por Norberto Marcelo Linietzky
La energía es la fuente esencial de todo lo creado, la energía es vibración y la vibración es sonido. El sonido del Shofar disuelve los bloqueos de energía negativa que hemos creado (que son los que provocan los “Dinim” (juicios) posteriores.
Nuestro Adn cósmico se modifica en el momento en que escuchamos el shofar, nuestro hemisferio derecho percibe la reparación que hizo cada uno de nuestros patriarcas, se conecta con el otro hemisferio y se lo transmite.
Los sonidos del Shofar son 101, el mismo valor numérico que el ángel Mijael (protector del pueblo de Israel) (valor 101: Mem iud jaf Alef Lamed, las 3 primeras letras (40 10 20= 70 es el mismo valor numérico que Sod (secreto), sería como el secreto de Mija – El (kabalísticamente sería el secreto de D’os, luego 70 + 31 (alef lamed) = 101).
D’os creó el mundo en base a una vibración producida por el sonido, toda la creación son ondas de expansión o de contracción, En este mundo las vibraciones ya se estancan y no vibran, pero al escuchar el sonido, nuestras “cuerdas” (de acuerdo a la teoría de las cuerdas de la mecánica cuántica) vuelven a vibrar de acuerdo a la Sefirá Bina, y como en este momento energético están abiertos los portones para las bendiciones, extraemos todas las bendiciones de ese portal energético.
Cuando el Judío toca el shofar, no es sólo para el pueblo, sino para todo el planeta, hasta el más antisemita, debería obligar al Judío a tocar el Shofar en Rosh Hashaná.
El toque del shofar tiene tres sonidos diferentes: 1) Tekiá, un sonido largo, ininterrumpido que dura varios segundos; 2) Shevarim, tres sonidos de longitud media que caben en una Tekiá; 3) Teruá, un mínimo de nueve sonidos muy breves, que caben 3 por cada Shevarim y 9 en una tekiá.
El shofar se toca en cuatro oportunidades, que son: 30 antes del rezo de Musaf y dicha batería tiene que ver con la idolatría (y todo lo que hoy idolatramos, como poder, dinero, sexo, etc.)
30 en la Amidá de Musaf y dicha batería se utiliza para el mal uso de la energía sexual y el semen en vano.
30 en la repetición de Musaf que se utiliza para el asesinato (no solo el asesinato literal, el hablar mal de otros, para la Torá también significa asesinato).
10 más al término de la repetición que combate la calumnia (cuando se asesina a alguien hablando mal de él y lo que se dice es mentira).
Más 1 al final –significa romper absolutamente con todo lo malo o las pequeñas adherencias que uno puede tener, este sonido se utiliza también para engañar al “Satán”.
En cada batería de toques del Shofar, se toca: Tequiá, Shevarim, Teruá y nuevamente Tequiá:
El primer toque de Tequiá, se posiciona, enfoca la bendición, pero no la genera, solicita paquetes de energía de bienestar y abundancia.
El segundo toque, shevarim está relacionado con el caos y el rigor del mundo, con este sonido enfocamos la negatividad, la exponemos.
El tercer sonido, de Teruá: Es un bombardeo constante para destruir la negatividad que enfocamos con Shevarim.
Y por último, el último sonido de Tequiá, ahora si trae los paquetes de bendición.
Por ejemplo, dice la Kabalá que la bendición que puede bajar desde Biná, queda generalmente atascada en la sefirá Iesod por la mala conducta sexual del planeta. En Rosh Hashaná, el Judío toca el shofar para destrabar esta sefirá, y como tiene que ver con la segunda batería (la perversión sexual), en la amidá de musaf, tratamos de “ver” como la primera Tequiá se posiciona, Shevarim expone esta negatividad, Teruá lo destruye (como ametrallando a la negatividad), y ahora la nueva Tequiá trae toda la bendición por el libre flujo de Iesod. ESTO SE HACE PARA BENDICIÓN DE TODO EL PLANETA.
Nuestro Adn cósmico se modifica en el momento en que escuchamos el shofar, nuestro hemisferio derecho percibe la reparación que hizo cada uno de nuestros patriarcas, se conecta con el otro hemisferio y se lo transmite.
Los sonidos del Shofar son 101, el mismo valor numérico que el ángel Mijael (protector del pueblo de Israel) (valor 101: Mem iud jaf Alef Lamed, las 3 primeras letras (40 10 20= 70 es el mismo valor numérico que Sod (secreto), sería como el secreto de Mija – El (kabalísticamente sería el secreto de D’os, luego 70 + 31 (alef lamed) = 101).
D’os creó el mundo en base a una vibración producida por el sonido, toda la creación son ondas de expansión o de contracción, En este mundo las vibraciones ya se estancan y no vibran, pero al escuchar el sonido, nuestras “cuerdas” (de acuerdo a la teoría de las cuerdas de la mecánica cuántica) vuelven a vibrar de acuerdo a la Sefirá Bina, y como en este momento energético están abiertos los portones para las bendiciones, extraemos todas las bendiciones de ese portal energético.
Cuando el Judío toca el shofar, no es sólo para el pueblo, sino para todo el planeta, hasta el más antisemita, debería obligar al Judío a tocar el Shofar en Rosh Hashaná.
El toque del shofar tiene tres sonidos diferentes: 1) Tekiá, un sonido largo, ininterrumpido que dura varios segundos; 2) Shevarim, tres sonidos de longitud media que caben en una Tekiá; 3) Teruá, un mínimo de nueve sonidos muy breves, que caben 3 por cada Shevarim y 9 en una tekiá.
El shofar se toca en cuatro oportunidades, que son: 30 antes del rezo de Musaf y dicha batería tiene que ver con la idolatría (y todo lo que hoy idolatramos, como poder, dinero, sexo, etc.)
30 en la Amidá de Musaf y dicha batería se utiliza para el mal uso de la energía sexual y el semen en vano.
30 en la repetición de Musaf que se utiliza para el asesinato (no solo el asesinato literal, el hablar mal de otros, para la Torá también significa asesinato).
10 más al término de la repetición que combate la calumnia (cuando se asesina a alguien hablando mal de él y lo que se dice es mentira).
Más 1 al final –significa romper absolutamente con todo lo malo o las pequeñas adherencias que uno puede tener, este sonido se utiliza también para engañar al “Satán”.
En cada batería de toques del Shofar, se toca: Tequiá, Shevarim, Teruá y nuevamente Tequiá:
El primer toque de Tequiá, se posiciona, enfoca la bendición, pero no la genera, solicita paquetes de energía de bienestar y abundancia.
El segundo toque, shevarim está relacionado con el caos y el rigor del mundo, con este sonido enfocamos la negatividad, la exponemos.
El tercer sonido, de Teruá: Es un bombardeo constante para destruir la negatividad que enfocamos con Shevarim.
Y por último, el último sonido de Tequiá, ahora si trae los paquetes de bendición.
Por ejemplo, dice la Kabalá que la bendición que puede bajar desde Biná, queda generalmente atascada en la sefirá Iesod por la mala conducta sexual del planeta. En Rosh Hashaná, el Judío toca el shofar para destrabar esta sefirá, y como tiene que ver con la segunda batería (la perversión sexual), en la amidá de musaf, tratamos de “ver” como la primera Tequiá se posiciona, Shevarim expone esta negatividad, Teruá lo destruye (como ametrallando a la negatividad), y ahora la nueva Tequiá trae toda la bendición por el libre flujo de Iesod. ESTO SE HACE PARA BENDICIÓN DE TODO EL PLANETA.
Para hacer más efectivas estas meditaciones Existe una plegaria Kabalística llamada “Ana Bejoaj”, que consta de 42 palabras distribuidas en 7 hileras de 6 palabras cada una. Cada hilera se utiliza para alguna de las 7 sefirot emocionales, la segunda hilera tiene que ver con las negatividades que dice: “Kabel rinat Amjá Sagveinu, Tahareinu, Norá”, si vemos bien, las primeras letras de cada palabra son: K-R-A-S-T-N, lo que significa Krá satán (romper el Satán) durante el toque del shofar, en la segunda batería, (que tenía que ver con las aberraciones sexuales), el toquea (quien toca el shofar), con conocimientos de kabalá suele intercalar las letras de D’os con las letras de krá Satán, para romper las negatividades.
El esquema sería el siguiente:
(nombre de D’os) י-ה-ו-ה (satan) שטנ (kra) קרע
Y la meditación sería en 2 series: Primero se intercala cada letra de las cuatro letras del nombre inefable de D’os con cada letra de kra, quedando:
יקהרועה
Luego se vuelven a intercalar las 4 letras de D’os con las letras que forman satán, quedando:
ישהטונה
Estos nombres intercalados con los nombres de D’os, rompen todas las negatividades que pudieran llegar y purifican la sefirá que se visualiza.
Existen más meditaciones para hacer durante los sonidos del shofar, pero esto quedará para verlo en el siguiente Rosh Hashaná.
El esquema sería el siguiente:
(nombre de D’os) י-ה-ו-ה (satan) שטנ (kra) קרע
Y la meditación sería en 2 series: Primero se intercala cada letra de las cuatro letras del nombre inefable de D’os con cada letra de kra, quedando:
יקהרועה
Luego se vuelven a intercalar las 4 letras de D’os con las letras que forman satán, quedando:
ישהטונה
Estos nombres intercalados con los nombres de D’os, rompen todas las negatividades que pudieran llegar y purifican la sefirá que se visualiza.
Existen más meditaciones para hacer durante los sonidos del shofar, pero esto quedará para verlo en el siguiente Rosh Hashaná.
Es mi deseo que todos seamos juzgados para bien, inscriptos en el libro de la vida y la felicidad, y lo más importante: Que podamos a partir de este año, seguir trascendiendo nuestros límites y ser personas dadoras que todo el tiempo bajen luz a este mundo y llenen de luz el corazón de toda la gente que D’os ponga en nuestro camino.
Norberto Marcelo Linietzky
(Creador del taller de Astrología, Tora y Kabala
“Como ser uno mismo en su máxima expresión”)
Norberto Marcelo Linietzky
(Creador del taller de Astrología, Tora y Kabala
“Como ser uno mismo en su máxima expresión”)
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