By RACHEL ADELMAN
De acuerdo al midrash, seis momentos liberan una voz que viaja desde un extremo de la tierra al otro y nunca es escuchada: (1) cuando se tala un arbol frutal; (2) cuando una vibora cambia su piel; (3) cuando una mujer es divorciada de su marido; (4) cuando una mujer tiene relaciones por primera vez con su marido; (5) cuando un bebe abandona el utero; y (6) cuando el alma abandona el cuerpo. "Y el alma no abandona el cuerpo hasta que ha visto la Presencia Divina, como se dice, 'Ningun hombre Me vera y vivira'" (Pirkei deRabbi Eliezer 34). La idea de que hay una "voz...no escuchada" es esencialmente una antitesis. Como podria una voz, llevada por ondas sobre el aire, cientificamente medidas en decibeles, no ser escuchada? Mas alla de la experiencia sensorial, intangible, la voz es emitida en momentos de tan intensa angustia emocional que escapa a la exteriorizacion.
Con respecto a los cuatro fenomenos humanos, ambos polos de la vida y la muerte estan entreverados como una melodia bifurcada, emitiendo una voz inaudible. Todo conlleva cierta clase de ruptura. La mujer, en sus primeras relaciones con su marido, es sacada de su autonomia como virgen, representada por la ruptura del himen. En el divorcio ella es sacada del estado de ser una fusion como pareja, lo que conlleva el matrimonio (cf. Gen. 2:24). Es interesante, el dolor que la consumacion sexual y el divorcio conllevan es unicamente sentido por una mujer. Aunque su dolor nunca es escuchado.
Nacimiento y muerte, sin embargo, no son un limite de genero. La inaudible voz del nacimiento es liberada no por la madre. Mas bien es el nacido que siente la perdida de la union primaria, la perdida de la felicidad de la suspension amniotica. La separacion del alma del cuerpo tambien invoca una ruptura cosmica; y aun es el momento trascendental unico en que el humano experimenta la Presencia Divina. El midrash cita: "Y ningun hombre Me vera y vivira" (Exodus 33:22), pero en el momento de la muerte, el ser humano puede ver. La paradoja esta representada por la voz que viaja desde un extremo de la tierra al otro y nunca es oida. Pero que de la imagen del arbol cargado de frutas cuando es talado, o la vibora que cambia de piel? Ni el arbol ni la vibora son simbolos neutrales; mas bien cada uno escucha nuevamente al original, al estado anterior al pecado original en el Jardin del Eden. De acuerdo con otro midrash, la serpiente primigenia tuvo una vez brazos y piernas, y cuando fue maldecida, los angeles descendieron del cielo para cortar sus extremidades, y su grito viajo de un extremo al otro del mundo (Genesis Raba 20:5, cf. Gen. 3:14). Di-s entonces decreto que todas las serpientes cambiarian la piel una vez cada siete años, en gran dolor, emitiendo aquella voz primigenia que viajaria de un extremo al otro del mundo, aunque sin ser oida. El Arbol del Conocimiento, el que dio tal fruto fatal, tambien tenia una voz que nunca fue escuchada. Para la orden, "No comas del arbol... o tu moriras seguramente", Eva agrego la prohibicion de no tocarlo (3:2). Esto proveyo el resquicio para la conspiradora serpiente, "que vino y toco el arbol. Y el arbol grito, 'Malvada, no me toques',...La serpiente entonces dijo a la mujer, 'Mira, yo toque el arbol y no mori, puedes tocarlo y no moriras" (PRE 13). El arbol grito, ostensiblemente para advertir a la mujer del peligro inminente. Pero su grito callo en oidos sordos, o quizas su grito nunca fue escuchado. Este es el grito que Eva no puede pronunciar, testigo mudo del batir del tronco, hojas, ramas, caer de la fruta. Una vez que el arbol fue sacudido, Eva ya ha probado lo prohibido con sus ojos: "Y la mujer vio que el arbol era bueno para comer y que era un placer para los ojos..." (Genesis 3:6). Sus ojos entonces llevaron su mano, que entonces llevo a su boca. Y ella une a Adam en la danza hacia el "conocimiento del bien y el mal", seres mortales destinados al polvo, concientes de la inminencia de su propia muerte. La voz que es liberada y viaja hacia los fines del mundo expresa un anhelo, un deseo de retornar a la union primaria, representada por el Jardin del Eden. Aunque la voz nunca es oida. Como podria entonces el autor del midrash haberla oido? Quizas nosotros, a pesar de estar confinados al mundo de los cinco sentidos, estamos concientes de la voz a traves de un "sexto sentido"? En el deseo de retornar al Jardin del Eden, "hasta el y observando sobre el" (Gen. 2:15), nosotros tambien resonamos con la voz, haciendonos eco del anhelo en este universo.
La autora da conferencias en Biblia Hebrea y midrash en Matan, the Sadie Rennert Institute for Women's Torah Studies, en Jerusalem, e internacionalmente.
Fuente: Jerusalem Post
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