jueves, 23 de junio de 2011

YALE A PUNTO DE CERRAR EL ESTUDIO INTERDISCIPLINARIO DEL ANTISEMITISMO

Por Alan Dershowitz
15/6/11

En una época de creciente -- y cada vez más complejo -- antisemitismo a traves del mundo, la Universidad de Yale ha decidido cerrar la Iniciativa Yale para el Estudio Interdisciplinario del Antisemitismo (YIISA). Fundada en 2006, YIISA es dirigida por un distinguido estudioso, Charles Small, con una reputación internacional de investigación interdisciplinaria seria. La decisión precipitada de cerrar YIISA, tomada sin siquiera una semblanza del debido proceso y transparencia, no podría haber llegado en peor momento. Tampoco podría haber enviado un mensaje peor.
Recientemente regresé de un viaje al extranjero - Inglaterra, Noruega, Sudáfrica, entre otros países - en el que experimenté el rostro cambiante y creciente aceptación del antisemitismo. A veces se escondía detrás de la fachada del antisionismo, pero cada vez más el odio era dirigido contra los judios, el Judaísmo, la cultura judía, el pueblo judío y el concepto mismo de un estado judío (por parte de gente que está a favor de la existencia de muchos estados musulmanes).
En Inglaterra, un destacado y popular músico de jazz arremete contra el pueblo judío, niega el Holocausto y pide disculpas a los nazis por haber comparado una vez al estado judío con la Alemania nazi, ya que en su opinión, Israel es mucho peor. En Noruega, un destacado profesor critica abiertamente al pueblo judío como grupo y a la cultura judía como una desviación colectiva. En Johannesburgo, la universidad rompe sus lazos con una universidad israelí, mientras que en Ciudad del Cabo un titular de un periódico me da la bienvenida con las siguientes palabras, "Dershowitz no es bienvenido aquí" y es encontrada una excusa para cancelar una conferencia programada por mí en la universidad.
A lo largo de mis visitas a las capitales europeas, escucho la preocupación de los estudiantes judíos que están aterrorizados de hablar hacia fuera, usar kipá, estrellas de David o cualquier otra cosa que los identifique como judíos.
En los Estados Unidos, y en particular en las universidades americanas, las cosas no son tan malas. Por supuesto, hay algunas excepciones, como en varios campus de la Universidad de California, donde los estudiantes musulmanes han tratado de censurar a los oradores en favor de Israel y han sido tratados como héroes por hacerlo, mientras que los que apoyan a los oradores en favor de Israel son tratados como parias. Lo mismo ocurre en algunas universidades canadienses también.
Una universidad que ha sido un modelo de tolerancia, hasta ahora, ha sido la Universidad de Yale, donde los estudiantes judíos y pro-Israel se sienten con derechos y cómodos, al igual que los estudiantes musulmanes y anti-Israel. Tal vez esta sea la razón por la que la Administración de la Universidad de Yale no tuvo dudas en dar de baja al YIISA. Puede defenderse fácilmente de las acusaciones de parcialidad al decir: "Algunas de mis mejores organizaciones son judías!" Pero esto no es excusa.
Como la Universidad de Yale se ha negado hasta ahora a la publicación del llamado estudio en el que afirma haber basado su decisión - o al menos mostrarlo a los más directamente afectados - es imposible conocer las verdaderas razones detrás de esta acción controvertida. Las dos ofrecidas por Yale no satisfacen los criterios académicos. La primera, que hay un interés insuficiente de los miembros de la facultad en la iniciativa, simplemente no es verdad. Muchos miembros de la facultad, tanto dentro como fuera de la Universidad de Yale, han apoyado la iniciativa y han participado en sus programas. Yo mismo dí una conferencia y serví en un consejo consultivo. Varios distinguidos académicos de todo el mundo también han participado. Pero aún si fuera cierto, la falta de interés por parte de los miembros de la facultad de Yale en el creciente problema del antisemitismo podría ser un síntoma del problema y no una excusa para negarse a estudiarlo.
La segunda razón afirmada fue una falta de producción académica de esta institución relativamente nueva. Esto también es dudoso ya que numerosos artículos, libros, conferencias y otra producción académica han sido generados en los últimos años - con la promesa de más por venir.
Yo he andado por las instituciones académicas americanas durante más de medio siglo. Nunca antes he visto tal falta de proceso e injusticia en la terminación de un programa. Generalmente, si hay alguna insatisfacción con el programa, los administradores de la universidad se sientan con aquellos responsables y buscan maneras de mejorarlo. Rara vez o nunca el programa es simplemente cerrado, como éste lo ha sido. Yale tiene que dar algunas explicaciones. Aún mejor, debería reconsiderar su decisión, solicitar la opinión de los extranjeros que han participado en el programa y encontrar una manera constructiva de mantener la importante labor de la iniciativa en marcha.
Uno de los temas derechos humanos más importantes del siglo XXI es el de si las acciones de Israel en defensa de sus ciudadanos, o incluso su propia existencia, ofrecerán la nueva excusa para el más antiguo de los fanatismos. No pocas veces ha habido un momento más importante para el estudio interdisciplinario del fenómeno de la difusión del antisemitismo en el mundo de hoy. Yale tiene la oportunidad de estar a la vanguardia de este estudio. En su lugar, ha dado un paso cobarde lejos de la controversia. No es demasiado tarde para deshacer su error.

*Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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