martes, 25 de octubre de 2011

Entrevista JS con diario El Comercio

5 motivos por los que Cristina Fernández tiene tanto poder en Argentina

Bonanza económica, programas populistas y una mediocre oposición han reafirmado al kirchnerismo en el Gobierno, coinciden analistas

EL COMERCIO (PERÚ) - 24 de octubre de 2011
DANIEL MEZA @daniel_mz
Redacción Online www.elcomercio.pe

La presidenta argentina Cristina Kirchner comenzará el próximo 10 de diciembre su segundo mandato con una concentración de poder sin precedentes, al menos desde el restablecimiento de la democracia en 1983 (tras la dictadura de Videla). Medios de prensa de aquel país apuntan que la mandataria “arrasó” en las elecciones generales, con un 53, 75% de los votos, obtuvo la mayoría en ambas cámaras del Congreso y triunfó en ocho de las nueve provincias que eligieron gobernador.

Un columnista de “La Nación” apunta: “De los tres presidentes argentinos que obtuvieron la reelección, es la única mujer; su fuerza política es la primera en ser elegida para gobernar el país en tres períodos consecutivos, y es la presidenta electa que más diferencia le sacó al segundo candidato más votado desde 1983”. ¿A qué se debe su ostentosa victoria?

1. Programas sociales. Indiscutiblemente, se trata de un gobierno que hizo alcanzar al bolsillo del argentino el dinero proveniente de la bonanza económica. “Casi la mitad de los electores, unos 13,5 millones de personas, reciben dinero del Estado argentino, ya sea como empleados públicos, jubilados o beneficiarios de programas sociales”, indicó un estudio de políticos opositores de aquel país. “El gobierno se apropió del 35% de la renta agropecuaria y lo redistribuyó en la sociedad en forma de subsidios. Argentina tiene precios de servicios (agua, luz y combustibles) muy bajos que alcanzan a ricos y pobres. La clase media se ha pegado al voto de los sectores de menos ingresos”, indica el analista político y ex embajador de Argentina ante la ONU Emilio Cárdenas. La victoria de Cristina Fernández es *la consecuencia del populismo*”, sostiene.

2. Oposición débil. Es fácil tener una imagen clara del panorama electoral argentino indicando que el más cercano perseguidor de Kircher, Hermes Binner, obtuvo tan solo un 17%. Casi invisibles quedaron Ricardo Alfonsín, Alberto Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde. “Fueron una oposición muy fragmentada y desde las elecciones primarias de agosto quedaron desparramados y divididos en varios candidatos”, resumió el analista internacional Julian Schvindlerman. “Han hecho todo lo posible para generar un resultado adverso. No ha dejado de cometer ningún error. No se ha consolidado, sino dispersado. Son los responsables de su propio fracaso y mediocridad como pocas veces en la historia”, coincide Cárdenas.

3. Crecimiento económico. Lejos de lo que ocurría en anteriores años en las fechas de elecciones donde había cautela en las decisiones de consumo, en esta ocasión se proyectó un cierre de alto crecimiento, consumo e inversión. En medio de una crisis sin resolución clara en los países centrales, Argentina se ubicó como el segundo país del mundo de mayor crecimiento, detrás de China. “No tuvo mayor cuestionamientos al modelo, indicó el economista Matías Kulfas, en una columna de “La Nación”. “Uno va a un shopping center y lo ve repleto. Lo mismo con el cine. Fueron años de ‘boom’ y el país vota, más que con la ideología, con el bolsillo”, señala Schvindlerman. No obstante, Cárdenas atribuye esta bonanza a un contexto que involucra al continente asiático. “Estamos en un huracán en el que los asiáticos (chinos, indonesios, tailandeses) reclaman de nuestro país la leche de soya, la carne, un esquema alimenticio distinto que ellos tenían cuando eran pobres”.

4. Prensa: Pese a tener en contra a los conglomerados de prensa Clarín y La Nación, el gobierno fue capaz de resistir a los embates y acusaciones de “censura a la libertad de expresión”, surgidos de distintas discusiones en cuanto al modelo económico del kirchnerismo. Lo combatieron, dice Cárdenas, gracias a “haber creado un multimedio oficial. Utilizaron todos los medios públicos, sin ningún problema, para inflar el globo del gobierno y ostensiblemente para atacar a la oposición”. Hicieron caso omiso de los fallos de la Corte Suprema de distribuir de modo proporcional la publicidad oficial, pero los argentinos no creen que esto sea algo dramático”, sostiene. No obstante, “el común de argentinos no aprueba las campañas de hostigamiento desde el gobierno hacia la prensa”, añade Schvindlerman.

5. La figura de Nestor Kirchner. Schvindlerman y Cárdenas coinciden en que Cristina ha tenido un gran asesoramiento en imagen en cuanto a capitalizar la figura del fallecido ex presidente Nestor Kirchner. “Se la ve junto a una fotografía enorme. Se la ve abrazando a su marido en una escena mítica de unión con papelitos cayendo”, dice el primero. “Hay toda una mística que se ha creado alrededor de él, al igual que la de Evita. Argentina está acostumbrada a los mitos e ídolos políticos. Se ha creado la imagen de un Kirchner carismático que no era, porque a él lo eligieron un 22% de argentinos”, dice el segundo.

No obstante, el extender la presencia del kirnchnerismo hacia un tercer mandato “no es saludable para la democracia”, indican ambos. Cárdenas ha expresado su preocupación de cómo el Poder Ejecutivo ha manejado las designaciones y promociones en el Poder Judicial para tener jueces sumisos y desacelerar la revisión de casos de corrupción de funcionarios públicos. “Cuando los poderes del Estado se alteran así, la democracia sufre. Lamentablemente, esto no le interesa a la gente mientras haya dinero”, concluye.

Tags : Elecciones en Argentina Cristina Fernández Julian Schvindlerman Emilio Cárdenas

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