martes, 22 de febrero de 2011

APRENDER FORESTACION DE YAAKOV AVINU

Por Ariel Shalem

El Mishkán (Santuario), la viajera "Casa de Dios", construida por los israelitas en el desierto, es una elaborada estructura construida con materiales reales y costosos. Leyendo los pasajes que describen su construcción, uno fácilmente podría ser llevado a preguntar: "Qué tiene que ver con Dios tan grandiosa construcción terrenal?" Sin embargo, el Mishkán es el epítome de la presencia divina. La palabra Mishkán significa "morada" y está también intrínsecamente relacionada con la palabra Shejiná, "presencia".
Parashat Terumah abre con una lista elaborada de los materiales que se utilizarán en la construcción del Mishkán y los instrumentos en su interior. Acerca de la madera, en concreto, el Midrash Tanjuma sobre la parashá nos dice que Yaacov recibió una profecía que sus descendientes, mientras estaban en el desierto, serían instruidos de construir un Mishkán, una morada para Dios. El posteriormente plantó árboles en la tierra de Israel y dio instrucciones a sus hijos de transplantarlos diligentemente a Egipto. Al tomar esta decisión sabia, Yaakov preparó todo un bosque que más tarde proveería al Mishkán con al menos 800 pies cúbicos, o veinte toneladas, de madera utilizable.
Yaakov deseaba participar en la construcción de la casa de Dios, y tomó las medidas necesarias para garantizar su propia participación. Quizás más significativamente, las acciones de Yaacov expresan las enseñanzas de nuestros sabios: "Quién es sabio? Aquellos que prevén las consecuencias de sus acciones." Yaakov tuvo la sabiduría para proyectar la necesidad de grandes cantidades de madera en el desierto del Sinaí, un entorno que no podía sostener la madera. Por lo tanto, miró hacia adelante y creó una solución sostenible para las necesidades sagradas de los israelitas.
Nosotros también debemos mirar hacia adelante y preguntarnos si estamos creando entornos sustentables para las necesidades de nuestros hijos, nuestros nietos y nuestros bisnietos. Desde la revolución industrial, nuestros predecesores no se han tomado suficientemente en serio la administración forestal como para garantizar el respeto que Yaakov se ganó por su previsión. De hecho ellos, y nosotros, hemos actuado muy neciamente con los recursos de la creación de Dios. La humanidad, y en particular, el Occidente industrializado, ha saqueado imprudentemente uno de los recursos más valiosos y críticos de la tierra.
Los científicos nos dan una idea de lo que está ocurriendo con los bosques del mundo: la mitad de la superficie terrestre de la Tierra estuvo cubierta por bosques, sin embargo, ahora la mitad de los bosques han desaparecido, de todos los bosques originales que una vez cubrieron la Tierra, sólo el 20% permanece intacto; sólo en Norteamérica, la mitad de las selvas costeras templadas que una vez que se extendían desde Alaska hasta California han sido destruidas...
Las repercusiones del uso excesivo, y el abuso son, en resumen, un aumento en la concentración atmosférica de dióxido de carbono, un importante contribuyente al efecto invernadero, la alteración del ciclo del agua dando lugar a climas más secos, la erosión del suelo que lleva a la sedimentación de los cursos de agua, lagos y presas, y la extinción de especies que dependen del bosque para sobrevivir.
El Midrash Tanjuma también analiza la elección de madera de acacia en la construcción del Mishkán, y explica que la raíz hebrea de la palabra shitim, es decir, de acacia, comparte la misma raíz que la palabra shtut, lo que significa locura. Se hace una conexión: construyendo el Santuario de esta madera en particular, se nos recuerda rectificar la locura que los Hijos de Israel llevaron a cabo con el pecado del becerro de oro.
El vínculo del Midrash entre la acacia y el becerro de oro presenta una conexión casi graciosa, pero conmovedora con la actual correlación de la vida real entre la deforestación y la producción de carne. Según el Centro de Investigación Forestal Internacional, la cría de ganado vacuno ha causado la mayoría de bosques talados en América Latina, decenas de miles de kilómetros cuadrados cada año! La abrumadora mayoría de ese bosque perdido se convierte en pasto, y la mayoría de los pastos son utilizados para el pastoreo de ganado destinado a la exportación final en el mercado internacional. El consumo de carne hoy día puede así representar la búsqueda de nuestro bienestar material a costa de nuestros bosques.
Debemos preguntarnos: "Está Dios presente en nuestro consumo?" Si es así, incluso los materiales más ostentosos y elaborados que se utilizaron en la construcción del Mishkan están garantizados. Pero si no tenemos conciencia de nuestras acciones y nuestro consumo es un producto de la búsqueda de los dioses llamativos y de oro de la sociedad de consumo, entonces no hemos creado un lugar de morada para Dios en nuestras acciones o en el mundo.
Línea de Acción sugerida:
. Limitar en serio tu consumo de carne como parte de tu compromiso para evitar la deforestación y otras "locuras" ambientales. Siempre y cuando compres carne, elige la carne producida localmente y orgánica de una fuente confiable.

Ariel Shalem está estudiando para la ordenación rabínica en la Yeshiva Bat Ayin de Israel.
Fuente: The Jerusalem Post- Esta nota fue traducida especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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