viernes, 28 de octubre de 2011

Mensaje XXIII - Rab Isaac Ruben Yacar

Bs”d.

30 de Tishri de 5772

(1º día Rosh Jodesh)

28 de Octubre de 2011

Encendido de las Nerot de Shabat: 19:08hs.
Shabat Finaliza: 19:59hs.

Perashá Nóaj.



“Éstos son los descendientes de Nóaj. Nóaj era un hombre virtuoso y perfecto en su generación…” (Bereshit 6:9)

Rashí explica, que hay maestros que interpretan la frase “en su generación” como un elogio, implicando que si Nóaj hubiera vivido en otra generación de hombres justos, hubiera sido más justo aún. También hay quienes lo interpretan de manera contraria, es decir que en relación a su generación, sí era un hombre justo, pero si hubiera vivido en la generación de Abraham no hubiera sido considerado en absoluto.

Reseña de la Perashá:

Debido a la maldad de la gente, Hashem decidió desterrar a todos los habitantes del mundo a excepción de Nóaj y su familia.

Hashem informo a Nóaj de su decisión y lo instruyo para que construyera un arca de tres pisos en el que habitaría junto a su familia durante la inundación. Cuando Nóaj finalizó la construcción entro con su mujer, sus tres hijos y sus respectivas esposas. Llevaron también siete parejas de animales Kasher de cada especie. El diluvio comenzó y continuó durante cuarenta días y cuarenta noches y todos los seres vivientes que estaban en la tierra se ahogaron.

Al noveno mes Nóaj envío un cuervo para comprobar si la tierra se había secado, pero este regreso sin novedades. Siete días más tarde envío una paloma, pero esta retorno ya que no encontró donde posarse. Luego de esperar otros siete días, nuevamente envío una paloma que regreso con una rama de olivo en su pico lo que indicaba que el agua había retrocedido, y luego de siete días más volvió a enviar una paloma, pero esta no regreso, lo que indicaba que la tierra había comenzado a secarse.

El mérito del Maguid de Dubna:

En una una noche fría de invierno en la ciudad de Dubna, se escucharon golpes en la puerta de la casa del Maguid. El Maguid abrió la puerta de su casa y a su encuentro había un chico muy flaco, hambriento y con mucho frío. Sus labios estaban celestes y en sus ojos se veía reflejado el pedido de ayuda. El Maguid lo entro enseguida a su casa, lo vistió con ropas abrigadas y le dio de comer. Luego de esto el Maguid comenzó a pensar, se dio cuenta que este chico era huérfano de padre y de madre y para sobrevivir recorría las distintas casas del pueblo en busca de ayuda y comida. El Maguid decidió quedarse con el niño y darle todas sus necesidades, tanto materiales como espirituales. Comenzó a criar al chico y estudiaba con él como lo hace un padre con su hijo. Pasaron los años y este chico se transformó en uno de los más grandes y conocidos de Israel. Sus anécdotas recorrieron todos los oídos de las comunidades y su nombre era recordado por todas las personas.

Este chico que una vez llego a la casa del Maguid de forma estremecedora, era ni más ni menos que Rabí Shelomo Cluguer Z”L.

De esto podemos aprender la grandeza del mérito y obligación que recae sobre nosotros, de no solo educar a nuestros hijos, sino también prestar atención en chicos abandonados y cada uno según sus diferencias. Por eso dijo Jazal: “presten atención en los chicos pobres, que de ellos sale la Torá”. Nunca lograremos saber cuál es el límite de las cosas buenas que podemos sacar de un chico.



Este Dibré Torá es en memoria de:

Horacio Bagdadi Ben Rajel Z”L.

Shelomo Yacar Ben Sara Z”L.



SHABAT SHALOM!!

Rab Isaac Ruben Yacar

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