viernes, 25 de febrero de 2011

EL VERDADERO OBJETIVO DEL SHABAT

EL VERDADERO OBJETIVO DEL SHABAT

“Y convocó Moshé a toda la congregación de los Hijos de Israel y les dijo: Éstas son las cosas que ordenó HaShem para que las hagan: Seis días se trabajará y el séptimo será para ustedes Sagrado; Shabat consagrado a HaShem” (Shemot XXXV 1-2). Así comienza la Perashá de esta semana, cuyo nombre “Vaiakel”, significa en hebreo “Y convocó”. Y precisamente el Midrash observa que en ninguna parte del Séfer Torá, una Perashá comienza con esta palabra, más que en ésta.
El Midrash detalla que HaShem se dirigió a Moshé de la siguiente manera: ‘Reúne grandes comunidades, cada Shabat, y habla con ellos en público sobre temas relacionados con el Shabat. Y todo esto, para que congreguen en los Baté Kenesiot (Sinagogas) y Baté Midrashot (Casas de Estudio), para estudiar la Torá; para saber qué es lo que está permitido y qué es lo que está prohibido’. A su vez, Moshé le dijo a Su Pueblo: ‘Si cuando llega el Shabat, ustedes se reunirá a cumplir la Voluntad Divina, estarán coronando a HaShem como Rey del Mundo’. Y fue de aquí que Nuestros Jajamím aprendieron: ‘No fue otorgado al Am Israel el Shabat y los Yamim Tobim (Días Festivos), sino para que se dediquen a estudiar Torá.
Muchas personas están demasiado ocupadas en sus trabajos durante los días de semana, y no siempre tienen tiempo de cumplir con un horario fijo de estudio de Torá. Pero cuando llega el Shabat y los Yamim Tobim, están libres de compromisos y ocupaciones, y es ahí cuando es necesario aprovechar cada instante, para dedicarse al estudio de Nuestras Sagradas Escrituras.
Cada persona lo hará según sus posibilidades de capacidad y conocimientos, pues la Torá es una Luz que aclara todo tipo de dudas. Como está escrito: ‘Porque la Mitzvá es una vela, y la Torá, su Luz’. Esa pequeña cuota de estudio de Torá que la persona adquiere en cada Shabat y Ion Tob, le permitirá iluminar su camino y vislumbrar la Vida con mayor convicción.
(HaMeir Nº 690)”

EL TAJASH: UN ANIMAL ÚNICO

La Torá nos relata que el Mishcán (Tabernáculo) estaba construido de manera que pueda ser desarmable y portátil. El techo no era sólido sino que se extendía en la parte superior una especie de toldo de cuero. ¿De qué animal se obtenía la piel para la cubierta del Mishcán? Del ‘Tajásh’. Este espécimen no lo encontraremos en la selva, ni en los zoológicos, ni en las enciclopedias. Rash”í señala que este animal no vivió ni antes ni después de la construcción del Mishcán, sino que HaShem la creó especialmente para tal fin, y luego desapareció del reino de la naturaleza.
Su nombre Tajásh es traducido por Onkelós como ‘Sasgoná’, que significa aproximadamente ‘orgulloso’ Y ciertamente dicho animal tenía razones para serlo: era muy bello y singular. Parecido a una cabra con un solo largo cuerno en la frente, tenía una vistosa piel que mostraba tintes multicolores a través de todo su cuerpo.
El Tajásh fue un regalo del Creador, que nos brindó por única vez, para que erijamos un Santuario donde agradecerle por sus bondades.
(Recopilado por Hámaor)


EL ELEMENTO MÁS IMPORTANTE

PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL MISHCÁN

La noticia corrió como reguero de pólvora en el Campamento Hebreo del desierto: Moshé Rabenu transmitió la orden de HaShem de comenzar a construir el Mishcán. Hay que reunir oro, plata, bronce, piedras preciosas y otros objetos de valor. Hay que ponerse a trabajar duramente, y al mismo tiempo con arte y precisión, para los Objetos Sagrados del Mishcán. Mas los hijos de Israel no tomaron dicha tarea como una pesada carga o un molesto compromiso, sino que la consideraron como una ansiada oportunidad para componer el más grave de los pecados que se cometieron: El Cumplimiento de la Mitzvá (el Precepto) de construir el Mishcán, contribuirá a expiar la adoración del becerro de oro. El incomprensible acto de idolatría provocó que la Shejiná (El Espíritu Divino) se retire del Am Israel. Y ahora, el Mishcán se constituirá en la Morada Terrenal que propiciará el retorno de la Shejiná al seno del Pueblo de HaShem.
Hombres, mujeres y niños se movilizaban de un lado para otro plenos de entusiasmo y emoción. ‘¡El día tan esperado, en el que HaShem nos perdonará, está por llegar!’ Diamantes, rubíes, oro, plata, maderas de cedro, púrpura, seda... Baruj HaShem (¡Bendito D-os!), hay de todo y en una cantidad mucho mayor de la solicitada por Moshé, al punto de tener que hacer correr la voz en medio del campamento: ‘¡Ya no traigan más! ¡Es suficiente!’
De repente, la algarabía se transformó en consternación: La lista casi completa de elementos conseguidos, registraba la falta de la ‘piel del Tajásh’, que se necesitaba para la parte superior del Mishcán.
‘¿Qué es el Tajásh?’, se preguntaban. Nadie sabía responder. ¿Acaso HaShem pidió traer un animal difícil de conseguir o que directamente no existe? Buscaron infructuosamente algún Tajásh; trataban de encontrar la manera de satisfacer el requerimiento de Moshé, pero sin resultado. Y todas las familias de Am Israel regresaron a sus casas sumidos en la congoja... La decepción y la angustia tenían su justificación. La falta de ese extraño animal impedía que la Shejiná vuelva a morar en el Campamento Hebreo. Las posibilidades de ser perdonados se esfumaban. Pero... ¿Qué debían haber hecho y no hicieron? ¿Cómo salir del problema..?
Cuando la desesperanza ya tocaba fondo, asoma un rayo de luz y comienza a disipar la espesa nube que oscurecía los corazones de los Hijos de Israel en los últimos días. Un contenido júbilo fue contagiando a uno por uno. ‘¿Será cierto? ¡Parece que por fin apareció el Tajásh!’
Al confirmarse la noticia, todo el mundo salió de sus casas a abrazarse y festejar con lágrimas de alegría. ‘¡Ahora podemos terminar con la construcción del Mishcán!’, gritaban alborozados. ‘¡Serviremos a HaShem como Él se merece!’ ‘¡Seremos perdonados de nuestros pecados!’
A la luz de los hechos relatados, aparece el motivo por el cual HaShem dio la orden de incluir la piel del Tajásh entre los elementos del Mishcán. Porque el Mishcán no se componía sólo de oro, plata, diamante, púrpura y otros materiales preciosos, sino (y muy especialmente) estaba compuesto y cimentado de una materia prima que no se veía, pero que se sentía: el corazón de cada Iehudí, ansioso y sediento por cumplir con la Voluntad del Eterno.
El profundo anhelo por encontrar la forma de servir a HaShem mediante Sus Preceptos, es una parte indivisible de la filosofía de la Torá. Sufrir por verse obstaculizado, y alegrarse por poder transitar sin inconvenientes en el Camino de las Mitzvot, habla claramente del amor que siente el Iehudí por el Creador y Sus Ordenanzas.
Esta reflexión surge a través de lo que vimos en el episodio del Tájash. La angustia por obtenerlo y la algarabía por haberlo encontrado, fueron los factores que inclinaron la balanza a favor de perdonar a los que dieron rienda suelta a su desenfreno alrededor del becerro de oro. Y por eso HaShem, al encomendar la construcción del Mishcán, anunció: “Y moraré dentro de ellos”. No dijo”…dentro de él” (del Mishcán), sino “dentro de ellos”, dentro de cada uno y uno de los integrantes del Pueblo de Israel.

(Halijot Olam – Vaiakel)



LA CARIDAD POR UN LADO,
Y LOS NEGOCIOS POR OTRO

En la casa de Rabí Zusia M´Anipoli reinó siempre la pobreza y la carencia de lo mas esencial para vivir. Los que allí habitaban, hacia mucho que no veían una ropa nueva. Mujer al fin, la Rabanit encontró la manera de estrenar vestido: consiguió una tela, y se la llevó al sastre de la ciudad, a quien le iba a pagar con sus ahorros de varios años.
Después del tiempo estipulado, la Rabanit regresó a la casa del sastre a retirar el vestido, y percibe que de los ojos del modisto brotaban lágrimas.

-¿Por qué llora? ¿Lo puedo ayudar? – le preguntó la mujer.
El sastre le contó lo sucedido:

Mi hija se comprometió días atrás. Ayer llegaron los parientes del novio a esta casa y vieron que yo estaba preparando un vestido nuevo. Creyeron que era para mi hija. Pero ellos no saben que yo no tengo dinero ni para comprar la tela. Cuando sepan que el vestido no es mío, tendremos problemas, porque yo no pude aportar ni siquiera un vestido decente para mi hija. Y ella… -los sollozos lo interrumpieron – sufrirá mucho… Hasta se puede decir que todo el compromiso peligraría…

-No se preocupe dijo la Rabanit-. El vestido realmente es de su hija. Quédese con él y… ¡Mazal Tob!

-¿Y dónde está tu nuevo vestido? – le preguntó Rab Zusia a su esposa, que la vio venir de la casa del sastre con las manos vacías.
La mujer le relató a su marido lo que pasó.

-Ah, muy bien. Te felicito- le dijo Rab Zusia-. Y dime… ¿Le pagaste al sastre por su trabajo?

-Pero… ¡Si le di toda la ropa como regalo!

El pobre sastre- le explicaba Rab Zusia a su esposa-, trabajó días y noches para satisfacer tu pedido, no para hacer lo que su hija le pidió. Ansioso estuvo todos estos días, esperando recibir el pago de su esfuerzo, con el cual seguramente alimentará a su necesitada familia. Ahora, es cierto se quedó con la ropa, pero ¿Por qué el sastre tiene que quedarse sin cobrar por lo que hizo? ¿Por qué a ti se te ocurrió regalarle el vestido a su hija…?

La Rabanit captó el mensaje y, además del preciado regalo que le dejó, regresó a la casa del sastre para pagarle…

(Ma-asehem Shel Tzadikim II 372)




TRABAJOS PROHIBIDOS EN SHABAT

APAGAR

1- Está prohibido apagar fuego o luz en Shabat, de cualquier manera que sea, con la mano o con soplo, con el pie o vertiendo agua. No se debe abrir la puerta de un horno encendido a fin de apagarlo.

2- Todo incendio peligroso, ante la duda de poder causar víctimas como ancianos o criaturas que no tienen posibilidad de salir pronto a un lugar seguro, o personas durmiendo, etc., debe apagarse de inmediato.

LEYES DE MUKSÉ

(Objetos que no se pueden tomar en Shabat)

1- Todo objeto que se utiliza para trabajos prohibidos en Shabat, no se deben tomar en Shabat, por ejemplo: martillo, tijera, metro, pluma, lámpara, (aún apagada), cartas comerciales, billetes, cheques, dinero, etc.

2- Está prohibido tomar fruta que cayó del árbol en Shabat o una flor que fue arrancada en Shabat, un huevo puesto en Shabat, peces o pájaros aprisionados en Shabat en una red que se colocó antes de Shabat.

3- La prohibición de tomar todo lo arriba mencionado y que llamamos Muksé se debe a varias razones:

a- por temor a que se olvide que es Shabat.

b- Por temor a que haga con dicho objeto un trabajo prohibido, en Shabat.

c- No sea que llegue a transgredir la prohibición de la Torá de desplazar un objeto de un lugar a otro, pasando por un lugar público.

4- Está prohibido el tomar en Shabat el Shofar, Tefilín, Lulav, a pesar de que dichos objetos sirven para cumplir una Mitzvá.



(“HAMAOR”; Tomo 2; Kolel MAOR ABRAHAM-KÉTER TORÁ; Ediciones HAMAOR-MÉXICO).-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.