**La Pasión Desmedida**
Primero mis manos y luego mis labios,
exploraron tu cuerpo, con gusto a miel.
Tu cuerpo se arqueaba, como tensando una
cuerda, de un instrumento para que
su sonido, invite a los ángeles, a bajar y
ver.
Y mientras, mi boca curiosa, revisaba cada
pliegue de tu cuerpo en flor, tus gritos
se escuchaban, pidiendo, rogando, más y más.
Que pasión, la nuestra, que verano, magnífico,
a la orilla del mar. Nuestros trajes
de baño, quedaron olvidados en la playa
desierta y finalmente, las olas, se los llevaron,
al mar, como prenda-testigo de nuestra gran
pasión.
El verano terminó, el sol no calentaba, el
cielo se nublaba, los días se acortaban, la
playa quedó desierta. Nosotros nos juramos,
que nuestra pasión era eterna, que nos
veríamos y seríamos los amantes, más amantes,
que la historia creo.
Un año ha pasado y no te volví a ver, esperé
tu llamada, como se espera a las estrellas,
cuando aparece la luna.
Un nuevo verano, bajo a la playa, reconozco
los árboles, que tapaban miradas indiscretas.
Pero tu no estabas. ¿ Quizás fue un sueño
? De una noche cualquiera, que el deseo,
hizo
real la lujuria, que todos llevamos dentro de
si.
Entre las piedras, que la marea suele tapar,
encontré un traje de baño, blanco como la
inocencia.
¡ Pero esto es otra historia, que algún día
contaré ¡
Mario Beer-Sheva
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