaria que la rama egipcia, surgió en 1945. Durante la década de 1950, en medio de los desafíos de los pan-arabistas, comunistas, y amenazas políticas internas, el rey Hussein dio la bienvenida a la Hermandad como una "oposición leal". La popularidad del grupo aumentó después de la Guerra de los Seis Días de 1967 y la Revolución iraní de 1979, reflejando las tendencias en el mundo árabe. Los hermanos crearon una red de instituciones sociales y de bienestar, mezquitas y centros religiosos.
SCHANZER
La dinámica cambió a mediados de la década de 1980, cuando la Hermandad de Jordania participó en las protestas contra el régimen. Después de años de permitir que la Hermandad penetre en la sociedad jordana, el rey Hussein se alarmó. Él respondió con una mayor represión, encarcelando a algunos de los líderes de la Hermandad y supervisando más rigurosamente sus actividades.
En 1989, el rey decidió asumir una apuesta estratégica y fueron celebradas elecciones parlamentarias. Tenía la esperanza de cooptar a la Hermandad, haciéndolos jugar con las reglas de una democracia. La Hermandad aceptó su desafío, y presentó candidatos bajo el lema mundial de la Hermandad Musulmana de "El Islam es la solución." A través del sistema de votación en bloque de Jordania, donde los votantes emiten tantos votos como bancas hay en su distrito, la Hermandad ganó 22 de los 80 escaños, convirtiéndose en el único bloque más grande en la cámara baja del parlamento jordano. Otros políticos musulmanes ganaron 14 escaños, lo que dió a los islamistas un total de 36 escaños en la cámara.
Con los islamistas por lo tanto ampliamente representados en el parlamento, las consideraciones internas impedieron la toma de decisiones en política exterior por parte del rey. Durante la Guerra del Golfo de 1991, el rey declaró la neutralidad, mientras que la Hermandad apoyó a Saddam Hussein. Las relaciones se tensaron aún más cuando el rey Hussein participó en las conversaciones de paz de Madrid entre palestinos e israelíes. La Hermandad declaró un día de luto cuando las conversaciones abrieron en octubre de 1991.
Antes de las elecciones de 1993, en un esfuerzo por debilitar a la Hermandad, el rey prohibió los partidos oficiales con lazos políticos en el extranjero. La Hermandad eludió esto cambiando el nombre de su brazo político a "Frente de Acción Islámica." Una vez más ellos se presentaron bajo el lema "El Islam es la Solución", al tiempo que defendían la aplicación de la ley de Sharia y el rechazo a la normalización con Israel.
Sin embargo, el rey hizo una adición más apuntando al poder islamista, en 1993, reemplazando el sistema de voto en bloque de Jordania con el sistema "un hombre, un voto". Además, el rey prohibió las manifestaciones públicas y sermones de las mezquitas. Al final, el FAI se aseguró 16 de 80 bancas, con otros seis escaños para los islamistas independientes. Los islamistas siguieron reteniendo el mayor bloque en la Cámara Baja, pero habían perdido terreno.
Antes de las elecciones de 1997, el FAI amenazó con un boicot si el rey no cumplía algunas demandas. Ellos buscaron repeler la política de "un hombre, un voto", levantar las restricciones a los medios de comunicación, aumentar la autoridad parlamentaria, poner en práctica políticas económicas libres de influencia occidental, y rechazar el tratado de paz de 1994 de Jordania con Israel. Cuando el rey Hussein se resistió, el FAI boicoteó la elección.
El rey Hussein murió en 1999, llevando a su hijo Abdullah al trono. Las relaciones entre el nuevo monarca y el FAI han permanecido inquietas. A través de las leyes electorales de su padre, el rey Abdullah ha mantenido a raya a los islamistas. En 2003, el FAI tomó sólo 20 de 84 escaños, y en 2007, ese número se redujo a seis.
Ahora, con el Medio Oriente inclinandose, el FAI tiene nueva influencia. Si el Rey Abdullah de Jordania restablece las antiguas leyes electorales, los islamistas disfrutarán de nuevo poder parlamentario. Si el rey lo objeta, su poder en la calle está creciendo. Es difícil ver como el apretón de manos de un almirante estadounidense mejorará las opciones del rey Abdullah.
El Sr. Schanzer es vicepresidente de la Fundación para la Defensa de las Democracias.
Fuente: The Wall Street Journal- Este artículo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba
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