martes, 16 de septiembre de 2014

Obama les declara la guerra a los jihadistas: atacará en Siria y en Irak


Un sombrío Obama al anunciar la ofensiva contra los jihadistas. Boker Tov Mr. ObamaUn sombrío Obama al anunciar la ofensiva contra los jihadistas. Boker Tov Mr. Obama
WASHINGTON.- Después de esquivarla durante sus casi seis años de gestión, la guerra -aun cuando él evite la palabra por todos los medios- terminó por alcanzarlo.
El presidente norteamericano, Barack Obama, anunció anoche una campaña militar "firme y sin descanso" contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que busca crear un califato regido por la sharia en Medio Oriente, con ataques aéreos contra sus integrantes, "dondequiera que estén", fuera en Irak o Siria. Lo hizo en un discurso de 16 minutos, desde la Casa Blanca.
Al dar este giro en su forma de responder al desafío islamista, el presidente se esforzó por dejar en claro que esta ofensiva se abordará con una "estrategia diferente a la que tuvieron las guerras de Irak y de Afganistán".
Un matiz que justificó por la certeza de que "no habrá desplazamiento de tropas de tierra" en suelo extranjero y de que, en rigor, lo que hará Estados Unidos será "liderar" una "amplia coalición internacional" para atacar ese extremismo.
El cambio de fondo en el abordaje de la crisis deja abierta la posibilidad de ataques aéreos en Siria, algo a lo que el presidente se resistía. Precisamente el año pasado, presionado por el Congreso y por la opinión pública internacional, Obama desistió de atacar las bases militares del régimen de Bashar al-Assad, sospechado de usar armas químicas contra la población civil.
El anuncio, que pone a Obama en la línea de los presidentes que llevaron al país a abordar conflictos internacionales por medio de la guerra, llegó con una opinión pública mucho más abierta a aceptar esa posibilidad. Los videos en los que se mostró la decapitación a sangre fría de dos periodistas norteamericanos a manos de integrantes de EI fueron cruciales en ese cambio se sensibilidad. "Hay un cambio de ánimo, con un clamor mucho más fuerte para que se reaccione ante tanta crueldad", trascendió anoche de fuentes oficiales, poco antes de que Obama anunciara la decisión.
Obama intentó acotar los alcances de la decisión en un objetivo preciso, pero, aun así, no queda muy claro cuándo podría alcanzarse. "Hoy, con un nuevo gobierno en Irak, Estados Unidos liderará una amplia coalición internacional" para ejercer una campaña "firme y sin descanso" contra los miembros del grupo terrorista Estado Islámico", dijo el presidente al comenzar el discurso.
Unos 40 países aceptaron sumarse a la ofensiva contra el grupo que tiene en vilo a Irak y Siria.
Ese "esfuerzo" -Obama elude la palabra guerra- incluirá "ataques aéreos, allí donde quiera que estén" los integrantes del grupo, pero no el desplazamiento de tropas de tierra.
"Quiero que los norteamericanos entiendan que este esfuerzo será diferente de las guerras de Irak y de Afganistán. No incluirá la presencia de tropas norteamericanas de tierra en suelo extranjero", aclaró, en uno de los párrafos a los que la Casa Blanca dio especial atención.
Sí desplegará, en cambio, 475 soldados que entrenarán y apoyarán al ejército iraquí; su gobierno, además, equipará a los rebeldes sirios.
"Esta campaña se llevará a cabo mediante un esfuerzo firme y sin descanso por alcanzar a los miembros del grupo allí donde estén, usando para ello nuestro poder de ataque aéreo y nuestro apoyo a aliados con tropas en tierra", siguió.
Pese a que el objetivo no queda necesariamente claro, Obama afirmó que se trata de una estrategia que "ya dio resultados positivos" en Somalia y Yemen, donde drones de Estados Unidos vienen realizando ataques sorpresivos contra supuestos blancos terroristas.
Las palabras de Obama fueron el corolario de un a tarde atípica, en la que se filtró información cada vez más intimidante sobre las actividades y el poderío militar supuestamente en manos del grupo que se hizo fuerte en parte del territorio de Irak y de Siria. El listado incluyó la supuesta tendencia de armas químicas y supuestos planes para usarlas de modo focal en zonas de Estados Unidos, de acuerdo con un informe que difundió la cadena CNN.
"Se detectó información según la cual EI viene desarrollando planes para producir esas armas químicas en pequeñas granadas que podrían usarse en medios cerrados, como, por ejemplo, una estación de subterráneo", dijo el informe.
Pero, en rigor, lo que sí tuvo impacto en el ánimo de la población fue la información que trascendió no tanto por televisión, sino por las redes sociales. Entre otros, los videos completos de la decapitación de los periodistas Jim Foley y Steven Sotloff. "Esto es para vos, Obama", decía el verdugo, antes de proceder al sangriento ritual con un cuchillo.
Antes de su intervención, Obama hizo saber a los legisladores que tenía poder para decidir los ataques. Pero que, de todos modos, pedía colaboración, sobre todo, para lograr la aprobación de una partida de más de 500 millones de dólares para entrenar y equipar a rebeldes sirios "moderados".
En igual dirección, el secretario de Estado, John Kerry, de visita sorpresiva en Bagdad, anunció un plan para reorganizar el ejército iraquí, cuyos efectivos sí tendrán responsabilidad en el frente de tierra..

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