Vista de la ciudad de Gaza
Mientras continúan los ataques de la fuerza aérea “hebrea” sobre Gaza, los medios “informativos” encuentran abundante y fascinante material para sus ávidos lectores, sobre el conflicto árabe-israelí.
Las fotografías de niños quemados y mutilados, sus madres llorando, sus hombres clamando venganza, y los “líderes” pidiendo un urgente alto al fuego, hacen que la comunidad internacional, es decir, muchos que leen esta nota, arderán de indignación y pedirán la urgente intervención de la ONU, o quien sea, para parar este nuevo “genocidio” sobre la población de Gaza.
Sin embargo, la realidad es mucho más cruel de lo que se pueda pensar si no se conoce el conflicto en profundidad.
En una nota anterior, titulada “La gata sobre el tejado caliente”, explicaba por qué Hamas necesita arrastrar al ejército de Israel a un ataque en Gaza, recibir después el apoyo del mundo árabe y de la comunidad internacional, es decir una inyección económica que necesita y que no recibe desde la última guerra, y así también, mantener su liderazgo frente a Abu Mazen y las otras organizaciones terroristas, entre las que comienza a verse cada vez en mayor número, las negras banderas de ISIS.
Los medios especializados cifran en 1.500 el número de millonarios que residen en Gaza. Cualquiera que visite Gaza, podrá constatar, con sus propios ojos, “los ricos campos de petróleo, las bullentes industrias y fábricas de bienes y empresas de servicios”, y comprobar que no hay tal cosa. En su lugar encontrará por miles, funcionarios de Abu Mazen, que cobran su sueldo de lo que llega de las ayudas de la Comunidad Europea y otros. El resto, son funcionarios o terroristas pagados por Hamas y Cía. No es necesario ser muy inteligente para darse cuenta de donde surgen las fortunas de estos 1.500 millonarios, cuyos hijos muchos estudian en el extranjero y por supuesto no participan de las actividades terroristas.
¿Cómo se gana este dinero entonces? Muy fácil, sólo necesita montar un aparato de adoctrinamiento de las clases más pobres de la población, para que trabajen como soldados o funcionarios, siempre que se cuente con el carnet de pertenencia a Hamas, y un certificado de su mezquita, acreditando que es un buen musulmán. Muchos lo hacen no por patriotismo, sino porque no tienen otra opción para llevar pan a la mesa de sus casas.
Tampoco se necesita ser muy brillante, para entender por qué si Tzahal lanza panfletos en árabe, advirtiendo a la población, de mantenerse alejada de los sabidos sitios de lanzamiento, almacenamiento, talleres de fabricación, y sitios de comando de las organizaciones terroristas, y los bombardeos son de precisión casi quirúrgica, y con munición diseñada para detener su efecto a unos cuantos metros del impacto, aun así se producen víctimas civiles. La razón está graficada en la foto de esta nota. Ellos llaman a su población a llenar los techos de estos lugares, para detener los ataques israelíes, o en el más triste de los casos, tener victimas que mostrar a la prensa, y mostrar lo pérfido que es el enemigo sionista. Hay que considerar que, desde el 2000, en Israel cae un misil en promedio cada 7 horas, por lo que Israel creó su sistema anti-misiles, y refugios para su población, o los muertos por estos ataques se contarían por miles. Como contraparte, Hamas emplea la mayor parte de sus recursos en la fabricación de misiles, y en la construcción de túneles, para ingresar a Israel a raptar soldados y civiles o a cometer atentados, y los únicos 3 refugios conocidos, son para los líderes terroristas.
Pero si faltan víctimas inocentes, abunda el material gráfico proveniente de Siria o Iraq, cosa que hasta la misma BBC ha denunciado como falso en estos días. Es lo que llamamos Pallywood, es decir, la maquinaria propagandística que monta muchas de las escenas, por las que el mundo arde de rabia contra Israel.
Así como los islamistas en Siria, se financian vendiendo los órganos de los civiles sirios, en Gaza el dinero se hace con la sangre de sus civiles.
De entrar Tzahal en Gaza, esto podría llevar entre 3 o 14 días, según fuentes castrenses, y necesitar una estadía de entre 6 o 12 meses para desarticular al máximo posible las organizaciones terroristas. Esto significaría un respiro para los cristianos que allí habitan, cada día más hostilizados por los fundamentalistas musulmanes, así como una oportunidad para los más moderados de poder vivir bajo la protección del ejército israelí.
¿Qué esperamos en Israel?
Sultan Abu Al-Einein, asesor del jefe de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, publicó el lunes en Facebook un artículo incitando a la violencia y al asesinato de israelíes, y pidiendo una vuelta al terror (Intifada) de hace una década.
Hamas en tanto, en cuatro videos distintos emitidos en hebreo por el canal de televisión de Hamás, Al Aqsa TV, el grupo terrorista islámico amenaza con volver a perpetrar ataques suicidas en las ciudades israelíes e insta a Israel a “contar sus ataúdes”. Según el sitio web Palestinian Media Watch, la organización emitió las siguientes declaraciones: “Sionistas, esperen y vean los ataques terroristas, puñaladas por todas partes. Esperen los ataques suicidas en los autobuses, las cafeterías y las calles. Esperen la rabia y la venganza por Gaza, esperen las llamas de Cisjordania, dentro de ustedes”.
Aun con estas declaraciones, la comunidad internacional y los medios de comunicación se niegan a ver a Hamas como una organización terrorista.
Iosef Neira
“En tiempos de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”. George Orwell
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