domingo, 13 de julio de 2014

LOS ARGENTINOS EN ISRAEL SEGÚN LA PERIODISTA ILANA DAYAN

שולח: Olei Ashkelon,

Palabras de Ilana Dayan, en Bar Ilan, al recibir, junto con otros argentinos que se destacan en Israel, una distinción de la AMIA. Una visión de los argentinos en Israel que se puede hacer extensiva a los latinos…
"Permítanme, antes que nada, agradecer a dos hombres que no están aquí: gracias a ellos podemos estar aquí tranquillos mientras tanto…
Sin los goles de Marcos Rojo y Leo Messi el último miércoles, no quiero pensar cuánta gente no estaría presente hoy aquí, en esta ocasión tan especial.
Por otro lado, tengo que decir la verdad: mi mama es uruguaya, así que tuvo mejores semanas…
Es un gran placer y un enorme honor estar aquí, y es un privilegio inclusive más grande, compartir este momento con mis estimados colegas.
Tengo que decir la verdad (es increíble, pero periodistas a veces lo hacen – dicen la verdad):
Desde el momento que llegué a este país, una niña de 6 años, estaba determinada a ser israelí. Sin los aritos chiquitos y con las sandalias clásicas de aquí.
Sin acento argentino, y con mucha "reish". Me imagino que no soy la primera, ni la última persona en pasar la experiencia de un emigrante, que tiene este tipo de reacción: todos queremos pertenecer.
Aún cuando uno llega a un lugar tan intenso y total como lo es este país.
Tengo idea que por lo menos parte de mis amigos aquí conocen este estado existencial: Shlomo Idov lo canta más lindo que cualquier forma en la cual yo lo puedo explicar (SONAR EN CASTELLANO – JOLEM BE SEFARADIT):
מתרגש בעברית מפרח
ונושא בעברית תפילה,
מתרגז בעברית בן-רגע
ומרביץ בעברית קללה.
אני חושב ואני כותב בעברית בלי קושי
ואוהב לאהוב אותך בעברית בלעדית.
זאת שפה נהדרת, לא תהיה לי אחרת
אך בלילה, בלילה אני חולם עוד בספרדית.
No estoy segura que mi español alcance para mantener mis sueños, pero sí entendí, con los años, que hay algo, profundo y especial que me conecta al lugar donde nací.
Algo que pasa por las venas del idioma, por los chistes y el humor, por los gustos del dulce de leche y el alfajor (y a veces el asado), pero más que nada – por la manera de ser.
Y cuando miro los nombres de la gente que conmigo comparte este gran honor, esto es lo que veo: israelíes en todo sentido y al mismo tiempo tan argentinos también.
El médico de niños y el neurocirujano, el abogado-activista y el empresario y la escritora, el filósofo y el productor de TV, el embajador y la psicóloga, el científico nuclear y el profesor de Historia y el de Ciencias políticas, los músicos y el Prof. de economía.
¿Qué tenemos todos en común? (aparte de querer aplastar a Suiza mañana)?
Yo creo que es esa "dualidad total", que poca gente de verdad la vive. Ser totalmente de acá, y seguir siendo de allá también.
Como lo canta Shlomo Idov:
אמונים בעברית שומר לך
וסוגר בעברית תריסים.
זאת שפה נהדרת
לא תהיה לי אחרת
אך בלילה בלילה אני חולם עוד בספרדית
Puede ser que hay galuiot más grandes, más antiguas, no sé. Pero no creo que hay una comunidad más satisfecha consigo misma (שלמה עם עצמה ) que los argentinos en Israel. Sin complejos, sin urgencia de dejar el pasado atrás.
הכל בסדר, אנחנו פה ואנחנו משם,
y cuando trato de explicarlo, me acuerdo de las palabras de mi papá, (Mordejai Dayan z.l.)
casi en todos sus discursos. Contaba de sus padres que se escaparon de los pogromim en Rusia, y los padres de mi mamá que se escaparon del antisemitismo en Hungría a principios del siglo 20. Y contaba de la decisión que recibieron ellos dos – mis padres – de dejar Argentina y hacer aliá, hace 43 años.
"Ellos dejaron a Europa con una maldición en sus labios", decía mi papa. "nosotros dejamos Argentina con una bendición en los labios".
"Ellos se escaparon del odio y la persecución, nosotros nos despedimos de un lugar que nos trató como iguales, que nos aseguró la vida, y el bien-estar".
Amos Oz cuenta del turista que viene a Israel, y le pregunta al Israelí: "¿Por qué ustedes, los judíos, vinieron acá?". Y el iraelí le responde: "Vinimos para olvidar".
"¿Olvidar qué?" pregunta el turista, y el israelí le dice "Ya me olvidé".
Nosotros, (גאולי גלות ארגנטינה )no tenemos de qué olvidarnos. No escapamos de una tragedia; nos despedimos de un buen lugar para llegar al único lugar que nos puede ofrecer (בית לאומי)- una casa nacional.
Dios sabe (y nosotros también) que Israel no es un lugar simple. El experimento sionista tuvo más éxito que cualquier otro movimiento nacional moderno, pero no es perfecto. Y este país sigue siendo una mezcla de guerras y esperanzas, de atentados y amenazas.
Y en todo esto - creo que pasó algo muy especial en el encuentro entre la realidad imposible de Israel, y el olé que llegó de Argentina.
Será la actitud liviana del paisano, el buen humor a lo mejor, y más que nada: el calor humano, el básico humanismo con el cual nos "enchufamos" a Israel. No todos, no siempre, pero miren a los 16 amigos que reciben esta distinción: Admiro a todos, conozco algunos de más cerca. Y es por eso que puedo, con orgullo, decirles que José Cohen (tuve el privilegio de entrevistarlo después que operó - y salvó la vida - del Primer Ministro Arik Sharon) y Ernesto Kahan y Michael Feldman no son solamente profesionales sobresalientes "outstanding professionals", sino que representan un tipo diferente de médico: cercano, y humano, inclusive simpático.
Gavriela Avigur-Rotem trae otra voz, Pablo y Shlomo enseñaron romántica en un lugar que apenas sabía cómo deletrear - "how to spell" - romántica, Yair Dori nos trajo su versión de romántica en TV, después de pagar precios tremendos como prisionero de guerra, Shalom Rosenberg demostró que existe un judaísmo que no se impone, Edi Kaufman a lo largo de los años ha llevado la bandera de los derechos humanos en un país asustado, León Amirás lo hizo en su área, así como Mario Laib, y Sofia Treibich, Prof. Kaplan y Gustavo Hakin.
Pero más que nada lo vimos últimamente con un estimado profesor de Economía que está hoy aquí.
De repente era tan claro que en toda esta locura, se necesita un Mario Trajtenberg. Y quien lo vio en ese invierno largo después del verano de 2011, puede entender cuál es el input especial que trae el cordobés a esta realidad nerviosa; el economista con el acento suave y el modo tranquilo, supo escuchar la rabia de los jóvenes que se tomaron las calles. Y al mismo tiempo se hizo escuchar en los lugares de poder – desde el Primer Ministro en adelante.
De repente entendí, que en un estado que vive el secuestro y mira el mundial; que respira las tormentas del medio oriente y añora la normalidad – nosotros, de cierto modo, somos los agentes de la deseada normalidad.
Porque no llegamos de un "disaster zone", porque no escapamos de una tragedia, porque nos salvamos de caer en los estereotipos que casi toda comunidad cae en ellos.
Es por todas esas razones y por muchas más, que es un gran orgullo para mí, ser parte de este grupo querido. Y para mí personalmente, como periodista, dedicada a descubrir la injusticia y reportarla, dedicada a darle una voz a aquel que no la tiene, dedicada a alumbrar lo que otros quieren dejar en la oscuridad – para mí hay una inspiración fuerte, y es toda en español – pertenece a una gran mujer, la voz inolvidable de sud América, que cantaba:
Sólo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacía y sola sin haber hecho lo suficiente
Sólo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente

Que el futuro no me sea indiferente

Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente
Para mí, éste es el himno de la buena gente, como los hombres y las mujeres que están aquí, que dedicaron su vida para hacer una diferencia en la vida de otros.
Muchas Gracias.
תודה רבה
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