martes, 20 de enero de 2015

¿El siempre eterno problema palestino-israelí podrá ser superado?
Comienza un nuevo año y con él, el pueblo de Israel se encuentra realmente frente a una encrucijada. Nuevamente el gobierno no ha podido completar su mandato y ha tenido que llamar a elecciones anticipadas. Esta vez duró menos de dos años. Si vamos viendo los primeros datos que se publican sobre las intenciones de votos, si bien faltan aún más de dos meses para el día del sufragio, todo indica que será difícil lograr un nuevo gobierno fuerte y con posibilidades de subsistir. Por el momento un cálculo ente los grupos de derecha, con sus diversas variantes y las de oposición muestran un empate técnico.
La situación internacional e interna de Israel es difícil. Afuera no nos quieren y dentro nos peleamos entre nosotros.
A nivel universal hay cuatro caminos claramente marcados.

a) Desde una cerrada posición de derecha se puede entender que todos los territorios que van desde el Jordán hasta el Mediterráneo corresponden a Israel. Facilitar la partida de los palestinos que habitan dentro de ese sector de terreno otorgando subsidios y facilidades es su propuesta (transfer). Ya hubo propuestas hace años en ese sentido, y los que se queden deberán acatar la autoridad israelí. Sabemos que tal salida en 2015 no es posible, pero hay iluminados que aún piensas así.
b)  Una posición, tal vez entendible es mantener el “status quo”. Dejar la situación como esta, seguir construyendo en la zona de Jerusalén y esperar que vaya cambiando la posición mundial y se produzca el milagro.  “Quien no cree en milagros en Medio Oriente no es lo suficientemente realista” dijo el Padre de la Patria en un frase aún vigente. Eso implica a corto plazo tener que contar con el apoyo de USA en las Naciones Unidas y su deseo de ejercer el veto a resoluciones condenatorias y correr el riesgo de tener que soportar un boicot económico con los perjuicios que ello llevaría implícito. Tal vez puede ser, aunque como lo anterior en 2015 ya no sería lógicamente válido.
c)  Mas al centro izquierda están los que establecen que se debe volver a los límites del 67, dejar de construir en los territorios en conflicto, desalojar los territorios poco poblados y compensar tierras densamente poblados con otras de más al sur junto al Jordán que actualmente no son habitadas. (Propuestas de Ehud Barak y Ehud Olmert no aceptada en su momento por los palestinos). Eso tiene el riesgo que en esta oportunidad se acepte. Luego Palestina deberá hacer elecciones y Hamas gane estas. Conclusión: si con 13 km. de fronteras compartidas en el sur la vida es imposible, ¿Cómo sería estar con 400 km. de fronteras? ¿Cuántas bombas, cuantos túneles, cuantos cohetes podrían llegar a todo Israel?  Que gane Hamas en elecciones libres es muy probable, pero en el supuesto que no gane, casi seguro en dos años harían una revolución como en Gaza y tomarían el poder. Todo el mundo nos aplaudiría. Tal vez Bibi y Abu Mazen posarían en una gran foto con Barak Hussein Obama y los tres recibirían compartido el premio Nobel de la Paz. Ya le regalaron uno al presidente de EE.UU., puede recibir un segundo. Esa opción es como diría el dicho popular “pan para hoy, hambre para mañana”
d)  La cuarta opción, que es la que más les interesa a los palestinos. Sería que en todo el territorio se establezca un estado bi-nacional. Todos juntos en un gran país democrático.  Hoy seis millones de judíos y no menos de cuatro millones quinientos mil árabes contando los palestinos que viven en Cisjordania, en Gaza y dentro de la actual Israel. En dos generaciones los palestinos superarían numéricamente a los judíos y nadie duda que pasará en esos momentos. Se harán con el poder y poco a poco, o más rápido todavía, desaparecerán los judíos nuevamente de su tierra ancestral.
Viendo esas cuatro posibilidades, cae por su propio peso la gran pregunta. ¿Tiene posibilidades Israel de subsistir?
No dudamos que sí. Israel nació para quedarse. Israel nació luego de una dispersión de veinte siglos y luego del cruel asesinato de seis millones de judíos. Israel nació por el justo reconocimiento de las Naciones Unidas y de más de dos tercios de los países del mundo. E Israel deberá seguir subsistiendo con el apoyo incondicional del mismo organismo que la creó. Hay que seguir negociando. Y si se fracasa, seguir negociando. Y si Abu Mazen dice que no seguir exigiendo el sí. Y si el rais palestino sigue poniendo cara de enojado, frunciendo su ceño y mirando hacia abajo, como lo hace con frecuencia, presentar al mundo civilizado, que es él al que no le interesa pactar, que Israel intenta, que Israel busca y que los noes vienen de otro lado. Pero eso en forma manifiesta y siguiendo negociando. Todo es negociable. Los árabes por naturaleza son buenos negociadores. No debemos ser menos. Lo único que no se debe hace es mostrarse orgulloso, cerrar las conversaciones de nuestro lado y demostrar inflexibilidad. Negociar hasta el cansancio. No bajar los brazos y buscar nuevas variantes y soluciones. Es la única salida. Una resolución de las Naciones Unidas, con el respaldo de ella y la garantía de los principales países del mundo es la meta a la cual hay que dirigirse. Es la esperanza. Es el futuro. Es por el bienestar de nuestros hijos y nietos.
En el frente interno se puede percibir que el calendario sigue avanzando. Los partidos van ordenando sus listas de candidatos y nada es tranquilo o democrático. En el partido de Netanyahu se han celebrado las internas y ha quedado demostrado que el actual Primer Ministro es el amo indiscutible del mismo.  Para encabezar la lista ha logrado el 80 % de los votos emitidos y en esta ya configurada, figuran todos sus hombres claves en puestos prominentes y reales.
Lo que realmente llama a desengaño es que si vemos los nombres de los primeros veintitrés lugares podemos verificar que no abunda mucha riqueza de creación, imaginación y poder de ingenio. Los primeros puestos fueron logrados por los escuderos de Bibi y sorprende un poco que su fiel Sancho Panza, Yuval Steinitz, se haya ubicado solamente en el puesto trece.
Otro signo negativo es que dentro de los 23 primeros lugares se encuentren solo dos mujeres, un tanto retrogrado para los tiempos que vivimos pero que indica la actitud actual del Likud, un partido detenido en el tiempo. En un brillante quinto lugar encontramos a Miri Regev, apoyada por los seguidores de Gidon Saad, que por lo menos nos garantizan toques de humor en la futura Kneset.
De Israel Beiteinu mejor no mencionarlo pues se corre con el riesgo que su mentor, el ministro Avigdor Lieberman nos denuncie por querer desfavorecerlo. Eso es lo que hizo con la policía cuando puso en relieve la gran envergadura de sobornos, prebendas y comisiones de muchos de sus partidarios en diversas carteras. No dijo que son inocentes ni que lamenta lo que sucede y que acatará lo que diga la justicia. Solo inculpa a las fuerzas de seguridad de dar la noticia “justo antes de las elecciones”. Durante casi una década el olé de Rusia ha venido escapando de la justicia contra las acusaciones en su contra. Nunca se pudo probar su implicancia en los hechos que se le tratan de demostrar, pero no pudo evitar que sus seguidores sean menos cuidadosos que él y en esta oportunidad se encuentren pruebas. El edificio de su partido se derrumba por varios lados y sin duda perderá mandatos en la nueva Kneset.
Avodá sigue sumando candidatos extra partidarios. Ahora es el prestigioso economista argentino, Manuel Trajtenberg, cordobés de nacimiento para más datos, que hasta hace pocas horas era consultado por Netanyahu para cuestiones de su especialidad. Se va construyendo un mosaico en donde los que no son tenidos en cuenta son los históricos del partido y en perjuicio de los principios democráticos del mismo. No a la voluntad de sus afiliados sino al deseo de ganar. Todo sea por ganar, el “solo no Bibi” y resucitar al tradicional partido. No se sabe, de resultar electos, si lograrán conformar un bloque unido y coherente. En la lista anterior habían incorporado a Avishay Braverman y este pasó sin pena ni gloria. No se sabe si estará también en esta oportunidad y si piensa igual o no que Trajtenberg. Mucha, tal vez demasiada improvisación.
Donde ya no se andan con duelos verbales y se comenzó con artillería pesada es en las filas de los partidos de los ortodoxos sefaradíes. Deri e Ishai libran una guerra sin cuartel y tratan de destruirse y desprestigiarse mutuamente. Lo perjudicial para ambos es que no poseen el sistema de Cúpula de Hierro, que tan eficientemente funcionó en la última contienda con Hamas, y se aniquilarán sin piedad.
HaBait Haiudí tuvo que digerir los embates entre Naftaly Bennett y Uri Ariel y esperan confiados los resultados. Desea ser el partido necesario e imprescindible que precise Bibi para formar el nuevo gobierno y ahí plantear sus ambiciones colonizadoras e imposibilitar directamente cualquier conversación de paz.
Yair Lapid anda tratando de sumar adeptos a sus alicaídas filas. Se presume que Yes Atid no tiene tanto futuro como lo indica su nombre y que sus representantes no serán más de la mitad de los que tiene ahora. Pero también trata de perdurar, para luego poder integrar alguna coalición que lo mantenga en puestos relevantes.
Los partidos árabes deben buscar alguna coalición o unión sino tienen el peligro de desaparecer pues con el nuevo piso electoral, su futuro es incierto. Sus discrepancias no cesan y nada está aún resuelto.
Más tranquilas parecen las situaciones en Merez y en Iaadut HaTorá. En el partido de extrema izquierda celebrarán sus internas y aguardarán que triunfe la coalición de centro izquierda y que los llame a colaborar. Sino seguirán siendo oposición, tarea en la cual tienen vasta experiencia. En el partido de los ortodoxos azquenazitas no hay problemas. Los Sabios Rabínicos utilizarán el “dedometro” y todos acatarán. Saben que serán necesarios para integrar gobiernos estables y se ofrecerán a mejor postor. Serán nombrados Vice Ministros, (no aceptan ministerios pues deben jurar por Israel y sus leyes y no lo admiten) y lograrán fondos para sus Yeshivot y seguidores que pagará todo el pueblo de Israel.
Este es el panorama a principios del 2015, pero no hay que desesperar. Todo puede ocurrir y como siempre se dice “Todo irá bien”.
Cr. Víctor Vaisman

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