viernes, 2 de enero de 2015


En la actual situación esta foto actualizada es casi impensable
Shlomo Ben Ami siempre se ha sentido cerca de España, y así lo demuestra su impecable castellano. Judío sefardí nacido en Tánger, emigró pocos años después a Israel, donde creció en un kibutz del Valle del Jordán. Apasionado hispanista, se licenció en Historia y Literatura Hebrea en la Universidad de Tel Aviv, y viajó hasta Oxford para doctorarse con una tesis sobre los orígenes de laII República Española. Participó en la Conferencia de Paz de Madrid, siendo el segundo embajador de Israel en España (1987-1991) y en la Cumbre de Camp David como Ministro de Asuntos Exteriores tras la victoria del partido Laborista (1999) en su país. Hoy, es vicepresidente de una idea propia: el Centro Internacional de Toledo para la Paz.
El día previo al aniversario del referéndum constitucional de 1978, el 5 de diciembre, Shlomo Ben Ami conversa con el periodista Antonio San José en un acto de la Fundación Juan March en Madrid. España y Cataluña; Europa y Alemania; Estados Unidos y el Mundo Árabe; Israel y Palestina; no dejan puntada sin hilo.
 "La Transición fue un ejercicio de sabiduría política extraordinario. Es un ejemplo, apenas sin precedentes, de cómo dejar atrás las condiciones más fanáticas y hacer posible una reconciliación nacional", destaca Ben Ami mientras piensa en el mundo árabe y habla de sus dificultades para enfrentarse a los desafíos de la modernidad.
"Estamos en uno de los peores momentos que uno puede imaginar. El contexto del Medio Oriente nunca fue peor", introduce Ben Ami para explicar que "los Estados árabes musulmanes, sumidos en una crisis institucional política, no cuajan; y países como Libia, Yemen y Siria, se están colapsando. Israel está hoy rodeada de países fallidos y la península del Sinaí se está convirtiendo en tierra de nadie, a la que el Estado Islámico está llegando".
Medio Oriente está en el 1648 europeo
Shlomo Ben Ami recuerda que el Estado moderno europeo nace con la Paz de Westfalia (1648) a raíz de una guerra de religión en el continente que, considera, es la situación en la que se encuentran los países árabes en la actualidad: en la guerra de los Treinta Años. "El error de Occidente es olvidar que para llegar donde está, fronteras reconocidas y una Europa casi federal, aquí hubo guerras de religión, guerras civiles, dos guerras mundiales y un genocidio". El error de Estados Unidos es creer que "va a exportar la democracia en las alas de aviones F-16" cortando así "la lógica del ciclo de la historia".
Su opinión defiende dejar sólo al mundo árabe para que sean ellos mismos los que cumplan sus fases y escriban su historia, y pone un ejemplo: "Esta es la única zona del mundo que no tiene la capacidad para crear un ejército regional. Incluso en África, la Unión Africana es capaz de mandar fuerzas de mantenimiento de la paz a otro país en problemas. La Liga Árabe jamás lo ha hecho". Y añade: "Van a sufrir muchísimo. Va a ser duro recortar distancias. Pero tendrán que hacerlo. Porque, además, todo lo que venga de fuera será visto como una intervención ilegítima ilegal".
Después de apuntar las consecuencias de la invasión americana de Irak en 2003, "una desestabilidad de tales dimensiones en la que todo era posible", el hispanista hace referencia a la amenaza del Estado Islámico y la consiguiente alianza internacional que lidera Estados Unidos para bombardear las posiciones de los yihadistas radicales en tierras de Irak y Siria.
Está bien "ayudarles en lo que sea posible, pero no intervenir de forma violenta pensando que puedes imponer modelos políticos. Sin tropas extranjeras, claro, ya que eso no va a ayudar en nada. Tiene que surgir de las propias sociedades árabes", insiste.
El historiador sitúa los orígenes del grupo terrorista en países como Arabia Saudí y Catar, al querer formar "su propio ejército privado suní" como reacción al chií Hezbolá de Irán, "el enemigo real del mundo árabe". "Ellos pusieron el dinero inicial, lo que convirtió a ISIS en un tigre que, si galopas sobre él, tú mismo acabas dañado".
Israelíes y palestinos: un acuerdo imposible
Cuestionado sobre el conflicto entre Israel y Palestina, la posible solución que plantea Shlomo Ben Ami esta vez sí requeriría del exterior ya que, según la conclusión a la que dice haber llegado hace ya años, "israelíes y palestinos no pueden llegar a un acuerdo entre ellos". Ni siquiera con la izquierda en el poder, que ya intentó acercar posturas: "el máximo que los israelíes de extrema izquierda pueden ofrecer a los palestinos no se encuentra ni en el mínimo de exigencia para construir un Estado Palestino".
La dificultad reside en la propia naturaleza del conflicto. "Este no es un acuerdo inmobiliario como el que se firmó con Egipto enCamp David, no se trata de ponernos de acuerdo en dividir esta mesa entre los que aquí estamos, se trata de concesiones sobre intangibles que las partes ya no son capaces de hacer. Si tenemos que negociar nuestra ética nacional, nuestra memoria histórica, certificados milenarios de pertenencia según escrituras históricas... ésta se convierte en una discusión casi académica".
"La solución tiene que venir de fuera", resuelve. "A pesar de los fracasos EEUU sigue siendo la 'nación indispensable'. Tendría que crear una alianza para la paz, y no para la guerra como nos tiene acostumbrados, para llevar una resolución al Consejo de Seguridad de la ONU. Una resolución que presente los principios y parámetros de una solución para el Medio Oriente", concluye.
¿Qué papel juega Europa en este hipotético programa de paz? "Sería parte del Cuarteto, de esa alianza". Europa, en este caso, serían Francia y Gran Bretaña como miembros del Consejo. Sería necesaria "una resolución respaldada por Estados Unidos, Europa, Rusia y la ONU, con la participación de la familia árabe y de países como Arabia Saudí, Jordania, Egipto... Porque ningún líder palestino ha tenido el coraje de decirle a su gente que la vuelta de los refugiados no es posible. Pero si la Liga Árabe forma parte de estas decisiones, dará legitimidad al acuerdo".
"Yo le digo siempre a los palestinos: no os creáis que el mundo se interesa por vosotros. El mundo se interesa por vosotros porque nosotros estamos involucrados". Shlomo Ben Ami plantea con estas palabras la extraordinaria atención que les presenta occidente al reconocer en este conflicto su propia historia. Tiene sus raíces en Cristo, puedes pasar con ella por las Cruzadas, leerla en la Biblia, nadie olvida el holocausto. De este modo, "una historia sobre Israel siempre es, para bien o para mal, una historia magnificada" dice.
http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2014/12/19/5494247a22601df0498b457d.html

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