jueves, 26 de febrero de 2009
Nuclear Iraní: ¿La solución es Jatami?
último 9 de febrero el ex presidente y candidato reformista para las elecciones presidenciales del 12 de junio en Irán, Mohamad Jatami era víctima de un intento de atentado en Teherán. Los asaltantes estaban equipados con palos mientras lanzaban amenazas tales como ''Muerte a Jatamí'' y ''No queremos un gobierno de los EE.UU.''. El reformista Jatami teme ser victima de un ataque de su opositor conservador Mahmud Ahmadineyad. ¿Jatami tiene posibilidades de vencer a Ahmadineyad el 12 de junio? ¿Se justifica colocar tantas esperanzas – por parte de occidente - en su elección? ¿Jatami podría detener la carrera armamentística y nuclear de Teherán?
El periodista Ben-Kaspit en su artículo del fin de semana (“Lo que seguro vendrá mañana” – Maariv 20/2/09) suponía que el primer día en funciones del próximo Primer Ministro incluiría la visita del Jefe del Estado Mayor del Ejército General Gaby Ashkenazi quien lo actualizaría de la situación en el frente más conflictivo con; más o menos; las siguientes palabras: “Nosotros estamos parados en un tierra movediza, la lava se extiende por todos los lados. Las centrifugadoras en Irán siguen girando. El reloj sigue su marcha. El conflicto entre moderados y extremistas está a punto de definirse y no a favor de los moderados. Fíjese en Qatar que ya se pasó al campo iraní. Si pensás que se puede solucionar bombardeando el proyecto nuclear iraní estas equivocado. Nosotros podemos llegar hasta allí, podemos dañarles pero no podemos modificar el rumbo de las cosas”.
Israel podría no tener capacidad real de destruir totalmente el programa nuclear iraní. Múltiples objetivos escondidos en múltiples refugios subterráneos. Durante la última semana, el periódico británico "The Daily Telegraph" afirmaba que Israel apoyaba una guerra encubierta contra el programa nuclear de Irán, por lo que utilizaba agentes dobles y asesinos a sueldo. Esta estrategia pretendía “dejar fuera de combate” a destacados expertos nucleares para interrumpir el programa de investigación iraní sin provocar una guerra regional.
Reva Bhalla; analista de la compañía privada de inteligencia estadounidense Stratfor; señaló que la idea se centraba en eliminar a figuras destacadas del programa nuclear. "Las operaciones encubiertas israelíes se han centrado en eliminar activos humanos importantes en el programa nuclear y en sabotear la cadena de suministro nuclear iraní", añadió Bhalla.
Por su parte, un ex agente de la CIA indicó que el fin de la estrategia es disminuir el progreso en el programa nuclear iraní."El objetivo es retraso, retraso, retraso hasta que se llegue a alguna otra solución", agregó.
Según añade el "Daily Telegraph", hay rumores de que la agencia de espionaje israelí Mossad estaría detrás de la muerte de Ardeshire Hassanpour, experto nuclear de la planta de uranio iraní Isfahan, que murió de un supuesto envenenamiento con gas en el 2007.
El artículo del periódico británico y el extracto de las palabras de Ben-Kaspit afirmaban que 1) Seria imposible destruir de raíz, militarmente hablando, el proyecto nuclear de Teherán, 2) La política israelí se basaría en retrazar y sabotear el proyecto al máximo. Esta segunda premisa es todavía más relevante a la luz de la nueva política de la administración de Obama hacia Irán. El Presidente Barack Obama no se siente preacondicionado por experiencias de otros. Él quiere probar dialogar con Teherán (y con otros) para luego decidir. Para Israel, esa política se traduce en una orden de acción: tiempo… hay que ganar tiempo… cuando Washington se “despierte” puede ser muy tarde.
“Sería una perdida de tiempo que occidente centre sus esperanzas en la elección de Jatami” – afirmaba el Presidente del Parlamento iraní esta semana. ¿Jatami puede aliviar los temores de occidente hacia Irán?
Mohamad Jatami tiene 65 años y fue el Presidente de Irán durante dos cadencias, entre 1997 hasta 2005. Jatami es considerado el Presidente más liberal en los 30 años de revolución islámica. “La revolución islámica está en peligro. ¿Uno puede permanecer indiferente ante lo que sucede?” le dijo a sus seguidores del campo reformista al anunciar su candidatura hace poco más de una semana.
Nada asegura que Jatami pueda vencer a Mahmud Ahmadineyad en las elecciones. Jatami ha dicho que teme que las elecciones terminen siendo manipuladas y que su propia vida corra peligro. Es cierto, la población iraní está desencantada con la situación en el país. La política económica de Ahmadineyad es desastroza y la inflación se dispara día a día. Los intentos de privatizar empresas y de llevar a cabo reformas han fracasado y el desempleo aumenta en todo el país. El precio del petróleo bajó drásticamente y eso obliga al Presidente a bajar los subsidios del estado, lo que perjudica a las clases más bajas, esas misma que lo eligieron al cargo hace cuatro años.
Por contrapartida, Jatami posee muchos menos adeptos entre las fuerzas conservadoras y entre los líderes religiosos del país. El líder espiritual de la Revolución Islámica Ali Jamenei ha expresado en varias oportunidades, durante los últimos meses, su apoyo a Mahmud Ahmadineyad. Su consejo puede definir la votación. Eso si, el apoyo de Jamenei a Ahmadineyad ocurría antes de la decisión de Jatami de presentarse para las próximas elecciones. La situación, hay quienes creen, podría llegar a cambiar a su favor.
Resulta especialmente complicado arriesgarse y afirmar que Jatami puede vencer en las elecciones del 12 de junio. Irán no posee una sociedad homogénea con una cúpula dominante clara. Los Persas son la primera minoría pero siguen siendo una “minoría”. Durante estos meses, Jatami está tratando de conseguir alianzas con grupos no persas, que constituyen el 55% al 60% de la población de Irán (Azeris, Curdos, Turcos, sunitas, etc). Jatami pretende ganarse el apoyo de los iraníes más jóvenes y de las mujeres. Hay quienes consideran que explotar el problema de la representatividad de las minorías en el país es la llave para ganar las próximas elecciones.
La “campaña propagandística” (en nada similar a la que podemos observar en occidente) sería más o menos así: Jatami dirá que Ahmadineyad arruinó la economía (inflación del 25% al 30%) mientras que Ahmadineyad acusará a Jatami de ser “el presidente de los Estados Unidos en Irán”. A todo esto, Ahmadineyad aún no ha anunciado que se presentará para las elecciones. A pesar de que los rumores sobre su débil estado de salud se han multiplicado durante el último año, nada parece indicar que no se presentará para su reelección.
De vencer… ¿Jatami podría modificar de plano la actitud militar y terrorista de Irán?
Jatami estudió en la Universidad de Ispahan, que se especializa en filosofía occidental. Durante su cadencia, intentó impulsar cierta apertura de su país hacia el mundo. Y a pesar de todo esto, a lo largo de su mandato el programa nuclear iraní se desarrolló en secreto con mucha intensidad. Mohamad Jatami, al igual que el actual presidente Ahmadineyad, apoya el desarrollo y el derecho de Irán a poseer poder nuclear. En sus años de gobierno, se levantó la planta de enriquecimiento de uranio en Nathanz, se comenzó a construir la planta de producción de uranio en Arak y se desarrolló la capacidad misilistica de Teherán. Y a pesar de lo señalado, en el ano 2003, Jatami se mostraba dispuesto a congelar el desarrollo nuclear iraní a cambio de incentivos económicos y diplomáticos hacia su país por parte de los países europeos.
Al subir al poder Mahmud Ahmadineyad, en el año 2005, Irán canceló el congelamiento del programa para reanudarlo con todas sus fuerzas. Mientras esto sucedía, Jatami se transformaba en una voz moderada comparada con la del actual Presidente de Irán. Mientras Ahmadineyad negaba el Holocausto y se sumía en una guerra dialéctica contra occidente, Jatami participaba en congresos internacionales en favor de la cooperación y el entendimiento entre religiones y culturales.
El analista Guy Bejor en su artículo “Chance for change” afirmaba que Jatami se había opuesto a las declaraciones de Ahmadineyad contra “Estados Unidos, Israel y los judíos ya que esas declaraciones podrían causar un gran daño para la economía y la diplomacia iraní”. Mientras Ahmadineyad es el padrino ideológico y económico del Hamas, Jatami ha afirmado que si los palestinos e Israel llegaban a un acuerdo, Irán debía respetarlo.
Bejor considera que de vencer Jatami no se debería traducir esto en una detención del programa nuclear iraní ya que tal decisión sigue quedando el manos del líder espiritual Ali Jamenei. Eso si, bajo el liderazgo de Jatami, Irán podría reducir su apoyo al Jizballah y al Hamas. Bejor cree que las sumas de dinero podrían reducirse y el papel de Teherán en el terrorismo podría disminuir. Mahmud Ahmadineyad ha utilizado los conflictos con el exteriores (reales o inventados) para mostrarse como el líder de los más desprotegidos, exportar su revolución por la región y, a la vez, disimular las consecuencias de su política económica populista e irresponsable. En su lugar, Mohamad Jatami podría simplemente elevar el nivel de “racionalidad” del gobierno de Teherán. Un cambio por demás significativo para todo el medio oriente.
Siendo así, las elecciones en Irán del 12 de junio podrían llegar a ser las más importantes no sólo para ese país sino para toda la zona. Desde Bahreim, pasando por Egipto y los sunitas en el Líbano, siguiendo por los países europeos y los EE.UU., terminando en Jerusalén… la victoria de Jatami podría ser una buena noticia para este 2009.Guysen internacional
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