martes, 6 de enero de 2015




Homenaje a Giorgio Perlasca en Hungría y en Raanana
Para honrar la figura de Giorgio Perlasca, Justo entre las Naciones,  la Orquesta Sinfónica de Raanana brindó un singular concierto.  Perlasca se hizo pasar  por un diplomático español en Hungría durante la Segunda Guerra Mundial, desviando unos 5.200 judíos de los campos de exterminio.  

Perlasca, mantuvo los detalles de su historia en su intimidad hasta 1987 cuando un grupo de “sus” judíos lo descubrieron y desataron un montón de medios de comunicación y honores de Estado. Y aunque Perlasca murió en 1992, esos reconocimientos no cesan.  

Como parte de su proyecto de Justos entre las Naciones, la Orquesta Sinfónica de Raanana creo  una pieza orquestal original, “His Finest Hour”, del compositor Moshe Zorman en homenaje a Perlasca. Su premier fue el pasado 10 de diciembre en Raanana,  en presencia del hijo de Perlasca, Franco y su nuera Luciana Amadia.

 “Cuando me enteré de las extraordinarias acciones de Perlasca, pensé que todo el mundo debería saber de él. Y tenemos sólo una manera de compartir su historia – a través de la música”, dijo el gerente general de la orquesta, Orit Fogel-Shafran antes del concierto de gala. Y, “a través de la música,  queremos contar su valiente e increíble historia”.“Comienza con una pieza de música, pero miles de niños se involucraron a través de la musica”.


 La nueva pieza por Zorman para Perlasca incluye texto del poema “Si esto es un hombre”,  que se encuentra al comienzo del libro de Primo Levi, sobreviviente de la Shoah. Zorman comienza el trabajo orquestal con una exposición de la vida de los que vivían en paz en edificios protegidos. A través de la música se pregunta “si, en estas condiciones, es posible entender a los que viven bajo la constante amenaza de muerte, arreglándoselas para evitar el hambre, mientras siguen luchando por su propia humanidad.”

 La segunda sección describe la lucha existencial de los judíos y la fuerza mortal del mal. La dolorosa llamada de los judíos se escucha dentro “de una marcha militar que amenaza con pisotear todo en su camino.”  Simulando el poema de Levi, la pieza termina dirigiéndose a las futuras generaciones, implorándoles que relaten la historia del Holocausto, consagrándola para el futuro.

 Después de luchar con las fuerzas italianas durante la Guerra Civil española en apoyo de Francisco Franco, le ofreció la ciudadanía española, que Perlasca  rechazó. Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, Perlasca procuró una posición lucrativa en el suministro de alimentos al ejército italiano que luchaba en Europa del Este. Sin embargo, en 1943 con la caída de Mussolini, Perlasca se vio obligado a reconsiderar la oferta de Franco.  Frente a la decisión de volver a casa y apoyar a otro régimen fascista o permanecer en Europa del Este, el italiano, se mantuvo en Hungría. Pero, después de permanecer un tiempo internado en un castillo de Budapest con otros diplomáticos apátridas, se dio cuenta que, “yo no era ni un fascista ni un anti-fascista. Pero era anti-nazi”.

 Perlasca llegó al consulado español en Budapest. Adoptó el nombre de Jorge y solicitó asilo. Comenzó a trabajar para salvar judíos junto al Encargado de Negocios español, Ángel Sanz Briz, que ya emitía  “cartas de protección” que otorgan las embajadas de los estados neutrales “ofreciendo tutela legal.”  El gobierno húngaro se dio cuenta de los esfuerzos de Sanz Briz, así que  huyó del consulado. Perlasca,  tras haber sido testigo de las deportaciones en masa de judíos en Europa del Este, mientras trabajaba para el ejército italiano, decidió continuar con la emisión de estas tarjetas de protección para lo cual asumió el rol de sustituto de Sanz Briz, nombrándose a sí mismo embajador  través de una falsificación de un papel con membrete del consulado.  “No podía soportar ver a la gente siendo marcada como animales… no podía soportar ver a niños siendo asesinados. Hice lo que tenía que hacer”, explicó Perlasca.

 Perlasca, parece ser, usó  un vacío legal español para salvar judíos bajo una ley española de 1924 que permitía a judíos, nacidos en España, tener ciudadanía plena y protección. Así que emitió falsos salvoconductos bajo la afirmación de que los judíos de Hungría eran de origen sefardí. Los  pases declaraban: “Los familiares de todos los españoles en Hungría requieren de su presencia en España. Hasta que seamos capaces de restablecer las comunicaciones, y el viaje de regreso sea posible, permanecerán aquí bajo la protección del gobierno de España”.

 Sabiendo que estaba corriendo contra el tiempo, Perlasca se asoció con otros diplomáticos, entre ellos Raoul Wallenberg, en un esfuerzo combinado para salvar judíos. A Perlasca se le atribuye haber salvado entre 3.500 y 5.000 judíos desde el 1° de diciembre de 1944, hasta mediados de enero de 1945.

 Perlasca regresó a Italia y vivió una vida anónima hasta 1987, cuando fue descubierto por un grupo de agradecidos judíos de Hungría. Desde ese momento fue honrado por los gobiernos italiano, húngaro y español y  reconocido en una ceremonia de Yad Vashem como Justo entre las Naciones.  

Después de las presentaciones del 10 y 11 de diciembre en Raanana, “His Finest Hour” será interpretada por la orquesta en Venecia. La música es una forma más de honrar una vida digna.

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