Ralph Goldman, un siglo de vida y de historia judía
Ralph Goldman, su hijo murió en el atentado a la embajada en Bs.As.
Ralph Goldman, quien murió el 7 de octubre a la edad de 100 años, se deslizó sin esfuerzo a través de los grandes dramas judíos del siglo XX, provisto de una mente brillante, una sonrisa encantadora y un corbatín icónico. Nació el 1 de septiembre de 1914, en la ciudad de Lechovitz en lo que hoy es Ucrania. Goldman tenía 11 años cuando su familia emigró a un barrio judío de Boston en EEUU, donde asistió a las escuelas públicas locales durante el día y por la noche a escuelas judías donde estudiaba cinco días a la semana. En 1934, se graduó de la Universidad Hebrea, y pronunció el discurso de graduación en hebreo
Llegó a ser un líder mundial, presente en cada encrucijada de la tormentosa historia judía del siglo pasado: se dedicó con todos sus esfuerzos para crear una nueva vida y esperanza para millones de judíos.
Después de su servicio en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, visitó los campamentos de personas desplazadas. Ser testigo de las consecuencias del Holocausto le produjo un enorme impacto emocional que le cambió la vida y lo llevó a unirse a los esfuerzos que llevó a cabo la Haganá en la clandestinidad para crear el Estado de Israel. Se ocupó de la adquisición de aviones, barcos y otros elementos vitales para el ejército en formación.
Tuvo un papel personal en las operaciones secretas que determinaron que el 29 noviembre de 1947 las Naciones Unidas votaran por la creación del Estado judío. "Hice lo que consideraba que era correcto en ese momento de la historia para el Pueblo Judío, nunca me importó si podía perjudicar mi futuro”.
No dañó su carrera en absoluto, al menos no la que él eligió seguir. En la década de 1950, Ralph colaboró durante siete años con Ben-Gurión, convirtiéndose en su confidente e interlocutor intelectual favorito. Él, como parte del círculo íntimo de Ben-Gurrión, supervisó la ejecución de la asistencia técnica estadounidense, crucial para Israel en la formación del joven Estado. Formó parte del selecto grupo que incluía a Shimon Peres, Teddy Kollek, Yitzhak Navon y Moshe Dayan, por nombrar solo a unos pocos.
En su rol como jefe del América-Israel Cultural Fund, sembró esperanzas y cosechó virtuosos: Yitzhak Perlman fue un niño prodigio, quizás el más famoso de los jóvenes israelíes de su tiempo con cuyo genio colaboró Ralph. Su asociación con Kollek facilitó la creación del Museo de Israel, y su toque mágico con filántropos ayudó a llevar el arte y la cultura a Sion.
Sin embargo, Ralph Goldman se identifica principalmente como el "Sr. JOINT "- el ejecutivo que dirigió, guio e impulsó al Joint Distribution Committe durante la mayor parte de su existencia centenaria. En un mundo hostil a los judíos, condujo la JDC en operaciones exitosas que ayudaron a los judíos en el camino a la libertad, a una mejor vida judía y para la prosperidad. "Con el fin de salvar judíos, vamos a bailar con el diablo si es necesario", dijo Ralph. Y el bailó: con Nicolae Ceausescu en Rumania, Mengistu Haile Mariam en Etiopía,Wojciech Jaruzelski en Polonia, varios funcionarios comunistas y soviéticos en Hungría, Checoslovaquia y finalmente - con el "Gran Oso Ruso" - la URSS , a la que no podía dejar Ralph Goldman fuera de su compromiso en la búsqueda del bienestar de los judíos en todo el mundo.
Amir Shaviv, el autor de este artículo, contó cómo le tocó llamar a su puerta en una madrugada de 1992, luego de la explosión que destruyó la Embajada de Israel en Buenos Aires, para decirle que su hijo, David Ben-Rafael, jefe adjunto de la misión, había desaparecido. Y como a partir de ese momento y hasta sus últimos días, se pasaba las horas con él, mientras enojado escribía cartas -siempre controlado y educado - a numerosos presidentes de Argentina, ministros israelíes y otros, exigiendo que se continuara con la investigación hasta que se encontraran a los terroristas.
También narró cómo le explicaba la incesante búsqueda de los asesinos de su hijo simplemente citando la Biblia: "Justicia, Justicia perseguirás!" Sin embargo, nunca dejó que la pérdida de su hijo le impidiera seguir en la búsqueda de nuevos objetivos en los 22 años que le sobrevivió. El mundo, especialmente aquellos lugares donde sus acciones fueron tan decisivas para su existencia, es un lugar más oscuro sin él.
Desde Milim, nosotros agregaríamos parafraseando al texto escrito por Shaviv que Ralph Goldman se vio involucrado en un caso como protagonista y víctima de uno de los dos dramas más grandes padecidos por el judaísmo argentino. El Atentado a la Embajada de Israel y el Atentado a la AMIA. Donde los familiares de las víctimas y nosotros como ciudadanos argentinos, no tenemos ni siquiera el consuelo de la reivindicación llevada a cabo por la justicia.
Interpretación: A. Benmergui Fuente: Amir Shaviv
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