**Alegría**
Al mirarme al espejo, en la mañana temprano, noto en mi
rostro la
alegría que viaja por mi interior. Mis ojos que brillan con
aquel
brillo cuando ella aún me ama; la felicidad juegan en mis
mejillas
en el momento de afeitar mi tez y tarareando una canción
indefinida
a un ritmo que yo sólo escucho, mientras mi cuerpo, todo,
vibra de
contento porque hacia ella voy.
Me acicalo cuidadosamente, con esmero, mientras mi mente se
prepara
para el encuentro que tantas veces anhelé en mis noches de
vigilia, en
mis noches de esperanzas, que hoy veré realizadas junto al
amor de mi
amor.
Ya no recuerdo cuantas veces seguí sus pasos sin hacerme ver
y cuantas
me maraville, hasta perder la cordura, por su forma de
mujer. Y un día
tuve la suerte que alguien nos presentó; gentilmente le di
mi mano y mi
corazón también.
Fuimos amigos en una época que por fin terminó y una noche
que aún no
sé como pasó, como en un suspiro, la tomé en mis brazos y en
la boca la
besé.
Grande fue mi sorpresa cuando a mi beso contestó con
suspiros y palabras
que fueron directas a mi corazón, mientras mis oídos con
alegría escucharon
las palabras más hermosas que nunca más escucharán:
¡Cuánto tiempo esperaba que te decidas a besarme!
¡Como no estar con alegría en este día que nacerá un amor.!
Mario Beer-Sheva
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