miércoles, 19 de octubre de 2011

El proceso de paz esta atascado, es hora que Israel proteja a sus ciudadanos e intereses anexando sus centros de poblacion en Judea y Samaria




Durante meses, los acontecimientos diplomaticos conocidos por la expresion "Septiembre" fueron descriptos como una crisis inminente.
Nada podria haber estado mas alejado de la verdad. Primero y principal, el pedido palestino ante la ONU presenta a Israel una oportunidad: una oportunidad de poner un fin, de una vez por todas, a la charada que ha estado continuando durante 18 años, desde la firma de los Acuerdos de Oslo. Es esa charada la que nos ha evitado lograr algun progreso en nuestras relaciones con los palestinos.
Desde que Yitzhak Rabin y Yasser Arafat firmaron ese patetico acuerdo que fue compuesto en secreto en la capital noruega, el mundo entero ha estado jugando un juego de fingimiento. Al principio, el juego era inocente, como los niños que realmente creen que estan creando un nuevo mundo. Pero durante los ultimos años, el juego se ha vuelto cinico, ya que todos saben que el juego no sirve a ningun proposito, pero nadie ha podido dejar de jugar el juego.
Los Acuerdos de Oslo, el Mapa de Ruta, el proceso diplomatico, dos estados para dos pueblos – todos estos son sinonimos de una situacion que no puede nunca llevar a un acuerdo o a la paz. Las ofertas del entonces primer ministro Ehud Barak en Camp David, los parametros de Clinton en Washington, las promesas del ex primer ministro Ehud Olmert en Jerusalem – ninguna de estas ha producido ningun acuerdo.
Siempre hay alguna explicacion retrospectiva en cuanto a por que nada funciona. Pero la explicacion simple, obvia y correcta es puesta a un lado: el minimo israeli y el minimo palestino simplemente no se superponen. Cuando un matematico encuentra este tipo de ecuacion, el puede sentirse muy frustrado, pero el sabe que incluso años de intentos no le traeran ninguna solucion. Es una perdida de su tiempo.
No hay solucion para el sistema de ecuaciones en el Medio Oriente, en parte debido a que los palestinos nunca cederan en el retorno de los refugiados y debido a que los judios nunca cederan el Monte del Templo, pero principalmente debido a que los palestinos quieren establecer un estado sin poner un fin al conflicto. Ellos quieren que su estado (como el estado palestino en Gaza que ha estado en existencia durante unos seis años) sirva como un trampolin para la destruccion en curso del Estado de Israel.
La participacion cruda y altamente publicitada del miembro de la Kneset Ahmed Tibi en la delegacion palestina ante la ONU destaca precisamente este punto: el estado palestino actuara como el guardian de los arabes israelies y en su nombre, demandara derechos nacionales - y no meramente civiles o personales - para los arabes israelies.
Para su credito, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu comprende la situacion y el dejo esto en claro en la Asamblea General de la ONU. El declaro en forma decisiva y en Ingles fluido que los palestinos quieren establecer un estado sin paz. Pero, desafortunadamente, el no llego a la conclusion correcta. Invitar al presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas a reunirse con el inmediatamente mientras ellos estaban ambos en la ONU, o en Jerusalem o en Ramallah, fue innecesario.
Por que molestarse? Por que desperdiciar mas años en infructuosas discusiones o en negociaciones inutiles que meramente proveen ingresos a los poseedores de hoteles cinco estrellas y centros de conferencias a traves del mundo? Por que continuar un proceso que no ha traido mas que frustracion y humillacion a presidente americano tras presidente americano? En la actual constelacion, el proceso diplomatico no solo es inutil - es contraproducente. Si Israel, los palestinos y el mundo se liberaran de su obsesion con lo imposible y dedicaran sus energias y fondos a lo posible, tanto los judios como los palestinos se beneficiarian. Los campamentos de refugiados, por ejemplo, podrian ser reconstruidos.
Si nosotros pudieramos finalmente poner un fin a esta charada innecesaria, si nosotros pudieramos solo admitir el simple hecho, el cual todos nosotros sabemos en nuestros corazones que es cierto - que no habra un estado palestino - entonces a nosotros nos quedarian tres posibilidades. La primera - una retirada israeli unilateral y echar las llaves a quien sea que las agarre -murio con la desconexion. Cualquier israeli razonable entiende que esto significaria suicidio para Israel. La segunda - mantener y aplicar el statu quo actual - es una posibilidad. En contraste con las discusiones de la Secretaria de Estado Hillary Clinton que el statu quo es insostenible, el statu quo se volveria, para usar la terminologia tomada de la teoria del juego, un equilibrio estable. Pero esto no seria optimo para Israel.
En el analisis final, el interes israeli y los intereses de toda la region seria mejor servidos si Netanyahu toma la misma accion que su predecesor, Menachem Begin, tomo 30 años atras con respecto a las Alturas del Golan. Cuando Begin se dio cuenta que no habia posibilidad de un acuerdo con Siria, el decidio que las Alturas del Golan dejarian de ser cautivas de la intransigencia arabe y extendio la ley israeli sobre ellas.
En resumen, la opcion tres es la anexion. El area referida como "Area C” en los Acuerdos de Oslo, el hogar de mas de 350000 israelies y de solo unos 50000 palestinos, debe volverse parte integral del Estado de Israel.
Hay veces en que Israel debe tomar su destino en sus propias manos, aun si esto molesta a la opinion publica mundial. Eso es lo que David Ben-Gurion hizo cuando el declaro el establecimiento del Estado de Israel. Eso es lo que Levi Eshkol hizo cuando el decidio un ataque preventivo en 1967. Eso es lo que Begin hizo cuando el destruyo el reactor atomico iraqui.
Eso es lo que Benjamin Netanyahu debe hacer ahora: El debe extender la soberania israeli sobre la mayoria de Judea y Samaria.

Dani Dayan es presidente del Consejo de Asentamientos de Judea y Samaria.
Fuente: The Jerusalem Report- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba

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