jueves, 15 de enero de 2015

Cuando Cuestione la Historia de Mahoma

El academico ingles Tom Holland se encontro en una tormenta de fuego—y bajo amenaza—cuando planteo dudas sobre el relato tradicional de los origenes del Islam.

 
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
Tom Holland
9/1/15
 
Desde 1989, cuando el novelista Salman Rushdie se encontro condenado a muerte por el Ayatollah Ruhollah Khomeini por la presunta blasfemia de "Los Versos Satanicos", los satiricos en Europa han sabido que ellos estaban viviendo al borde de un volcan. El nerviosismo por burlar sensibilidades religiosas se ha vuelto mas intenso en el continente de Voltaire y Byron que en cualquier momento desde el siglo XVIII. Que hay musulmanes capaces de tomar ofensa criminal en la blasfemia en una forma en que las iglesias se han excedido hace mucho tiempo es una realidad que nadie que se rie del Islam puede posiblemente olvidar. Los caricaturistas asesinados en miercoles en la oficina de la revista francesa Charlie Hebdo sabian los riesgos que estaban corriendo. Esa fue la medida de su bravura. "Lo que estoy diciendo puede ser un poco pomposo", habia declarado su editor, "pero prefiero morir de pie que vivir de rodillas."
Yo siempre habia admirado tal osadia, pero fui demasiado pusilanime como para imaginar que podria encontrarme alguna vez en algun peligro de este tipo. Yo era historiador, no satirico—y, lo que es mas, un historiador de la antigüedad clasica. Como un libro sobre la antigua Roma podria ofender a alguien?
La respuesta solo comenzo a llegar sobre mi gradualmente cuando llegue a escribir no sobre el apogeo de Roma sino sobre su caida. Para el Siglo VI DC, el Imperio Romano habia sido desmembrado. La mitad occidental, incluida la misma Italia, era gobernado por los barbaros; solo la mitad oriental habia sobrevivido. A principios del siglo VII, ese resto fue reducido, a su vez, a un tronco sangrante. Las provincias que habian sido romanas durante siglos se perdieron para siempre ante un nuevo tipo de imperialistas: los arabes.
Como habia sucedido esto? La caida del Imperio Romano en el Oriente me parecio un tema fascinante, decisivo y curiosamente poco discutido. En el año 2007, sin sopesar realmente las probables consecuencias, decidi hacerla el tema de mi siguiente libro.
Los tontos acometen donde los angeles temen pisar. El colapso del poder romano en el Cercano Oriente fue la otra cara de otra historia: el surgimiento del Islam. Los ejercitos arabes que capturaron de los romanos las provincias de Palestina, Siria y Egipto eran musulmanes, segun la historiografia tradicional, y habian estado inspirados para sus destacables hazañas de conquista por las revelaciones de un profeta, Mahoma. Me llevo solo una inmersion superficial en el estudio del periodo para darme cuenta que estas suposiciones eran (por decirlo suavemente) ampliamente discutidas.
De hecho, era dificil pensar en otro campo de la historia donde hubiera tanto en juego. Las preguntas fundamentales para la comprension tradicional del Islam de si mismo resultaban desafiar el consenso.
Los conquistadores arabes podian de hecho no haber sido musulmanes en lo absoluto? El Coran, el presunto corpus de las revelaciones de Mahoma, se deriva de hecho de una multiplicidad entera de fuentes preexistentes? Era posible que Mahoma mismo, en vez de venir de Meca, habia vivido lejos al norte, en los desiertos mas alla de la Palestina romana? La respuesta a todas estas preguntas, llegue a concluir gradualmente, era si.
Por primera vez, encontre que escribir un libro sobre historia antigua estaba dandome noches de insomnio. Eso, sin embargo, no era nada comparado con el nerviosismo que senti despues de recibir un segundo encargo: hacer una pelicula sobre los origenes del Islam. Vino de Channel 4, una estacion de television que habia sido establecida en el Reino unido por la decada de 1980 con una orden financiada publicamente de servir como el hermano menor travieso de la BBC. Desde entonces, ninguna Navidad o Pascua ha sido completa en Inglaterra sin un documental en su agenda cuestionando la historicidad de la Biblia.
Nunca antes, sin embargo, habia puesto al aire—o, de hecho, ningun otro canal britanico—un documental cuestionando la base de lo que creian la mayoria de los musulmanes sobre los origenes de su fe. Todavia recuerdo un sentimiento de panico casi fisico mientras estaba parado en las almenas de

una ciudad romana abandonada en el Desierto del Neguev y plantee la posibilidad, en camara, que Mahoma podria de hecho no haber venido de Meca. El director, el brillante cineasta ganador de premios, Kevin Sim, se habia propuesto hacer de mi y mis ansiedades sobre lo que estaba haciendo, una parte de la pelicula, y el tuvo mas que exito. Dificilmente haya una toma en el documental en la cual yo no me vea ligeramente aterrorizado.
No obstante, para la epoca en que el programa finalmente fue pasado al aire a fines de agosto del 2013, yo me habia llegado a sentir mas optimista con respecto a sus perspectivas. Mi libro habia salido cuatro meses antes, y yo no me habia sentido amenazado en ninguna forma. Las revisiones habian sido mixtas, lo cual no era sorpresa considerando cuan controvertido era el tema: Algunas fueron adulatorias, algunas vituperantes. Los criticos musulmanes, sin excepcion, lo habian odiado. Ninguno, sin embargo, para mi alivio, habia discutido mi derecho a someter a investigacion historica los origenes del Islam y a publicar mis conclusiones. Por esa razon, mientras esperaba con ansia la transmision del documental, me senti tolerantemente confiado en que nadie se enojaria mucho. 
No me llevo mucho tiempo darme cuenta de mi error. Apenas algunos minutos en la transmision, mi cuenta de Twitter estaba humeando. Para la hora en que termino el programa, las amenazas de muerte estaban llegando en espesor y rapido—y no solo contra mi sino cotra mi familia tambien. Channel 4 tambien fue inundado de protestas. Una proyeccion privada agendada para selectos peces gordos tuvo que ser cancelada despues que la policia advirtio que no podian garantizar la seguridad de los asistentes al evento. Debido a que muchos de los invitados habian sido periodistas, esto naturalmente dio a la controversia una nueva linea de vida.
Dos semanas mas tarde, estaba todavia recibiendo amenazas de muerte de musulmanes convencidos que la unica explicacion posible para que haya hecho la pelicula era que yo estaba en la lista de pagos del Mosad o la CIA o ambos. El momento mas escalofriante de todos llego cuando Press TV, un brazo de propaganda del gobierno irani, puso al aire un documental nivelando bastante esa acusacion. Fue la vez en que imagine seriamente que podria terminar como el nuevo Salman Rushdie.
Gradualmente, sin embargo, las protestas desaparecieron, como tienden a hacer las nubles de tormenta de la indignacion. Mi esposa e hijos se quitaron los aparatos de llamada de emergencia qeu les dio la policia, y todos dimos un suspiro de alivio colectivo. En los meses siguientes, fui invitado a dirigirme a distintas reuniones publicas presentadas por organizaciones musulmanas, y los asistentes, aunque raramente entusiastas con mis argumentos, me dieron una escucha perfectamente amigable.
En una conferencia organizada por la Universidad de Oxford para discutir mi libro y pelicula, se me pregunto que lecciones habia aprendido. La principal, respondi, fue que la libertad para escribir historia sin intimidacion ya no era algo que daba por hecho. Pero tambien aprendi que era posible, cuando mi obra quedaba bajo ataque, defenderla sin ceder ante las amenazas.
No he cambiado mi forma de pensar. Mi experiencia no se aproximo remotamente al horror de la masacre en Charlie Hebdo, pero asi como su personal estuvo dispuesto a morir en defensa de lo que ellos veian como el legado de Diderot, asi los historiadores deben ser conscientes de lo que esta en juego en la defensa del legado de Gibbon. Comparado con los satiricos y polemicistas, estamos en buena forma atras de la linea del frente, pero ninguno de nosotros debe estar en ninguna duda que estamos en la misma lucha.
—El Sr. Holland es el autor de “Rubicon: Los ultimos años de la Republica Romana” y “A la Sombra de la Espada: El nacimiento del Islam y el Surgimiento del Imperio Arabe Global.” Su nueva traduccion de “Las Historias” de Herodoto es publicada por Penguin Classics. Su documental, “Islam: La Historia No Contada,” esta disponible online en el Reino Unido.

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