jueves, 1 de marzo de 2012

LA EXTRAÑA POLITICA DE RECUERDO DE EUROPA

La gente puede ser ennoblecida por su pasado- y puede ser destruida por el

por Bret Stephens
21/2/12

El secreto de la redencion reside en el recuerdo?
Richard von Weizsäcker, el ex presidente de Alemania, una vez dijo que si, y el estaba en lo correcto—al menos en lo que respecta a su propio manchado pais. La violacion de Belgica, el Holocausto, los Stasi: Si hay una cosa que pasa sin decir en la vida moderna alemana, es que la amnesia historica no es una opcion.
Asi que es bueno, aunque no muy sorprendente, que el proximo presidente de Alemania sea Joachim Gauck, quien llega al cargo (principalmente ceremonial) despues de un escandalo politico comun y corriente forzo la renuncia de su predecesor. El Sr. Gauck, un expresivo pastor anticomunista de Alemania Oriental, se convirtio en un nombre familiar despues de la reunificacion en 1990 como el primer supervisor de los archivos de la Stasi. Casi tres millones de alemanes han hecho desde entonces una visita a la "Oficina de Gauck" para enterarse cuales de sus secretos mas personales eran conocidos por el estado—y quienes entre sus vecinos, colegas, amigos o parientes estaba probablemente enterado e informando.
Cuando salio por primera vez la cuestion de abrir los archivos, algunas personas pesantes advirtieron en contra de ello: Podria haber asesinatos en venganza. Millones de personas pasarian el resto de sus vidas recriminando acerca del pasado en vez de construir el futuro. Las amistades serian arruinadas. Asi seria con algunos matrimonios.
Afortunadamente no ha funcionado en esa forma. La gente llegara a grandes extensiones por saber la verdad plena acerca del pasado, pero resulta que no muchos de ellos estan dispuestos a actuar sobre el. El conocimiento solo es generalmente suficiente. Luego, tambien, los que han vivido en estados totalitarios tambien saben cuan borroneadas pueden ser las lineas entre virtud y vicio cuando el regimen trabaja para convertir a todo ciudadano en un complice. No hubo muchos heroes en la vieja Alemania Oriental, o en alguna otra parte en el imperio sovietico. Eso es precisamente lo que hace tan excepcional al Sr. Gauck, y tan ajustado presidente para Alemania.
Ahora consideren otro caso de estudio de la extraña politica del recuerdo de Europa—este acerca de las virtudes de olvidar.
A principios de este mes, la Corte Suprema de España fallo que Baltasar Garzón—el juez celebridad que en 1998 logro que Inglaterra pusiera al ex caudillo chileno Augusto Pinochet bajo arresto domiciliario durante un año—era culpable de ordenar escuchas ilegales y le prohibio practicar el derecho durante 11 años.
El Sr. Garzón tambien continua en juicio en otro caso, el cual es su intento por abrir una investigacion de los crimenes del regimen de Franco. Todos los casos se retrotraen a al menos 60 años atras; todos los acusados estan muertos; todas las acusaciones son cubiertas por una ley de amnistia de 1977. No obstante, el Sr. Garzón intento argumentar que la amnistia no podia cubrir crimenes contra la humanidad que estan sometidos a estatutos supuestamente suplantando la ley española.
Ese argumento parece probable que falle, y con el el edificio de la "jurisdiccion universal" sobre el cual el Sr. Garzón busco extender su autoridad al limite tanto de espacio como de tiempo. El juez tambien enfurecio a muchos españoles enfocandose solo en los crimenes de los nacionalistas de Franco, cuando las manos de los republicanos respaldados por los sovieticos estaban dificilmente mas limpias.
Pero el verdadero pecado del Sr. Garzón (si esa es la palabra para eso) fue haber violado el pacto de olvido de la era post-Franco—el pacto de olvidar a traves del cual la derecha e izquierda españolas aceptaron unir manos en una democracia comun. No es por nada que las palabras "amnistia" y "amnesia" tienen una raiz comun en la griega amnēstía—olvido de lo malo—y no es por nada que todo sistema legal decente reserva un lugar para la amnistia. Sin ella, la vida seria menos tolerable y la politica mas destructiva. No importa el cliche de Santayana: La verdad es qeu los que no pueden olvidar el pasado es precisamente tan probable que lo repitan como los que pueden.
Asi ha sido para la España moderna. Los alemanes pueden haber modelado su democracia forzandose a si mismos (mucho despues que partio el Ejercito de Patton) a no alejarse nunca de su pasado. Los españoles, por el contrario, han hecho lo opuesto: crear las instituciones de una sociedad libre intentando nunca volver atras. Solo en años recientes se ha quebrado el pacto de olvidar, especialmente despues que el ultimo gobierno socialista promulgo una "ley de recuerdo historico" que reconoce el crimen de Franco sobre la feroz resistencia conservadora. En ese sentido, el caso de Garzón es pura retribucion politica—y una advertencia de cuan toxica puede ser aun esta infusion especial.
La buena noticia es que el camino del recuerdo y el camino del olvido han, hasta ahora, servido a ambos paises destacablemente bien. Quizas eso no es sorprendente. En la politica como en la vida, hay mas de una forma de reconciliarse con el pasado. Las personas pueden ser ennoblecidas e instruidas por su historia, y ellas pueden ser destruidas por ella. Una ignorancia estudiada de la historia puede liberarte, o puede cegarte. No hay formulas, solo cautas intuiciones.
Pero hay una cosa que sea probablemente cierta: Sea que la gente elige recordar u olvidar, ellos tienen que elegir juntos. Como las almas de los que partieron, el pasado puede descansar en paz o permanecer contigo por siempre. No debe ser agitado incomodamente.
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba

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