miércoles, 12 de octubre de 2011

LOS DIAS DE SUCOT -QUE ES SUCOT


La Tradicional Sucá

La Tradicional Sucá
Es la tercera y última de las tres Festividades de peregrinaje, junto con Pesaj y Shavuot, hacia Jerusalén. Más allá de su connotación agrícola, es una festividad histórica. Es la dramatización de un momento, de la marcha del pueblo judío hacia la libertad.

La fiesta de Sucot: "El día quince del mes séptimo será la festividad de las cabañas para el Eterno, que durará siete días" (Levítico 23:34), y así: "Viviréis en cabañas esos siete días. Cada nativo de Israel habitará en cabañas, para que vuestras generaciones sepan que hice habitar a los hijos de Israel en tiendas cuando los liberé de la tierra de Egipto" (Levítico 23:42-43). Esta festividad le recuerda al pueblo el vagabundeo por el desierto en el camino de la esclavitud a la liberación nacional y espiritual. En el desierto se creó la imagen espiritual del pueblo y allí recibió la Torá. Aún cuando llega el pueblo a su descanso en su tierra, la Tierra de Israel, recordará la adversidad del desierto y la benevolencia del Santo Bendito Sea "Y te condujo por el desierto grande y terrible plagado de víboras ardientes y escorpiones, un erial carente de agua de donde, empero, Él extrajo para ti agua de la roca dura. Y te dio también maná para comer en el desierto, cosa que no conocieron tus padres" (Deuteronomio 8:15-16).

La sucá

La construcción comienza normalmente cuando finaliza Iom Kipur, de manera que los judíos puedan pasar de un precepto a otro o de una "fortaleza a otra" - mijail el jail. Puede verse en la Sucá un símbolo de que la existencia de nuestro pueblo, expuesta a las contingencias de la intemperie, ha sido fuerte y perdurable. Es también un símbolo de la existencia en el seno de la naturaleza, de la inocencia, de la armonía humana, de la igualdad social. Se diría que la vida humana no la definen los edificios brillantes en los cuales muchos seres humanos pretenden encerrarla, sino en el alma del mismo, el alma que el ser humano cultiva en su existencia. La verdad y la dicha están dentro del hombre y no fuera de él. Por otra parte, algunos ven en esta "vivienda precaria" el símbolo de la vida judía en la diáspora. En la diáspora nadie puede establecer "su casa" definitiva.

El simbolismo de la sucá y el simbolismo de "las cuatro especies" se corroboran recíprocamente, puesto que emergen del mismo plano ideal: la comunidad humana, la justicia y la igualdad. (Material de la Central Pedagógica de Nativ, Centro de Educación de Montevideo).

¿Qué significado tiene para nuestros días la Sucá?

En estos días, especialmente, abandonamos nuestros hogares fijos para un lugar temporario, demostrando que toda nuestra vida en este mundo se asemeja a una cabaña temporaria y los valores que existen eternamente son aquellos que se vinculan con el espíritu del pueblo de Israel y las enseñanzas de la Torá.

¿Cuáles son los significados de la fiesta de Sucot?

1) La base nacional - la unión del pueblo: la fiesta de Sucot, como el resto de las festividades de peregrinación, tiene una base nacional. El precepto de la sucá nos viene a recordar un pasado en común, cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto camino a Eretz Israel. En la fiesta de Sucot, antes del exilio, el pueblo de Israel subía a Jerusalén, centro espiritual del pueblo, para festejar la fiesta en ese lugar.

2) La alegría: La festividad es llamada por nuestros sabios "época de alegría" (de la misma manera que la festividad de Pesaj es llamada "época de liberación", y Shavuot - "época del recibimiento de la Torá"). Tres veces somos obligados en la Torá a alegrarnos en la fiesta de Sucot: "Y te alegrarás en la festividad", "Y estarás alegre", "Y se alegrarán ante vuestro D's durante siete días". Existen varias razones para esta alegría: la alegría de la cosecha, y aquella que viene luego del esfuerzo espiritual realizado durante los "días de arrepentimiento". En este momento estamos seguros que ha sido bueno nuestro veredicto, y es por eso que estamos alegres. También está la alegría de la peregrinación, la unión y la concentración de todo el pueblo en Jerusalén - "una ciudad que hace a todo el pueblo de Israel amigos". Esta alegría tenía su punto culmine en Simjat Bet Hashoeva en la época que existía el Templo.

3) La preocupación por los pobres y necesitados: En la festividad de Sucot se enfatiza la idea de igualdad social y cooperación de los diferentes niveles sociales. "Te regocijarás en la celebración tú con tú hijo, tú hija, tú siervo, tú sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que moraren contigo". (Deuteronomio 16:14). A las tres personas que poseen riquezas se les agregan otros seis que no poseen. De aquí la costumbre de aumentar la caridad en vísperas de Sucot, e invitar personas para compartir la festividad.

4) Paz: la festividad de Sucot es época de alegría, pero es también el día de la sentencia. En Sucot son sentenciados (todas las criaturas del mundo) sobre el agua (se fija la cantidad de lluvias que caerán ese año). En Sucot se sacrificaban siete toros, uno por cada nación del mundo y estos eran sacrificios para el bienestar y tranquilidad de todos los pueblo de la tierra. En la fiesta de Sucot comenzamos una nueva etapa en la relación con las otras naciones, y la sucá es llamada "la sucá de la paz": "y extiende sobre nosotros la sucá de la paz"

¿Cuáles son las leyes y costumbres de Sucot?

1) El precepto de habitar la sucá: durante los siete días de fiesta, es un precepto comer y dormir en la sucá. Se debe llevar a la sucá los mejores utensilios ya que ella representa nuestra casa principal durante siete días.

2) Ushpizin - visitas: Conforme a la tradición invitamos a la sucá a nuestros antepasados de acuerdo al siguiente orden: Abraham, Itzjak, Iaakov, Iosef, Moshé, Aharón y David. Hay quienes agregan a Shlomó a esta lista, en lugar de Iosef. Para ser merecedores de estas visitas debemos invitar a nuestro prójimo, sobre todo aquellos que no han podido construir su propia sucá.

¿Cuáles son las cuatro especies?

Según nuestros sabios las cuatro especies representan las cuatro categorías de grupos sociales, que existen en el pueblo de Israel. Estas cuatro especies se toman juntas para bendecir, tres de ellas se atan - lulav, hadás y aravá - para simbolizar que el pueblo de Israel sólo está completo si todas sus fuerzas se juntan.

Por su importante significado, el pueblo de Israel, no solo el que habita en Haaretz, sino todo, debe tener presente, la singular enseñanza de nuestros ancestros. Hoy más que nunca debemos permanecer unidos. Es lamentable que los enemigos del judaísmo, lejos de desaparecer, van aumentado, en poder y en cantidad. Un mundo, nuevamente ciego, no alcanza a, o no quiere, percibir, que el peligro del integrismo musulmán, que hoy se vuelca contra Israel y habla de su desaparición, se volcará contra toda la civilización occidental.

¿Cuáles son las particularidades de Sucot?

¿Qué es lo que nos llama la atención? Pues, que en casi todas las festividades de Israel, sea la Torá, los Sabios o el Pueblo han estipulado tal o cual comida o bebida que se identifica con la ocasión. Una sola es la excepción: Sucot.

La Torá no ordena ingerir ningún alimento que sea particular e identificativo de esta festividad. Nuestros Sabios a lo largo de los siglos no han decretado ninguna comida o bebida para bendecir especialmente dentro de la cabaña prescrita. Ni siquiera la sabiduría popular ha ensayado pergeñar algún manjar que esté vinculado a Sucot.

¿Por qué? ¿Por qué esta extraña y milenaria omisión, precisamente en la festividad que ha sido ordenado que nos regocijemos y alegremos?

¿Acaso no es símbolo de alegría el vino y la carne (según la Tradición enseña, ver Pesajim 109a, ver también Moed Katán 9a)? ¿No debiera ser uno de los leit-motiv de la festividad el pasarlo bien con derrochones bocados y libaciones?

La respuesta es:

La Torá es sabia.

Los Sabios son muy finos conocedores de la realidad.

El Pueblo santo generalmente no se deja llevar por lo vulgar.

Al estar sentados bajo el techo naturalmente frágil de la Sucá, rodeados de débiles paredes que no son una coraza de materialidad, abrazados por los elementos de la naturaleza y no tanto por los artificios de nuestro ingenio, es cuando tenemos la oportunidad de descubrirnos en nuestra esencia, en nuestra identidad más desprovista de disfraces. En la época de Sucot, es cuando tenemos la ocasión de descubrirnos realmente, de ser caras y no caretas, de juzgarnos en verdad, y de presentarnos con honesta sinceridad ante el divino Trono para recibir el veredicto final respecto al año que comenzó en Shminit Atzeret.

Sucot es la fecha de la alegría y, por eso, la comida y la bebida quedan en segundo plano, como acompañamiento a lo esencial.

Victor Vaisman

Fuentes consultadas. Departamento para la Educación Judia Sionista de la Agencia Judía y Ministerio de Educación y Cultura del Estado de Israel

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