jueves, 20 de octubre de 2011

¿Por qué tenemos dos festividades para la Torá – Shavuot y Simjat Torá?

Si la festividad de Shavuot celebra el recibimiento de la Torá, ¿Por qué fue Simjat Torá – que viene inmediatamente después de Sucot – elegido como el día para terminar y comenzar el ciclo de lectura de la Torá?
Más aún, ¿Por qué tenemos dos festividades para la Torá – Shavuot y Simjat Torá? Ambas son incluso celebradas de manera muy diferente. En Shavuot, nos quedamos despiertos toda la noche estudiando Torá. Y en Simjat Torá, bailamos.
La necesidad de estas dos festividades ha sido explicada en una parábola que ha sido transmitida de generación en generación.
Una vez un rey emitió una proclamación. Cualquiera de sus súbditos era bienvenido a postular para obtener la mano de su hija. Con una condición: el candidato potencial no tenía permitido conocer o ver a su hija antes del matrimonio.
La proclamación causo un gran revuelo. Pronto las tabernas locales estaban llenas de especulaciones y rumores. "Yo escuché que es una verdadera bruja", dijo uno. "Yo escuché que es sordo-muda", dijo otro. "Yo estoy seguro de que ella es una imbécil", entonó un tercero. Por todos lados volaban los rumores. Finalmente, un judío simple y sincero habló. "Yo estoy dispuesto a casarme con ella. ¿Cuán terrible puede ser? Después de todo, ella es la hija del rey, y todos sabemos cuán grande es nuestro rey".
El rumor pronto se extendió y el candidato fue llevado al palacio. Resultó ser que él fue el único que se ofreció. El rey aceptó la pareja y se fijó una fecha para la boda.
Después de la esplendida boda, el novio llevó a su novia a su nueva casa. Ella se quitó su grueso velo, y él se deslumbró con su belleza. Recordando los rumores de sus supuestos defectos, el novio decidió ponerla a prueba rigurosamente. Comenzó a conversar con ella, la puso a prueba en carácter y refinamiento y se encontró placenteramente sorprendido. En todos los aspectos, ella se destacó más allá de sus mayores esperanzas y sueños. Encantado, él hizo una esplendida fiesta para celebrar su buena suerte.
La Parábola Explicada
El rey en la parábola es Dios. Cuando Él quiso entregar la Torá, la ofreció a cada una de las naciones. Todas las naciones la rechazaron, cada una alegando algún defecto en la Torá con el cual ellos no podrían vivir. Cuando Dios la ofreció a los judíos, ellos dijeron "Naasé Venishmá" – "Haremos, y luego entenderemos" (Éxodo 24:7). El Pueblo Judío aceptó la Torá sin haberla visto, ya que estaban agradecidos por todo lo que Dios había hecho por ellos.
A pesar de que el Pueblo Judío aceptó completamente la Torá, ellos temieron una perdida. Asumieron que las numerosas obligaciones que aparecen en la Torá los privarían de sus placeres y su libertad. Similarmente, el novio en la parábola se casó con la hija del rey, temiendo ser desilusionado en otras áreas. Pero al estudiar los judíos la Torá y aplicar sus enseñanzas a sus vidas, ellos fueron placenteramente sorprendidos. No sólo no tuvieron que renunciar a nada, sino que encontraron que la Torá maximizaba su placer en todo sentido.
Por lo tanto, al concluir la lectura de la Torá, cuando nuevamente hemos profundizado en sus enseñanzas por un año, hacemos una fiesta en Simjat Torá.
En Shavuot, nos quedamos despiertos y estudiamos toda la noche para mostrar nuestra disposición y expectativa a recibir la Torá. Debido a que es un agradecimiento intelectual, nos quedamos despiertos toda la noche estudiando Torá. En Simjat Torá, sin embargo, bailamos – expresando la alegría emocional del cuerpo. Estamos demostrando que incluso nuestros cuerpos se han beneficiado enormemente al haber cumplido con la Torá.
Pregúntale a cualquiera que haya aumentado su observancia de la Torá y todos te responderán lo mismo. Al principio, cada uno temía, de acuerdo a su propia naturaleza, que algún aspecto de la Torá fuera restrictivo. Ya sea cumplir Shabat, cashrut, pureza familiar o las leyes del habla, cada uno encontró un área que puso a prueba su resolución. Sin embargo, ellos cumplieron la Torá sabiendo que ello es lo que tiene más sentido. Y mientras crecieron en su judaísmo, encontraron que sus vidas mejoraron en todo aspecto.
Es con esta apreciación renovada que nos acercamos a Simjat Torá. Estamos llenos de gratitud y sobrecogimiento por el gran regalo que Dios nos ha conferido a nosotros con amor.
(Basado en Otear haShavuous citando al Rabino Abraham y el Magid de Dubno).

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