7/05/2011
Por MICHAEL OMER-MAN
El 5 de junio de 1967, aviones de combate israelíes lanzaron un ataque sorpresa contra los ejércitos árabes, comenzando la victoria más sorprendente que Tzahal ha logrado vez alguna.
A mediados de mayo de 1967, Israel se vio envuelta por una espesa tensión mientras una sensación de catástrofe inminente llenaba el aire. Escaramuzas casi constantes sobre el uso del agua a lo largo de la frontera con Siria se habían intensificado recientemente cuando la Fuerza Aerea Israeli derribó a seis aviones de combate sirios MiG-21. Egipto estaba moviendo varias divisiones blindadas dentro de la península del Sinaí. Y justo después de dos décadas del Holocausto, todos los días programas de radio en hebreo transmitidos desde El Cairo y la Ramallah controlada por Jordania prometían aniquilar al joven Estado de Israel. Luego, el 22 de mayo, el presidente egipcio Gamel Abdel Nasser anunció que "La bandera de Israel no pasará por el Golfo de Aqaba," y cerró los estrechos de Tirán al tráfico marítimo con destino a Eilat. Estuvo rápidamente claro - la guerra era inminente.
Después de la guerra de 1956, el frente egipcio se había calmado considerablemente después que Israel devolvió el Sinaí, pero las comunidades en el norte continuaron experimentando tiroteos y esporádicos bombardeos, incursiones transfronterizas e inquietud general. Siria estaba patrocinando ataques terroristas desde su territorio y territorio jordano, pero los combates más intensos tuvieron lugar sobre las fuentes de agua. En 1965, Siria comenzó a trabajar para desviar el flujo de agua de las Alturas del Golán lejos de Israel y el Kinneret, una medida que de tener éxito hubiera reducido el ya pequeño suministro de agua de Israel en un tercio. El ejército israelí, decidido a evitar el proyecto de desviación de agua Siria, lanzó ataques periódicos sobre el Golán, dando lugar a un tira y afloja de dos años entre los militares de ambos países que vieron a las ciudades y kibutzim del norte regularmente aterrorizados por andanadas de fuego de artillería.
A principios de 1967, cuando los incidentes armados fronterizos aumentaron en frecuencia e intensidad, la región cada vez más pareció estar entrando en pie de guerra. Uno de los enfrentamientos más graves tuvo lugar a principios de abril, cuando un tractor israelí cerca del Kineret fue atacado por el ejército sirio. Después de un intenso intercambio de fuego de artillería, Siria envió aviones de combate, seis de los cuales fueron derribados por los pilotos de combate de la Fuerza Aerea Israeli, que persiguió a los sobrevivientes MiG-21 todo el camino hasta Damasco. Al día siguiente, el ministro sirio de información declaró que la lucha sería "seguida por batallas más severas hasta que Palestina sea liberada y la presencia sionista termine." De hecho, las batallas casi constantes en el Golán finalmente conducirían a una guerra total que amenazó la existencia misma de Israel.
En 1966, presuntamente bajo presión soviética, Egipto y Siria habían entrado en un pacto de defensa mutua, comprometiéndose a declarar la guerra en nombre del otro si uno de los países era atacado. De hecho, en el período previo a la Guerra de los Seis Días, la Unión Soviética desempeñó un papel clave en la escalada de la situación. El 13 de mayo de 1967, Nasser recibió un mensaje de Moscú, diciendo que Israel estaba reuniendo tropas en la frontera con Siria antes de una inminente invasión, el presidente egipcio sabía que la información era falsa por su propia inteligencia. Sin embargo, al día siguiente del Día de la Independencia de Israel (15 de mayo en el calendario gregoriano) y un día antes de las falsas predicciones soviéticas de la invasión israelí a Siria, Nasser ordenó a las fuerzas de mantenimiento de paz en Sinaí, un movimiento que convenció a los dirigentes israelíes que los tanques egipcios acumulados en el Sinaí se dirigían hacia Jerusalem y Tel Aviv. Agregandose a la paranoia justificada, ese mismo día, radio El Cairo difundió un mensaje: "La hora pico ha llegado. Ha llegado la batalla en que vamos a destruir a Israel."
En un intento desesperado de distensión, el 19 de mayo, los diplomáticos israelíes enviaron frenéticamente cables a las capitales de todo el mundo, declarando que en tanto Egipto no cerrara el Estrecho de Tirán - su arteria hacia el este, incluyendo el acceso al petróleo de Irán - no iniciaría las hostilidades. A través de París, Washington y Moscú, Jerusalem estuvo enviando un mensaje explícito a El Cairo: Un bloqueo naval sería considerado un casus belli. En ese momento, decenas de miles de tropas egipcias y cientos de tanques se habían desplegado ya en el previamente desmilitarizado Sinaí - una zona de amortiguamiento llena de fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU para impedir un ataque sorpresa. Tres días más tarde, pesar de la advertencia de Israel, Egipto, sin embargo anunció que estaba cerrando el Estrecho de Tirán. "La bandera de Israel no pasará por el Golfo de Aqaba," dijo Nasser en un discurso.
En las dos semanas entre el bloqueo egipcio en Eilat y el estallido de la guerra el 5 de junio, Israel comenzó los preparativos rápidos y frenéticos para lo que creía que tenía por delante. Casi la totalidad de la fuerza de reserva de Tzahal fue llamada a servicio activo, vaciando las calles, cerrando la economía y aumentando la sensación de catástrofe inminente. Se ordenó construir una cantidad apocalíptica de ataúdes los parques públicos estaban dispuestos a convertirse en cementerios improvisados. El país estaba esperando una masacre. El mensaje de Egipto estaba claro. Radio El Cairo, transmitiendo en hebreo, enviaba mensajes constantemente a la población israelí (similares a los del siguiente vídeo [en hebreo]): "Nasser, Nasser, estamos detrás de ustedes. Nosotros los aniquilaremos, los incineraremos."
(Aca va el 1º video)
http://www.youtube.com/watch?v=SUH-1kkMdUY&feature=player_embedded
Si la guerra aún no había sido claramente inminente, los acontecimientos que tuvieron lugar en la semana siguiente lo fueron más. El 29 de mayo, en un discurso ante el parlamento egipcio, Nasser dijo: "Ahora la cuestión que nos ocupa no es el Golfo de Aqaba, el estrecho de Tirán o la retirada de la UNEF [del Sinaí], sino los derechos del pueblo palestino." Describiendo la importancia entendida de aquellas palabras en aquel momento, el destacado diplomático israelí Abba Eban dijo después del discurso de Nasser, que "llevó el conflicto hacia atrás más allá del contexto marítimo, para colocar el signo de interrogación de lleno en la supervivencia de Israel." El 30 de mayo, Jordania, que previamente había sido alentado por Israel a mantenerse al margen de la lucha inminente, firmó un tratado de defensa mutua con Egipto, y por defecto, con Siria. Israel fue rodeado repentinamente por masivos ejércitos árabes preparados para llevar a cabo su intención declarada de destruir al joven estado y su gente.
En los últimos días antes de la guerra, Egipto había reunido 100000 soldados, junto con cerca de 1000 tanques en el Sinaí. En Jordania y Siria, otros 110000 soldados se reunieron con el fin de atacar y destruir al estado judío. Una sensación de muerte cubrió el país. Israel, sin embargo, con el entendimiento que una amenaza existencial estaba esperando en sus fronteras, estaba decidido a hacer un intento desesperado por ganar la mano. En la mañana del 5 de junio de 1967, aviones de combate israelíes volaron por debajo del radar y lanzaron un ataque sorpresa en todos los campos de aviación de los masivos ejércitos árabes esperando atacar, comenzando la victoria más corta y más sorprendente que Tzahal ha logrado jamás. A pesar de la sensación de que sólo veintitantos años después del primero, un segundo Holocausto era inminente, Israel vivió para ver otro día, con la ayuda de lo que muchos en el momento creyeron era la intervención divina.
(Aca va el video 2)
http://www.youtube.com/watch?v=0eXqlMCxNws&feature=player_embedded
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Esther Sheine especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.