jueves, 13 de octubre de 2011

¿Un precio demasiado alto?-ARTICULO ANTIGUO DE OTROS INTERCAMBIOS DE PRISIONEROS.AUNQUE ES DE PLENA ACTUALIDAD

Por S. Gutkin y A. Heller De la agencia AP

JERUSALEN.- Quienes se oponen al intercambio desigual de prisioneros como el de ayer entre Israel y Hezbollah advierten que acuerdos como éste sólo alientan la toma de rehenes. Esa idea cobró fuerza ayer, cuando los terroristas de Gaza que retienen cautivo a otro soldado israelí afirmaron que el canje demuestra que el único idioma que Israel entiende es el secuestro.

Pero los funcionarios israelíes consideran que el intercambio confirma el compromiso inalienable del Estado judío para con sus soldados. "Este doloroso proceso es apenas un ejemplo del compromiso moral de Israel para asegurar el regreso de todos los soldados destinados a misiones operativas. Demuestra la inquebrantable fortaleza moral que emana del judaísmo, de los valores sociales de Israel y del espíritu de las fuerzas de defensa de Israel", reza la declaración de los militares israelíes.

Hace décadas que Israel lleva adelante intercambios desiguales de prisioneros, entre otros la liberación de 4600 cautivos palestinos y libaneses a cambio de seis soldados israelíes en 1983. En el pasado, Israel intercambió incluso presos vivos a cambio de cuerpos muertos, como sucedió ayer.

Sin embargo, algunos israelíes se preguntan si no es hora de reconsiderar esa antigua política de traer de vuelta del campo de batalla hasta el último soldado a cualquier costo, una ética de tiempos de guerra que fue esencial en los albores del Estado de Israel para inspirar la lealtad de los ciudadanos.

En un mundo en el que los grupos rebeldes apelan cada vez más al secuestro para presionar a Israel y donde la lucha contra el terrorismo es un desafío global, los intercambios desiguales de prisioneros podrían tener consecuencias más graves que en el pasado.

"Acabamos de convertir el secuestro de soldados en el negocio más rentable de la región. A partir de ahora, nada impide que Hezbollah o Hamas inviertan todos sus recursos en los próximos secuestros. El intercambio desigual es la política antidisuasiva por excelencia", afirmó el experto en seguridad Martin Sherman.

Se trata de un tema candente para Israel, ya que el gobierno mantiene negociaciones indirectas con los terroristas de Hamas para lograr la liberación del otro soldado israelí cautivo en la Franja de Gaza, Gilad Shalit. A diferencia de Ehud Goldwasser y Eldad Regev, cuyos cadáveres fueron devueltos ayer, se cree que Shalit está con vida.

El ministro de Construcción de Israel, Zeev Boïm, uno de los tres funcionarios que votaron en contra del canje, expresó su temor de que el intercambio sólo haga más difícil la recuperación del soldado vivo. "No me extrañaría que ahora Hamas decida subir el precio por su liberación", afirmó Boïm. Hamas dejó en claro ayer que es precisamente lo que tiene pensado hacer.

"Al pagar un precio tan alto por soldados muertos, Israel puede estar enviando una señal a los militantes de que no es necesario mantener vivos a los futuros rehenes", advirtió Yuval Steinitz, legislador por el Likud, de derecha. "Es un precedente muy peligroso", sostuvo Steinitz.

El alto precio pagado por Israel en este intercambio tampoco pasó inadvertido para los ciudadanos palestinos. "Nadie esperaba que Israel resignara a Samir Kuntar. Hezbollah ha demostrado ser muy poderoso. Israel le teme y tuvo que escuchar sus demandas", opinó Samar Mohammed, un arquitecto de Ramallah.

A pesar de las críticas internas en Israel, el intercambio podría impulsar la alicaída figura del primer ministro, Ehud Olmert, cuyo poder se ve gravemente amenazado por crecientes denuncias de corrupción.

Hace dos años, Olmert lanzó una guerra de un mes contra Hezbollah, en respuesta a la captura de los soldados. Su manejo del conflicto fue muy criticado y las presiones que enfrentaba para resolver el destino de los soldados eran enormes.

Durante los últimos dos años, asegurar la liberación de Regev y Goldwasser se había convertido en una cruzada nacional que incluyó avisos callejeros, calcomanías en los guardabarros, anuncios en radio y televisión y plegarias públicas.

Gerald Steinberg, del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Bar Ilan, no está de acuerdo con la idea de que Hezbollah salió favorecido tanto de la guerra como del intercambio. "Hezbollah pagó un precio muy alto. Cuando los soldados fueron secuestrados, Israel inició una guerra que le costó muy cara a Hezbollah. Sería irracional que repitiera una táctica que le acarreó tantas pérdidas", afirmó.

Traducción: Jaime Arrambide
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