**Ni La Rosa, Ni El Rosal**
Hace días que estás distinta… hace días que noto huellas en
mi
jardín y me pregunto ¿acaso será un ladrón?
Se detiene en el rosal y vigila tu ventana como buscando tu
imagen
entre tules y cortinas. ¿Cuál será el motivo del intruso que
pasa horas
entre las rosas y el rosal?
Envíale un mensaje al desconocido; yo soy el dueño de las
rosas y
estoy dispuesto a
defenderlas con mi propia vida. Si es necesario el
rosal morirá pero las rosas, que son mías, quedarán.
Te encuentro distinta…¿acaso el que te vigila tendrá algo
que ver?
Hasta te veo más elegante y cuidada en el vestir, todos los
días te
perfumas con aquel que te regalé. En el florero de tu repisa
yo no hay
ni rosas ni flores; a pesar que vas seguido al jardín.
Me preocupa tu actitud, mucho más que el fisgón apoyado en
mi rosal.
¡Indiscreto, curioso, entrometido, inoportuno!
Ponle el nombre que tu quieras; pero dile que tu no te irás
y él quedará
como abono del jardín.
¡Verás que hermosas rosas que dará mi rosal!
Mario Beer-Sheva
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