jueves, 6 de octubre de 2011

Nuestra política internacional El expresidente Arias ha insultado al país y a la historia de nuestra política exterior

COSTA RICA

LUIS ALBERTO MONGE ÁLVAREZ EXPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA 12:00 A.M. 02/10/2011
Por consecuencia con la verdad y la historia y por el respeto debido a grandes figuras de la patria, no puedo aceptar, bajo ninguna circunstancia, que el señor expresidente Oscar Arias diga, en unas sorprendentes declaraciones que ha publicado La Nación y la prensa nacional, a raíz del debate sobre Palestina en la Naciones Unidas, que a partir de 1986, en su primera Administración, la política internacional de Costa Rica dejó de ser la de una “banana Republic”.

Por consecuencia con la verdad y la historia y por el respeto debido a grandes figuras de la patria, no puedo aceptar, bajo ninguna circunstancia, que el señor expresidente Oscar Arias diga, en unas sorprendentes declaraciones que ha publicado La Nación y la prensa nacional, a raíz del debate sobre Palestina en la Naciones Unidas, que a partir de 1986, en su primera Administración, la política internacional de Costa Rica dejó de ser la de una “banana Republic”.

Esa afirmación, es un insulto para el país y la historia de nuestra política exterior, definida y desarrollada a través de muchas décadas y puesta en práctica por dignísimos costarricenses que han servido en la Presidencia de la República y en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Baste pensar, para solo citar algunos de ellos, en figuras egregias de la historia patria como el héroe nacional Juan Rafael Mora Porras, Ricardo Jiménez Oreamuno, el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia y don José Figueres Ferrer, así como distinguidos excancilleres de la República.

Extraña y reiterada manía. El Sr. Expresidente, con sus declaraciones, ofende groseramente la memoria de todos ellos y de muchos otros costarricenses. Lo que hace es nada más que evidenciar la extraña y reiterada manía de la que hace gala, en los últimos tiempos, de pensar que la historia de Costa Rica tiene como principio y fin, nada más, sus dos Administraciones y punto. Está muy equivocado.

La política internacional de Costa Rica, históricamente y en los hechos, es un extraordinario ejemplo de dignidad y amor por valores fundamentales como la paz, la defensa de los derechos humanos, la neutralidad en los conflictos bélicos, el desarme, el respeto a los derechos de todos los pueblos y a su autodeterminación en libertad, así como la lucha sin concesiones por un orden internacional fundamentado en el Derecho Internacional y no en el poder de las armas o la economía. De ahí nuestra firme adhesión a la Carta de las Naciones Unidas y a los principios y normas del Derecho Internacional.

Don José Figueres. Desde que don José Figueres, en medio de la Guerra Fría, con su gran visión de estadista, restableció las relaciones diplomáticas con la antigua Unión Soviética, nuestro país ha decidido mantener relaciones diplomáticas con todos los países del mundo, independientemente de su sistema de organización política, siempre y cuando esos países respeten nuestra institucionalidad republicana, nuestra forma de ser democrática, nuestro respeto por la paz y nuestros valores nacionales. Ese es el punto de fondo.

Con Israel, el único país democrático en el Cercano Oriente, hemos mantenidos relaciones diplomáticos y de cooperación desde que fue admitido como el Estado número 58 de la Organización de las Naciones Unidas. Una de mis grandes satisfacciones de servidor público fue haber sido el primer embajador de Costa Rica en Israel y haber desarrollado una buena amistad con esas dos grandes figuras de la historia mundial que fueron David Ben Gurión y Golda Meir, así como posteriormente con Shimón Pérez.

Los países árabes y Costa Rica. Igual ha sido siempre con los países árabes que han reconocido nuestra idiosincrasia costarricense. En nuestro país vive y trabajo una honorable y pujante comunidad libanesa. Con Palestina, siempre hemos estado dispuestos a reconocer sus plenos derechos como Estado. Costa Rica tiene relación y embajadores concurrentes en varias capitales árabes de países moderados. Eso es lo normal y lo que debe ser, en el mundo en el que vivimos. Ojalá podamos estrechas esas relaciones y aumentar nuestra cooperación e intercambio comercial y cultural con todos esos países amigos.

Israel, derecho a existir. Lo que no podemos aceptar, por ninguna razón o argumento, es que se le niegue a Israel su derecho a existir, como lo hace el régimen teocrático de Irán, la dictadura Siria y los grupos terroristas árabes. De ahí que la creación del Estado palestino y su reconocimiento, debe fundamentarse en un proceso responsable, profundo y serio de negociaciones y concesiones entre ambas partes y con el respaldo de la comunidad internacional, especialmente del así llamado Cuarteto de las Naciones Unidas. Para que ello sea posible y viable, una condición esencial, es que el grupo Hamás, Jizbolá y la Jihad Islámica, renuncien públicamente al terrorismo y a la violencia criminal. De otra forma la paz nunca llegará al Cercano Oriente. Sobre la base del odio asesino no se puede construir una paz duradera y estable, en ninguna parte del mundo.

Neutralidad de Costa Rica. Durante mi Administración se proclamó la ‘Neutralidad de Costa Rica en los Conflictos Bélicos’. No tenemos Fuerzas Armadas, no somos país beligerante y luchamos, como país, por la paz y los derechos humanos, como dos de los principios rectores de la convivencia internacional y del Sistema de las Naciones Unidas.

En esos pilares doctrinarios y en la lucha por el desarme, se fundamenta desde los tiempos de don Juan Mora Fernández, en los orígenes de la República, la política internacional de Costa Rica.

No somos, sin embargo, como país, neutrales en los conflictos y las diferencias ideológicas entre los pueblos y las naciones. En esta otra dimensión de los conflictos, en el plano ideológico y político, estamos plenamente definidos y Costa Rica es aliada firme de los países que defienden las ideas de la libertad y la democracia. En eso a nadie le debe caber ninguna duda.

Tampoco en que condenamos firmemente el terrorismo y que nos solidarizamos con sus víctimas, en cualquier parte del mundo en que la violencia asesina se ensañe contra seres humanos indefensos.

Israel, Jordania y Egipto, por medio de negociaciones responsables y serias, firmaron la paz y viven en paz, con fronteras seguras, respetándose y colaborando mutuamente. ¿Por qué no debería ser así con Palestina?

Como hombre de paz y ciudadano de la democrática Costa Rica, hago votos por que ambos pueblos, con el pleno respaldo de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas, encuentren los caminos más seguros hacia esa paz que todos anhelamos en el Cercano Oriente y entre Israel y Palestina.La Nacion de Costa Rica

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