lunes, 13 de junio de 2011

LA DIVISION ISLAMISTA DE INGLATERRA

y DOUGLAS MURRAY

En un discurso en Munich en febrero, el Primer Ministro, David Cameron, anunció que su gobierno iba a cambiar las reglas del juego sobre el extremismo de cosecha propia. Habiendo sido uno de los principales exportadores de terroristas en el mundo, Gran Bretaña reformaría sus métodos. Entre otras cosas, ya no financiaría a grupos islamistas extremos. Que esto fuera considerado progreso sugiere el problema.
El martes, por fin, el gobierno publicó su revisión de la estrategia "Prevenir el extremismo violento" del gobierno anterior. A partir de hoy ya no estamos destinados a pagar a la gente que nos quiere matar. Lo cuál - crédito donde es debido - es progreso. La pregunta es si dura.
Poco después del discurso de Cameron, el líder liberal demócrata (y Vice Primer Ministro) Nick Clegg dio un discurso casi exactamente opuesto en Luton. El argumentó, entre otras cosas, la importancia del compromiso con los extremistas no violentos. La revisión de la estrategia "Prevenir" una vez más ha echado luz sobre este desacuerdo fundamental en el corazón del gobierno del Reino Unido y la estrategia de seguridad que Gran Bretaña, y una cantidad de nuestros aliados más cercanos, ha perseguido.
Una línea de "Prevenir" fue destinada a usar el dinero de los contribuyentes para financiar a una variedad de grupos que dicen alejar a los jóvenes musulmanes británicos del extremismo violento. Si la teoría fue pobre, la realidad fue peor. "Prevenir" se convirtió rápidamente en un imán para estafadores, una vaca de efectivo para extremistas y un ejemplo clásico de extralimitación del gobierno. Parte de ella fue risible. Un grupo de boys scouts musulmán en Bristol recibió dinero para nuevo equipo de camping. Un festival de comidas multicultural en Oxfordshire recibió fondos de "Prevenir", como si los habitantes de Banbury no fueran más que un guisado indio lejos de la detonación. Pero tonterías a un lado, "Prevenir" puso de relieve una disputa política y estratégica mayor.
El núcleo del desacuerdo entre Cameron y Clegg es este: Son las personas que son radicales, intolerantes, racistas, homofóbicas, misóginas y más, pero actualmente no violentas en forma activa, el tipo de personas a las que tu debes apoyar, o rechazar? En Munich, el Sr. Cameron expresó su convicción que el pago a los radicales islamistas no violentos para alejar a la gente de los islamistas violentos sería como pagar a fascistas del Partido Nacional Británico para alejar a la gente de la violencia de los neo-nazis de Combate 18.
Pero en el interior del gabinete y la administración pública, el primer ministro encontró una opinión muy diferente: que los extremistas actualmente no violentos deben ser apoyados como un baluarte contra Al Qaeda. A pesar de sus fracasos manifiestos y las divisiones sociales que ha causado hasta la fecha, este punto de vista todavía podría prevalecer. Como un alto funcionario dijo en privado, "El discurso de Munich es opinión personal de [Sr.] Cameron, no política". El Sr. Cameron puede estar en el cargo, pero todavía tenemos que ver si él está a cargo.
Dentro del gabinete el está al parecer luchando no sólo con su vice liberal demócrata, sino también con Sayeeda Warsi (promovido desde la oscuridad a la Cámara de los Lores y al Consejo de Ministros por el Sr. Cameron), quien tiene puntos de vista preocupantes sobre lo que constituye extremismo. Otro conservador, Dominic Grieve, aparentemente ha demostrado ser igualmente obstinado. Pero es en la Oficina de Seguridad y Contraterrorismo del gobierno y especialmente en su director general, Charles Farr, que el Sr. Cameron se enfrenta a su mayor obstáculo; el Sr. Farr por años ha liderado la lucha contra la opinión que las personas que son musulmanas deben ser tratadas exactamente de la misma manera que todos los demás y que el fanatismo es fanatismo incluso si se origina de un musulmán.
El Sr. Cameron tiene algunos aliados sin igual, no menor entre ellos el supervisor independiente de la revisión de "Prevenir", Lord Alexander Carlile, y la Secretaria del Interior Theresa May. Pero los problemas siguen siendo evidentes incluso en la revisión final en gran medida excelente del documento. Casi ninguno de los grupos que han trabajado en contra del gobierno -de hecho contra el estado- son nombrados. Ninguno de los grupos que han robado y estafado a los contribuyentes británicos son avergonzados. Lo que es peor, una de las pocas críticas de organización que viene en el examen es tan silenciada que podría ser un ejemplo de libro de texto de hablar en mandarin.
Desde su fundación en 1963, la Federación de Sociedades de Estudiantes Islámicos (FOSIS) ha promovido una forma radical y estrecha de Islam político a los estudiantes musulmanes en los campus británicos. En los últimos años ha acogido a luminarias tales como el clérigo de al-Qaeda radicado en Yemen Anwar al-Awlaki y el proponente de Hamas, Azzam Tamimi. Cada semana FOSIS hace todo lo posible para dividir a los musulmanes entre ellos y dividir a los musulmanes de los no-musulmanes -una actividad que la revisión designa como un objetivo central de la ideología islamista. Sin embargo, lo mejor que la revisión de "Prevenir" puede decir es que FOSIS "no siempre ha desafiado plenamente la ideología terrorista y extremista dentro de los sectores de educación superior y universitaria."
En otros lugares, a pesar de explicar correctamente que no es el rol del gobierno involucrarse en disputas teológicas, la revisión se involucra en tan sólo estos asuntos. Se alude a Sayid Qutb sólo para decir que el "no sugirió que la violencia deba ser perpetrada en los países occidentales." Esto es lisa y llanamente equivocado (como cualquier lector de los tratados jihadistas "fundamentales" de Qutb sabría). Sin embargo, apunta a otro problema del enfoque del gobierno británico.
Los puntos más finos de lo que los ideólogos islamistas dijeron o dejaron de decir no debe ser de ningún interés para el gobierno del Reino Unido. Todo lo que debe importar, como el Sr. Cameron dijo en Munich, es si la gente en Gran Bretaña vive de acuerdo con, y es tratada de acuerdo con la misma norma, o con normas diferentes. Una facción en el seno del gobierno británico entiende esto. Otra, por una variedad de razones, no lo hace. Quién gane esta disputa sin duda importa en Westminster. Pero también es importante, y puede tener repercusiones aún -literalmente- en el resto del mundo.

El Sr. Murray es director asociado de la Sociedad Henry Jackson.
Fuente: THE WALL STREET JOURNAL-Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.