miércoles, 29 de junio de 2011

HORA DE IRSE, MUAMMAR

Gaddafi debería aprender de la suerte de varios de sus homólogos en la región y renunciar de inmediato.
13/06/2011
Por JACQUES NERIAH

Casi tres meses han transcurrido desde el inicio de la insurgencia contra las cuatro décadas de gobierno de Muammar Gaddafi.
1. Libia es dividida en dos zonas, que corresponden aproximadamente a la división establecida por el Imperio Otomano - la provincia de Trípoli y la provincia de Cirenaica en el oriente. La guerra civil ha devastado la infraestructura del estado, así como su industria petrolera.
2. La rebelión ha reducido la producción de petróleo en casi un 90%. El sistema de cuotas de la OPEP ha sido debilitado por la necesidad de reemplazar la contribución perdida de Libia, y en su última reunión no hubo acuerdo sobre esta cuestión, causando un aumento en el precio del petróleo.
3. Las fuerzas de la OTAN están luchando una campaña aérea en apoyo a los rebeldes que se ha intensificado desde principios de junio con más ataques sobre el complejo de Gaddafi en Trípoli. Un umbral dramático se ha cruzado con la participación de helicópteros artilleros contra los partidarios de Gaddafi.
4. Por segunda vez desde el final de la época colonial (la primera vez fue contra Saddam Hussein en Irak), las potencias extranjeras están utilizando sus ejércitos para intervenir en la política árabe y sustituir a un gobernante árabe debido a su implacable represión contra la oposición, y con el fin de traer una dramática "larga y compleja" transición a la democracia tal como es descripta por el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
En este contexto, la pregunta es, cuán lejos irá la alianza de la OTAN contra Gaddafi? Van a estar satisfechos con su salida voluntaria, o se mantendrán hasta que sea llevado ante la justicia, ya sea por parte de los próximos gobernantes de Libia o ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya? Gaddafi probablemente debería mirar a su alrededor el destino de otros gobernantes árabes que solían ser sus colegas: Saddam Hussein eligió luchar en lugar de encontrar refugio en un ambiente seguro. Como resultado de ello, fue capturado por tropas americanas, juzgado por un tribunal iraquí por crímenes contra su propio pueblo, y ahorcado.
Zine El-Abdine Ben Ali decidió volar a Arabia Saudita, donde probablemente va a vivir en condiciones de confinamiento hasta el final de sus días.
El ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, está siendo juzgado por jueces designados por sus propios anteriores compañeros del ejército, quienes eligieron en la cima de la crisis enviarlo a la residencia presidencial en Sharm e-Sheikh, porque el no quería abandonar el país. Mubarak, quien probablemente está sufriendo una enfermedad terminal, había pedido a morir dentro de las fronteras soberanas de Egipto, y se le prometió inmunidad, probablemente con el fin de convencerlo para que renuncie y delegara sus poderes en el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. El probablemente morirá en la cárcel.
El presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh salió de su país (temporalmente) a Arabia Saudita para recibir atención médica después de ser herido por un mortero que cayó en su patio y causó graves quemaduras en más del 40% de su cuerpo. Saleh probablemente continuará en Arabia Saudita.
Bashar Assad de Siria está luchando por su régimen y su vida. Los rumores sobre que su esposa y su familia han encontrado refugio en el Reino Unido han sido negados. La crisis sigue creciendo, sin un final a la vista.
ADEMAS Gaddafi debe sopesar cuidadosamente los comentarios de Leon Panetta durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Servicios Armados del Senado. El Director de la Agencia Central de Inteligencia y el candidato del presidente Barack Obama para suceder a Robert Gates como secretario de Defensa dijo que era importante empujar a Gaddafi del poder: "Si Gaddafi se mantiene, creo que eso envía una señal terrible a estos otros países" - refiriéndose a otros países árabes enfrentando levantamientos populares.
En vista de lo anterior, se han filtrado noticias que el hijo de Gaddafi, Seif El-Islam se ha acercado a los rebeldes en los últimos días para negociar la salida de su padre del poder. Gaddafi parece haber señalado que preferiría permanecer en un remoto pueblo de Libia de por vida, pero los rebeldes se han negado rotundamente a su propuesta, ya que no pueden permitirse las fuerzas de seguridad que serían necesarias para evitar su asesinato.
En cambio, Sudáfrica y Senegal han sido señalados como los países que podrían ofrecerle un refugio seguro, pero el líder libio también puede encontrar refugio en una docena de estados africanos, como Zimbabwe, donde tiene inversiones y la protección de persecución por crímenes de guerra.
Según se dice, Turquía y Sudáfrica están trabajando en una solución.
En este momento, los enfrentamientos entre los insurgentes y los partidarios de Gaddafi se centran en Misrata, pero la evaluación es que las tropas rebeldes llegarán a Trípoli en pocas semanas, por lo que los días de Gaddafi en el poder están contados.
Gaddafi debe ser conciente de los acontecimientos a su alrededor. Aún cuando es descripto como excéntrico y a veces irracional, el debe comprender que ahora es el momento de irse.

El autor es analista político de Medio Oriente y ex consejero diplomático del fallecido Yitzhak Rabin.
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.

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