jueves, 30 de junio de 2011
El Papa homenajeó a un cardenal acusado de nazi
Desde Zagreb, la capital de Croacia, en la que ayer inició una visita de dos días que concluirá hoy, el Papa lanzó un vasto ataque contra el laicismo imperante en Europa, al afirmar que “si la religión y la moral son relegados al ámbito privado”, como “pretende el pensamiento moderno más en boga”, “Europa seguirá perdiendo terreno”. Asimismo, en un gesto muy polémico que ya levantó críticas, Benedicto XVI fue a rezar en la tumba del beato cardenal Aloisio Stepinac, un acusado de ser pronazi.
En un diálogo preestablecido con los periodistas durante el breve viaje de una hora y media en avión entre Roma y Zagreb, el Pontífice consideró “justo, lógico y necesario” el ingreso, en 2012, de Croacia a la Unión Europea. También habló de la “crisis de Occidente”. Al cumplirse veinte años de la independencia de Croacia de la Federación Yugoslava, secesión que dio lugar a una guerra civil con Serbia, que hegemonizaba el sistema de seis repúblicas federales creado por el mariscal Tito, que era croata, el presidente agnóstico croata Ivo Josipovic le agradeció a Benedicto XVI que la Santa Sede hubiera sido el primer Estado que reconoció su independencia.
“Fue un gesto decisivo para la supervivencia de Croacia y el cese de la agresión”, dijo Josipovic.
El Vaticano defendió en 1991 la voluntad secesionista de Croacia y Eslovenia , las dos repúblicas con mayoría católica de la Federación Yugoslava, y fue acusado por la Serbia del dictador Slobodan Milosevic de alimentar la guerra civil.
En otro gesto que produjo polémicas y disenso, Benedicto XVI fue a rezar en la tumba del beato cardenal Aloisio Stepinac (1898-1960), que Juan Pablo II beatificó durante su tercer viaje a Croacia, en 1998, como un mártir del comunismo.
Stepinac fue considerado un colaboracionista del régimen pronazi de Ante Palevic , el jefe de los terribles ustachás, quien huyó tras la Segunda Guerra y se refugió en la Argentina, donde vivió bien protegido hasta junio de 1955, para morir años después en la España del general Francisco Franco. El Papa defendió la figura de Stepinac. Dijo que “fue un gran ejemplo no solo para los croatas sino para todos nosotros”.
El régimen del mariscal Tito encarceló al arzobispo de Zagreb acusándolo de haber sido cómplice de Pavelic y la dictadura de los hustachás. Benedicto XVI, en su diálogo con los periodistas en el avión, dijo que Stepinac “combatió contra dos dictaduras diferentes y contrastantes”: el régimen hustachá, “manipulado por Hitler”, y el comunista del mariscal Tito. El Papa invocó “la intercesión y la ayuda del beato Aloisio Stepinac, pastor amado y venerado por el pueblo”, ante “los desafíos que interpelan hoy a la Iglesia y la sociedad” croatas.
Benedicto XVI pronunció un discurso ante un millar de representantes de la sociedad croata en el teatro Nacional y presidió una vigilia con miles de jóvenes en la plaza central de Zagreb. Hoy esta previsto que alrededor de 400 mil fieles participen en el hipódromo de la capital de una misa campal que oficiará el pontífice.
En su discurso en el teatro Nacional, el Papa volvió a defender las raíces cristianas de Europa y auguró a Croacia, habitada por un 90% de católicos, que sostenga la línea de que “la religión no es una realidad separada de la sociedad, sino una componente connatural suya que pide constantemente que se escuche a Dios”.
Clarin
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