El mejor amigo del combatiente: los caninos de las FDI en Gaza

Publicada el: 10 septiembre, 2014

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Durante la operación Margen protector, los perros de la unidad Oketz de las FDI se enfrentaron a los terroristas en Gaza. Aunque muchos de ellos resultaron heridos en combate, no les impidió continuar con la lucha.

Sólo diez días después de sufrir una grave lesión en Gaza, Whiskey, un perro de la unidad canina Oketz de las FDI, regresó ansiosamente al campo de batalla. Pero él no era el único. Durante la operación Margen Protector, varios de los caninos de las FDI se enfrentaron a los terroristas de Hamás. Como Whiskey, muchos de ellos continuaron luchando a pesar de sus heridas.

Oketz, (hebreo: ‘aguijón’) es la unidad canina élite del ejército israelí y la mejor de su tipo en el mundo. Los soldados de esta unidad se someten a un entrenamiento intenso para dirigir las fuerzas de infantería y las unidades especiales durante la batalla. Ellos se preparan a lo largo de todo el año para enfrentarse a todo tipo de situaciones, desde las misiones básicas hasta las operaciones más complejas.

“Por lo general, nuestros perros están llenos de motivación, y rara vez muestran que tienen algún problema” explica el Mayor A., uno de los veterinarios de alto rango de la unidad. “En el primer día de la fase terrestre de la operación, una bala entró por la pierna de Whiskey cerca de una arteria principal. A pesar de su lesión, él continuó en el campo de batalla junto a los soldados”.

Horas después de la lesión, el entrenador de Whiskey notó que cojeaba y necesitaba atención médica urgente. Nuestros soldados lo evacuaron inmediatamente a un hospital en Israel, donde los veterinarios le realizaron una cirugía y le salvaron la vida. Diez días después, Whiskey regresó al campo de batalla. “Estaba decidido a continuar”, explica el Mayor A. “Su herida era muy profunda y sobrevivió casi por un milagro”.

Vínculo entre guerreros

Kimba, otro de los caninos de la unidad, resultó herido junto a su entrenador luego de que terroristas dispararon una granada de mortero en su dirección. Luego de sufrir heridas provocadas por esquirlas en la cabeza y pecho, Kimba fue sumergida a una cirugía en un hospital veterinario israelí. Durante su largo período de recuperación, recibió numerosas visitas de su entrenador, que a pesar de sus propias heridas, insistió en ir a verla.

Los combatientes de Oketz hacen todo lo posible para salvar la vida de un perro herido. “Son combatientes en cuatro patas y tratamos sus heridas muy seriamente”, dijo el Mayor A. “Nosotros evacuamos a cada perro según la gravedad y urgencia de la lesión, ya sea en coche o en helicóptero. En Gaza, siempre había veterinarios en el campo encargado de tratar a los perros heridos”.

“Todos nuestros perros que resultaron heridos sufrieron trauma”, explica el Mayor Y., otro veterinario de alto rango de la unidad. “Ellos fueron heridos por esquirlas en partes del cuerpo que para un ser humano sería imposible continuar, pero de todas maneras, ellos continuaron su camino”.