viernes, 12 de septiembre de 2014

Beit Guvrin-Maresha: La tierra de las mil cuevas



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Las 480 cuevas de Beit Guvrin-Maresha, son el más nuevo Patrimonio de la Humanidad de Israel, y un impresionante sitio turístico.
 
Beit Guvrin (Crédito: israel21c, firma de arquitéctos Shlomo Aronson)
Cueva en Beit Guvrin, del complejo de Beit Guvrin-Maresha (Crédito: israel21c, firma de arquitéctos Shlomo Aronson)
No hay que ser un explorador profesional para recorrer las cientos de cuevas antiguas en Beit Guvrin-Maresha, en el centro de Israel. Sólo se necesita un buen par de zapatos para caminar.
Este parque nacional de 1250 acres –el cual siempre es un destino popular para las familias- fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en junio del 2014
La atracción principal para unos 200.000 visitantes anuales son las más de 400 cuevas de tiza hechas por el hombre (200 en Beit Guvrin, 200 en Maresha y 80 en el medio de las dos localidades) . A lo largo de 2.000 años, la gente utilizó estas cuevas como canteras, establos, graneros, almacenes, cisternas de agua, espacios de trabajo para el prensado de uvas y aceitunas, casas de culto de adoración, palomares, escondites y sepulturas.
Tsvika Tsuk, el jefe arqueólogo de la Autoridad de Parques Nacionales de Israel, confiesa que la Cueva de Bell es responsable de la elección de su profesión. En 1972, durante una excursión allí con compañeros del ejército, se encontró con los restos de un antiguo osario (caja de huesos humanos). Eventualmente le notificó a la Autoridad de Antigüedades su hallazgo y ellos fue almacenado con otros osarios de la zona.  Esta cueva, que está conformada por 70 cuevas conectadas en forma de campana, es un espectáculo visual y sensorial, ya que a demás de estar acompañado por la belleza del lugar, se puede experimentar cómo el frío aumenta a medida que se desciende por la cueva.
Cueva de Bell por la mañana (Crédito: israel21c)
Cueva de Bell por la mañana ubicada en el complejo de Beit Guvrin-Maresha (Crédito: israel21c)
Inscripciones árabes de la época islámica y cruces de la era de las Cruzadas decoran las paredes de la Cueva de Bell, sirviendo como prueba de que existía actividad aquí desde hace 2000 años. También aparecen en lo alto de una pared figuras de palitos de un niño y una niña, apodados “Los Mellizos”, por eso la Cueva de Bell también es apodada Cueva de los Niños. Y por razones desconocidas – tal vez en referencia a una esposa del rey David, dada la proximidad del área a la batalla de David y Goliat – el complejo de la Cueva de Bell también recibe el nombre de la Cueva Abigail.
El sitio  siempre fue accesible al público, y la investigación arqueológica se realiza incluso desde 1900. Pero Beit Guvrin-Maresha no era amigable para el público hasta que el gobierno israelí invirtió en un proyecto masivo de 1988 al 2002, empleando a muchos de los inmigrantes recién llegados de la Unión Soviética para excavar y limpiar las cuevas, construir senderos, señalización, baños, áreas de picnic, estacionamientos, restaurantes y un centro de visitantes en colaboración con la firma arquitectónica de paisajes de Jerusalém Shlomo Aronson.
Las 480 cuevas de Beit Guvrin-Maresha forman parte de un área más amplia, que va desde el valle de Ela bajando casi hasta Beersheva, conocida como la Tierra de las Mil Cuevas. Tsuk estima que en realidad el número es una impresionante cantidad de 10.000.
MATERIAL SUMINISTRADO POR EL JAVER LALO GARVICH

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