LA TORMENTOSA PRIMAVERA DE SIRIA

Por Bruce Maddy- Weitzman

El 31 de enero, el Presidente Bashar Assad de Siria dijo orgullosamente al "Wall Street Journal" que Siria era inmune al tsunami de protestas populares que habian superado al presidente pro-occidental de Tunez y estaban por hacer lo mismo en Egipto. A diferencia de aquellos regimenes, el declaro, su gobierno y el publico sirio tenian ideas afines sobre temas centrales, especialmente la necesidad de apoyar a la "resistencia" libanesa y palestina contra Israel y mantener una actitud reservada hacia EEUU.
Desde entonces, dos meses de protestas rapidamente difundiendose han resultado en el desafio mas serio para el regimen en decadas, marcado por las muertes de mas de 800 manifestantes contrarios al regimen a manos de las fuerzas de seguridad y el encarcelamiento de muchos miles. Aun cuando el regimen parece aun tener la mano alta en el terreno, su espacio de maniobras se ha achicado drasticamente y su legitimidad puede bien haber sido fatalmente comprometida.
Conformando una entidad viable y cohesiva politica de la antiguamente heterogenea otomana, las tierras sirias estuvieron tensionadas con dificultades desde el inicio. La Siria independiente posterior a 1945 era una entidad debil e insostenible, el punto focal de rivalidades intra-arabes y sovietico-americanas; entre 1958 y 1961, incluso ceso de existir, habiendose entregado esencialmente a Gamal Abdel Nasser de Egipto en el nombre de la unidad arabe. Con el tiempo, el poder paso a manos de oficiales del ejercito, particularmente aquellos pertenecientes a la pequeña comunidad alauita (un 10-12% de la poblacion), que gobernaron sobre la mayoria sunnita musulmana de Siria, y las comunidades drusa y cristiana en el nombre de una identidad arabe comun.
Fue solo despues que Hafez Assad tomo el poder en noviembre de 1970 que Siria logro gradualmente una medida de estabilidad interna. Cabe decir, el camino continuo siendo escabroso: una violenta rebelion fue derrotada a gran costo, incluyendo el bombardeo del viejo barrio de Hama y las muertes de unas 20000 personas.
Al desarrollar mayor capacidad estatal, burocratica y militarmente, Siria se convirtio en un actor regional con alguna influencia, particularmente en Libano y el bando palestino. Mas generalmente, Assad busco una politica exterior pragmatica, maniobrando a traves de campos de minas regionales manteniendo todas las puertas de politica exterior abiertas: al Occidente, a los estados arabes conservadores, a su vital aliado en Teheran desde la revolucion islamica de 1979, y finalmente a Turquia.
El apresurado nombramiento de Bashar como presidente en mayo del 2000, luego de la muerte de su padre, no habló bien de las instituciones estatales sirias. Pero, Bashar, educado en Londres genero esperanzas tanto en casa como en el exterior de reformas politicas y sociales en lo que habia sido largamente un estado policiaco. Pero las señales iniciales de liberalizacion y apertura que alentaron a los aspirantes a reformadores de Damasco fueron rapidamente reemplazadas con represion como de costumbre, aun cuando muchos miembros de la vieja guardia del aparato de seguridad fueron reemplazados por una camarilla mas joven leal a Bashar.
De igual manera, las reformas economicas tales como eran, meramente transfirieron la riqueza del estado a manos de los compinches del regimen, tales como Rami Makhlouf, un magnate empresario que se volvio un punto focal de la furia de los manifestantes.
Los ultimos años han producido de hecho exitos de politica exterior para Assad: una restauracion de la hegemonia de Siria en Libano, una reaproximacion con Turquia, un fortalecimiento de su aliado palestino Hamas, y contribuir a las dificultades americanas en la region. Pero como otros autocratas arabes, Assad fue incapaz o no estuvo dispuesto de tomar ventajas del momento y buscar una estrategia de reforma politica en casa, una condicion sine qua non si el iba a mantener su legitimidad.
La sociedad siria, especialmente su desbordante poblacion joven (con una edad promedio de 21 años) sufre de una variedad de males economicos y sociales conocidos a traves de la region - desempleo, los efectos de la prolongada sequia, alienacion y corrupcion de alto nivel. Sectores especificos, desde los largamente sufrientes kurdos en el nororiente a los sunnitas en ciudades perifericas como Deraa y Baniyas, tienen una medida extra de quejas. Como resultado, y con las protestas de la Primavera Arabe desplegandose alrededor de ellos sirviendo como inspiracion, la completa ausencia de libertad politica y la continuidad de decadas de vieja emergencia estatal ya no podian ser mas justificadas en el nombre de la "resistencia" (muqawwama), el mantra ideologico guia del regimen.
Aun cuando seguian tras los pasos de los jovenes manifestantes arabes expertos en Facebook en otras partes, las manifestaciones iniciales pedian la reforma, no el cambio de regimen. Pero las promesas iniciales de Assad de ser atento a sus demandas probaron ser vacias y un ciclo conocido siguio - crecientes protestas, violenta represion, mas protestas, ahora insistiendo en el cambio de regimen y mas represion.
La elite gobernante alauita, especialmente el circulo interno de la familia Assad, parece haber puesto en circulo los vagones, decidiendo seguir el enfoque usado dos años atras por sus aliados en Teheran para sofocar el disenso, mientras tambien ofrece la zanahoria de un "dialogo nacional." Pero su reputacion en el exterior ha sido severamente dañada: su aliado turco esta avergonzado; los comentaristas arabes y los medios de comunicacion arabes a traves del espectro, e incluso algunos comentaristas iranies, lo han condenado; Hamas, sintiendo el piso temblar en Damasco, corrio a El Cairo a firmar un acuerdo de unidad largamente rechazado con su antagonista Fatah; y los gobiernos occidentales, aun cuando estan dejando en claro que la intervencion militar, a la Libia, no estaba a la vista, han concluido reticentemente que Assad no llevara el manto de la reforma y han comenzado a imponer sanciones. Lo mas importante, la legitimidad del regimen esta hecha jirones, y el futuro de Siria, como sociedad y como entidad politica, se ha vuelto extremadamente sombrio.

El autor es el Investigador Asociado Marcia Israel en el Centro Moshe Dayan para Estudios Medio Orientales y Africanos de la Universidad de Tel Aviv.
Fuente: The Jerusalem Report- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba