lunes, 16 de febrero de 2009

Holocausto: un prestigioso cardenal criticó al Papa


Cada vez van peor las críticas que embisten en pleno al Papa tras su decisión de perdonar a cuatro obispos católicos ultratradicionalistas excomulgados hace veinte años. Ayer llegó la más inquietante: el arzobispo de Viena, cardenal Christian Schoenborn, una de las figuras más influyentes de la Iglesia, atacó abiertamente al Vaticano por la decisión de reincorporar al seno de la Santa Madre al grupo que más agredió en las últimas décadas al Concilio Vaticano II y sus enseñanzas.

Benedicto XVI ha sido acusado también de no tener sentido de la oportunidad, pues anunció la remisión de las excomuniones hace diez días, justo cuando se celebraban 50 años del anuncio de Juan XXIII de convocar al Concilio y el Día de la Memoria que celebra el Holocausto de los judíos por los nazis. Antes del anuncio uno de los cuatro obispos perdonados, el inglés Richard Williamson, negó la existencia de las cámaras de gas y el mismo Holocausto en una entrevista a la TV sueca. Williamson es hasta ahora director del seminario de los lefebrianos en La Reja, a 40 kilómetros de Buenos Aires, desde 2003. El revuelo monta sin cesar en Francia, Suiza, Holanda, Austria. Pero sobre todo en Alemania, el país natal de Joseph Ratzinger.

"Quién niega la Shoah (el Holocausto), no puede ser rehabilitado en el seno de la Iglesia", dijo el cardenal Schoenborn.

Como en la Iglesia no se puede hablar mal del Papa y menos en público, y menos siendo un purpurado, el cardenal Shoenborn extiende un velo de caridad y acusa a "colaboradores del Vaticano que no examinaron muy de cerca el caso" y "no se informaron bien acerca de la personalidad de Richard Williamson", dijo.

En Austria la Iglesia está en llamas porque el Papa acaba de nombrar a un ultraconservador como obispo auxiliar de Linz, que ni siquiera figuraba en la terna de propuestas. Se trata de monseñor Gerhard María Wagner, de 54 años, que como Clarín informó ayer sostuvo hace un tiempo que los libros de Harry Potter son "satánicos" y que el huracán Katrina que arrasó a Nueva Orleans en 2005 era un castigo divino a una ciudad "inmoral". El vicario general de Linz, monseñor Franz Wild, consideró "catastrófico el procedimiento seguido" por el Vaticano.

Las protestas han abandonado en general las elipsis y atacan directamente el estilo del pontífice y su visión. "Hay un defecto sistémico en este papado que está destruyendo su efectividad. Benedicto XVI no consulta a expertos que puedan desafiar sus opiniones e inclinaciones", afirmó el padre Tom Reese, del Centro Teológico de la Universidad de Washington, EE.UU.

No faltan los que enumeran la colección de polémicas causadas por el Papa con sus posiciones cada vez más conservadoras. Algunos las llaman "gaffes". Otros, como el semanario aleman Der Spiegel de esta semana, las ven como el fruto de las concepciones de un teólogo-Papa que "vive extrañado del mundo", que habla con poca gente y "no es patrón del aparato que lo circunda" en la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia.

Der Spiegel es lapidario. "El Papa alemán le está haciendo hacer una mala figura a la Iglesia", escribe en un informe de 14 páginas sobre el actual pontificado y la crisis que ha estallado por el perdón a los lefebvrianos. Lo peor son las críticas que vienen directamente de la Iglesia germana. El obispo de Hamburgo, monseñor Werner Thissen, señala "una clara pérdida de confianza en el Pontífice".

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