por SADANAND DHUME
Con crecimiento economico desacelerado, un gabinete publicamente enfrentado, y una serie de escandalos de corrupcion que han paralizado la gobernancia, ustedes podrian pensar que lo ultimo que India necesita es una desventura de politica exterior. Pero no hay otra forma de describir el apoyo a viva voz de Nueva Delhi para la peligrosa palabreria del presidente palestino Mahmoud Abbas en las Naciones Unidas en la busqueda de la condicion de estado.
En vez de arrojar su peso detras de Israel—un aliado natural con quien India comparte mas intereses que los que comparte con casi cualquier otro pais—el gobierno liderado por el izquierdista Partido del Congreso en New Delhi ha respaldado publicamente la bravuconada palestina sobre el tema de la independencia.
"La cuestion palestina aun continua estando sin resolver y siendo una fuente de gran inestabilidad y violecia," declaro el Primer Ministro Manmohan Singh en las Naciones Unidas el mes pasado. "India es categorico en su apoyo a la lucha del pueblo palestino por un estado de Palestina soberano, independiente, viable y unido con Jerusalem Oriental como su capital, viviendo dentro de fronteras seguras y reconocibles lado a lado y en paz con Israel."
Frente a ello, no hay mucho nuevo en la declaracion del Sr. Singh. India fue el primer estado no arabe en reconocer la independencia palestina en 1988, y pronunciar generalidades acerca del apoyo a la causa palestina mientras en forma simultanea se profundizan vinculos de seguridad y comercio con Israel ha sido un sello de la politica de Nueva Delhi hacia la region desde que establecio relaciones diplomaticas plenas con Israel en 1992. La referencia gratuita a Jerusalem Oriental—cuyo status final debe ser un tema de negociaciones entre israelies y palestinos en vez de distante pontificacion—ha sido hecho antes, mas recientemente en una visita de estado del Sr. Singh a Arabia Saudita en el año 2010.
Observemos mas de cerca, no obstante, y la mas reciente inclinacion pro-palestina de India revela un problema que esta empeorando. Desde que asumio el cargo en el 2004, el gobierno de la Alianza Unida Progresista del Sr. Singh ha cesado lo que habia sido una oscilacion ascendente en los vinculos entre India e Israel quitandoles en forma efectiva la afirmacion publica.
Ningun primer ministro israeli ha visitado India desde Ariel Sharon en el 2003, bajo el entonces partido gobernante Bharatiya Janata. La visita a Israel de un ministro del exterior indio tuvo lugar mas de una decada atras, tambien bajo el partido Bharatiya Janata.
Debe ser dicho, ningun observador serio de la politica exterior india ve la diplomacia de Nueva Delhi con Israel y el mundo arabe musulman como un juego de suma cero. Debajo del radar, las relaciones entre India e Israel continuan creciendo.
El comercio bilateral se ha inflado a un estimado de $5 mil millones este año de unos anemicos $200 millones en 1992; aproximadamente la mitad de eso es en diamantes. Un viaje a India despues del servicio militar obligatorio es ahora un rito de pasaje para muchos jovenes israelies—unos 40000 de ellos visitan India cada año.
Empresas tecnologicas y farmaceuticas israelies e indias han invertido en las economias unas de las otras. Y en el 2008, cientificos espaciales en el sur de India lanzaron Tecsar, un satelite espia israeli supuestamente destinado a mejorar el monitoreo de movimientos militares iranies.
Durante la decada pasada Israel ha surgido como uno de los mayores proveedores de armas de India—segundo solo detras de Rusia segun algunos estimados—e India a su vez es uno de los mas grandes mercados exportadores de la industria de defensa de Israel. Entre las adquisiciones de India: zanganos de vigilancia, misiles tierra-aire, artilleria de avanzada, sistemas de defensa anti-misiles, radares aerotransportados, y sensores para rastrear infiltracion transfronteriza por parte de terroristas en la Kachemira india.
Pero, tanto la decision de India de respaldar publicamente al Sr. Abbas como el resecamiento de contactos politicos de alto nivel—visitas periodicas por parte de ministros de industria y agricultura no cuentan—traicionan una desafortunada verdad. Casi dos decadas despues de establecer relaciones diplomaticas con Israel, India- especialmente el Partido del Congreso—aun tiene que abandonar plenamente sus viejos instintos socialistas o su habito de retener una relacion vital como rehen de los caprichos de la politica de identidad local.
Parte del problema es la politica interna. Los votantes musulmanes son un 14% del electorado de India. El Partido del Congreso tiende a suponer que ellos son visceralmente hostiles a Israel, aun cuando esto continua siendo una verdad de perogrullo no comprobada de la politica india.
Nueva Delhi esta tambien intentando ser alcahuete del sentimiento arabe (India se beneficia de grandes envios de trabajadores indios en la region del Golfo, por no mencionar las importaciones de energia), el cual tiende a favorecer a Pakistan. Exacerbando estos problemas, el Partido del Congreso, junto con los menguantes pero aun vociferantes comunistas de India, continua atascado en un tunel del tiempo de supuesta solidaridad tercermundista con los "oprimidos" palestinos en vez de entender que como una potencia en ascenso los intereses de India estan con la democratica Israel.
Demasiados pocos politicos o intelectuales de las corrientes principales estan dispuestos a hacer publicamente lo que debe ser una defensa asombrosamente obvia de Israel. Tanto India como Israel representan civilizaciones antiguas cuya tierra carga significado espiritual especial para la mayoria de su pueblo. A pesar de vivir en vecindarios duros, ambos han elegido (a menudo desastrosamente) la democracia por sobre la dictadura militar—ustedes pueden manejar las 2500 millas entre Nueva Delhi y Jerusalem sin encontrar otra sociedad plural cuyos lideres sean comunmente electos para el puesto.
A pesar de lo que los teoricos de la conspiracion pueden decir, ningun pais tiene una disputa con el Islam—ambos albergan poblaciones musulmanas que gozan de mas derechos que sus correligionarios en muchos lugares—pero ambos son amenazados por la ideologia radical islamista y el terrorismo que engendra. Como ex colonias britanicas, India e Israel son primos hermanos de la anglosfera, tierras con culturas distintas que se benefician del orden liberal internacional sostenido por el poder anglo-americano.
Nada debe ocultar el hecho que una Israel fuerte es del interes fundamental de India. En la adversidad, eso debe significar apoyo para el gobierno democraticamente electo de un aliado natural en vez de respaldo insensato para un adversario implacable.
El Sr. Dhume es investigador residente en el American Enterprise Institute en Washington, y columnista de The Wall Street Journal.
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.