lunes, 24 de agosto de 2015

**No La Nombren**

Amigos; les pido que respeten mi dolor, no hablen de ella. Ella pertenece
a mi pasado al cual he renunciado y no quiero volver; les pido que no la
nombren, que no la recuerden, como si nunca hubiera existido y que ha
sido solo una aventura que el tiempo borró de mi vida…
Amigos; les aseguro que nada de ella recuerdo, ni su nombre, que era
música para mis oídos, ni sus labios, que calmaban mi sed, ni sus ojos, en
que ellos veía la alegría de los míos, ni su piel, que mis manos tan bien
conocían, ni su perfume, cuyo aroma abría mi apetito a un amor desbocado…
Amigos; como ven, ya nada recuerdo; fue un amor no esperado que entró
en mi corazón y un día, por algo que no entiendo, levantó vuelo y en el
infinito cielo voló hacia el horizonte y se perdió en la inmensidad del olvido…
Amigos; que difícil es cerrar las puertas del amor por miedo al desengaño y
que triste es sentir como el corazón recibe el amor con la ilusión del tiempo
a venir. Su amor entró en mi vida disfrazada de gloria y resultó ser una mala
mujer que plantó, en mi, la semilla del dolor y la traición...
Amigos; necesito de vuestra compañía, de vuestra presencia, de vuestro apoyo,
ustedes me ayudarán a curar mis heridas. Sólo les pido:
¡No la nombren!
Mario Beer-Sheva



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