viernes, 24 de junio de 2011

LA REAL VISION PALESTINA




Mahmoud Abbas ve un estado libre de judíos

23/6/11
Por EMANUELE OTTOLENGHI

El gobierno de Obama está ocupado renovando su empuje para las conversaciones de paz de Medio Oriente y los europeos no se estan quedando atrás. Pero, cómo pueden estas conversaciones tener éxito cuando los palestinos claramente no apoyan los ideales democráticos?
El líder palestino Mahmoud Abbas dijo a la Liga Árabe a finales del mes pasado que el futuro estado palestino debe estar libre de todos los israelíes, destacando que su expulsión podría tener lugar "en etapas". Aunque el no señaló explícitamente a los judíos, son pocos los ciudadanos israelíes cristianos, drusos y musulmanes que viven en Cisjordania y Gaza. Su mensaje no pudo ser más claro: un estado palestino será Judenrein, o libre de judíos.
Esta es una visión inquietante, por decir lo menos. Nadie que conozca la historia de Abbas, sin embargo, debería sorprenderse: El es un nacionalista palestino, que una vez escribió una tesis que niega el Holocausto, y ha mostrado poco interés en una solución negociada al conflicto palestino-israelí.
La declaración del Sr. Abbas, debió haber provocado una dura respuesta de los partidarios occidentales de la independencia palestina, comenzando por la Unión Europea, cuya política oficial en Medio Oriente pide por un "estado palestino independiente, democrático, viable lado a lado con Israel y sus otros vecinos." En cambio, Bruselas se quedó en silencio. Y ahora, el presidente francés Nicolas Sarkozy está tratando de forzar a ambas partes a la mesa de negociaciones.


Pero esto también es históricamente consistente. La Unión Europea tiene un terrible historial de derechos humanos en el Medio Oriente, aunque a sus responsables políticos les gusta proclamar lo contrario. Hasta hace poco, Bruselas ha sido un gran apoyo financiero y retórico del régimen sirio de Bashir Assad. A pesar de la sangrienta represión de Assad a los partidarios de la democracia, los miembros de la Unión Europea mantienen sus embajadores en Damasco. Lo mismo ocurre con Bahrein. No hay promoción de la democracia por parte de la Unión Europea en Arabia Saudita. Teniendo en cuenta estos antecedentes, el compromiso de Europa con una Palestina democrática es poco más que retórica vacía.
Lo mismo puede decirse de EEUU y el presidente Obama, quien ha apoyado a Israel sólo tibiamente como un socio democrático. El presidente pronunció un discurso sobre Medio Oriente el mes pasado proponiendo que "las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967 con intercambios de mutuo acuerdo." El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó la idea inmediatamente, destacando que aquellas fronteras no son defendibles. Por su parte, los palestinos hace mucho tiempo rechazaron la idea de un intercambio de tierras. Bravo para el liderazgo político de los EEUU.
Los israelíes no abrigan ilusiones acerca de las credenciales democráticas de Palestina. El gobierno israelí siempre ha sido firme en que ningún ciudadano israelí quedaría detrás de una futura frontera. Israel recuerda bien el destino de los judíos bajo el dominio musulmán en el pasado: incluso cuando estaban protegidos por gobernantes benevolentes, los judíos a menudo encontraron persecución, expulsión y matanza en masa ocasional. Bajo el dominio musulmán, el acceso a los lugares santos fue restringido, y muchos fueron profanados y destruidos.
Por qué sería diferente esta vez? Más a menudo que no, el destino de las minorías en el Medio Oriente ha sido sangriento y cruel. Los chiitas sufren bajo el dominio sunita, y viceversa; bereberes y kurdos nunca han gozado de los derechos reclamados por los palestinos, los cristianos están siendo atacados por todas partes en la región, salvo en Israel, Irán persigue a sus minorías bahai, cristianas y judías, Turquía se niega a reconocer a su propia minoría kurda, e incluso en el Líbano, la tolerancia democrática está en declive.
EEUU y a Unión Europea, como democracias occidentales, profesan sostener aquellos valores en alta estima. Pero un estado que aspira a ser libre de judíos no puede ser una democracia. Cualquier conversaciones que pretendan lo contrario son simplemente absurdas.

El Sr. Ottolenghi es un investigador senior de la Fundación para la Defensa de las Democracias y el autor de "Irán: la Crisis en Ciernes" (Profile Books 2010).
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.