domingo, 20 de julio de 2014

Hamás es el nuevo ‘mal menor’


¿Es Hamás un mal menor?¿Es Hamás un mal menor?
Resolver el conflicto palestino-israelí está más lejos que nunca. Hamás es el mayor obstáculo para la paz entre ambas partes, pero, aún así, el general de brigada israelí Michael Herzog le ha dicho a Colin Freeman, del Telegraph británico, que Hamás debe ser preservado y mantenido para evitar que algo aún peor ocupe su lugar:
Una forma en la que una operación militar israelí podría salir al contrario de lo esperado es desestabilizando el control de Hamás sobre el terreno hasta tal punto que se permitiera a otras facciones, yihadistas incluidos, saltar a primera línea. Al menos Hamás proporciona una dirección; con las facciones yihadistas no la tienes. No son dominantes ahora mismo, pero Hamás ya no controla Gaza con la misma firmeza que antes, y si se viera seriamente debilitado, podrían aprovecharse. No queremos otra Somalia en la puerta de casa.
Podría haber dicho que no quiere otro Irak en la puerta. Si un grupo como el Estado Islámico de Irak y el Levante tomara el poder en Gaza en medio del caos tras una guerra, tanto israelíes como palestinos tendrían un nuevo problema terriblemente grave.
Así pues, Hamás es el tapón, y los israelíes ni siquiera van a intentar librarse de él. Ahora mismo, sólo quieren acabar con el lanzamiento de cohetes. Tiene sentido si consideramos lo que está ocurriendo en Siria e Irak, pero pensemos en las ramificaciones a largo plazo: Hamás es indispensable incluso cuando hace imposible un final del conflicto. ¿Qué dice eso de las posibilidades para la paz a corto plazo?
Si Hamás quisiera simplemente la independencia de un Estado palestino, ambas partes sólo tendrían que solucionar los detalles. Pero Hamás quiere “liberar” y “acabar con la ocupación” no de la Margen Occidental, sino de Tel Aviv, Haifa y Jerusalén. No es posible negociar un acuerdo con esa gente. No están interesados en negociar nada que vaya más allá de un alto el fuego temporal. Hamás y toda la ideología que hay tras él deben ser eliminados o, al menos, marginados antes de que pueda divisarse el fin del conflicto.
No hay motivos para creer que ello vaya a suceder en un futuro inmediato. Una revolución del estilo de la Primavera Árabe contra Hamás en Gaza sería un acontecimiento interesante, pero no está sucediendo así. Puede que lo haga más tarde, pero no ahora.
Los israelíes pueden cambiar su Gobierno regularmente con elecciones libres y justas, y así lo hacen, pero la política palestina es autocrática y más lenta de cambiar. Puede que sea necesario al menos un cambio generacional más. En cualquier caso, antes habrá que volatilizar a las facciones yihadistas. Y, al menos en el Levante, aún están en ascenso.
Podríamos perder más tiempo con otro proceso de paz que no condujera a ningún sitio, supongo, pero, desde luego, duele cuando fracasan.

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