domingo, 23 de octubre de 2011

Israel y los terroristas

Israel y los terroristas
Diario de ls Americas





Por Guillermo Cabrera Leiva

La noticia del canje de un soldado israelí, secuestrado por los terroristas árabes, a cambio de más de mil terroristas árabes presos en cárceles israelíes, ha provocado una ola de opiniones en la prensa mundial, unas celebrando la liberación del militar judío y otras criticando la operación aprobada por el gobierno de Israel.

De acuerdo con la descripción que leemos en el periódico, estos mil y pico de presos han sido ya juzgados por crímenes contra la población de Israel, y condenados a sentencias de cárcel que varían en el número de años tras las rejas.

Lo primero que salta a la vista es la desproporción del intercambio, ya que entregar un solo prisionero a cambio de más de mil prisioneros motiva una interrogante y crea dudas sobre las consecuencias de tal operación.

En primer lugar, si esos mil y tantos presos libertados no han cambiado los sentimientos que impulsaron sus actos criminales, se corre el peligro de haber fortalecido, con su liberación, las fuerzas terroristas y haber restaurado, sanos y salvos, a los mismos que cometieron los actos delictivos por los que guardaban prisión. A menos que durante el período carcelario hubieran recibido lecciones que modificaran su conducta agresiva y criminal.

En segundo lugar, pensamos que la operación de canje pone en ridículo a los tribunales que se tomaron el trabajo de juzgar a esos mil y tantos terroristas, ya que mediante una simple resolución se echa a un lado el esfuerzo judicial realizado.

Por otra parte, no es únicamente Israel la nación que sufrirá las consecuencias de esa liberación masiva, sino otras naciones que están en la mirilla del terrorismo árabe, pues no es de dudar que hay fieles discípulos del famoso terrorista Osama Bin Laden entre esos excarcelados capaces de contribuir a nuevos proyectos terroristas lejos de Israel.

Para los cristianos en general, los que amamos a Israel por ser la cuna de Jesucristo, toda noticia que entrañe peligro para su pueblo nos preocupa y nos mueve a considerarla como aviso de posibles consecuencias entre nosotros.

No podemos descifrar cabalmente los motivos y las razones que han impulsado esta rara operación. Tal vez haya cuestiones de alto nivel moral que no hayamos captado. De todos modos, nos parece injusto y arbitrario este canje, cuya desproporción es enorme y cuyas consecuencias no podemos prever.

A fin de cuentas, Israel seguirá siendo ...



el estado cuya razón de ser tiene un origen excepcional y cuya conducta es observada con suma atención por los demás países de la tierra.

La idea de que un israelí vale por mil de otros orígenes, como ha expresado algún extremista judío, si bien es un concepto útil para conservar la fe y la unidad de su pueblo, no puede aplicarse, como en este caso, porque en el mismo va envuelta la seguridad y la paz de la humanidad

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